El Día de la Sobrecapacidad de la Tierra 2025 se celebra hoy 24 de julio fecha en la que la humanidad habrá agotado todo el presupuesto anual de recursos y servicios ecológicos de la naturaleza, según Global Footprint Network, la organización internacional de sostenibilidad de la Huella Ecológica.
Actualmente, la humanidad utiliza la naturaleza un 80 % más rápido de lo que los ecosistemas terrestres pueden regenerarse, lo que significa que este exceso equivale a utilizar 1.8 Tierras.
Este nivel de sobreexplotación es posible debido al agotamiento del capital natural, lo que compromete la seguridad de los recursos a largo plazo.
Las consecuencias son visibles en la deforestación, la erosión del suelo, la pérdida de biodiversidad y la acumulación de CO₂ en la atmósfera, lo que contribuye a la mayor frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos y a la disminución de la producción de alimentos.
¿Cómo se calcula la sobrecapacidad de la tierra?
El Día de la Sobrecapacidad de la Tierra se determina utilizando la última edición de las Cuentas Nacionales de Huella y Biocapacidad (en este caso la de 2025). Las cuales proporcionan datos completos hasta 2022 y estimaciones para 2023 y 2024 basadas en datos parciales y extrapolaciones.
Además, las agencias de la ONU y sus organismos afiliados, que proporcionan todos los datos de entrada para las cuentas, revisan periódicamente sus conjuntos de datos, lo que puede generar actualizaciones en los cálculos históricos de la Huella Ecológica y la biocapacidad.
Una revisión importante este año fue un ajuste a la baja de la capacidad de secuestro de carbono del océano. Esto, junto con una huella per cápita ligeramente mayor y una biocapacidad per cápita ligeramente menor, adelantó el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra ocho días con respecto a 2024. Siete de estos ocho días se deben a las revisiones de los datos.

El impacto en la industria alimentaria y de bebidas
Los efectos de la sobreexplotación ecológica ya se traducen en riesgos económicos, operativos y reputacionales para las empresas del sector:
- Aumento del costo de insumos naturales como el agua, cereales, proteínas o aceites vegetales.
- Disrupciones logísticas causadas por eventos climáticos extremos: sequías, inundaciones, incendios o escasez energética.
- Exposición regulatoria y financiera: se espera que la taxonomía verde y las reglas ESG se endurezcan en los próximos años en América Latina.
- Riesgo reputacional ante consumidores más conscientes del impacto ambiental de sus elecciones alimentarias.
Según datos del Banco Mundial, más del 50% del PIB agrícola de América Latina depende de regiones con alto estrés hídrico, lo que representa un riesgo estructural para toda la cadena alimentaria.
Acciones del sector frente a la sobrecapacidad de la tierra
Para enfrentar este panorama, las empresas deben pasar de la mitigación a la regeneración activa de recursos. Algunas de las estrategias más efectivas son:
- Agricultura regenerativa, que mejora la salud del suelo y captura carbono.
- Reducción del desperdicio alimentario mediante IA, análisis de datos y rediseño de inventarios.
- Energías renovables en plantas de procesamiento, logística verde y vehículos eléctricos.
- Certificaciones ambientales como ISO 14001, Carbon Neutral o B Corp, que ganan peso ante inversionistas institucionales.
Además, integrar indicadores de huella ecológica, ciclo de vida y balance hídrico en toda la cadena de valor será una necesidad competitiva en los próximos tres años.
En el siguiente webinar el panel de expertos se adentra en el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra de 2025, cuando la demanda de la humanidad sobre la naturaleza excede la capacidad del planeta para renovarse en un año.