México.- Con el propósito de mantener su compromiso en rescatar las semillas y alimentos autóctonos mexicanos, para preservar las raíces culinarias del país, Aires de Campo lanzó su línea de salsas mexicanas autóctonas.
La biodiversidad mexicana ofrece una gran variedad de alimentos frescos que son poco conocidos en la vida cotidiana. Es por esto que Aires de Campo tiene la labor de rescatar estos alimentos y lograr mantener los sabores y el patrimonio cultural que es la cocina mexicana.
Las salsas autóctonas están disponibles en los siguientes sabores:
- Tomate manzano con chile serrano y hoja santa. Elaborada a partir del tomate manzano, ajo, cebolla y condimentos licuados, con una discreta presencia del chile con la cual se busca darle un toque de sabor y una sensación ligera de picor. Esta salsa de consistencia líquida, se puede emplear en la preparación de platillos para toda la familia, por ejemplo: guisados, chilaquiles, pollo, pescado a la hoja santa, etcétera.
- Salsa de tomate manzano con chile chipotle ahumada. Está hecha de tomate manzano tatemado, chile jalapeño, chile chipotle tatemado, aceite de cártamo, cebolla, ajo y sal, y puede acompañar guisados gourmet, pescado, carnes, tacos, etcétera. Su consistencia es semi líquida a espesa, la cual la hace perfecta para ser utilizada como acompañante, o bien, convertirse en botana.
- Tomate manzano con chile habanero. Cuenta con una consistencia semilíquida a espesa, y al poner unas pequeñas gotas a los alimentos ofrece gran sabor gracias al tomate manzano, chile habanero, cebolla, ajo y sal, ingredientes con los que está preparada. Puede acompañar una diversidad de alimentos listos para comer o ya guisados. Su picor oscila entre el nivel medio al alto o extremo, pero comible.
Consumo de salsas
Entre 2010 y 2019 los mexicanos duplicaron su consumo per cápita anual de salsas y chiles, al pasar de 8 a 17 kilogramos, de acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER). Mientras que Kantar Worldpanel señala que ocho de cada 10 mexicanos acompañan sus comidas con alguna salsa o chile.
Cifras de Euromonitor destacan que en 2018 el valor de la industria de salsas y chiles alcanzó en México los 166 millones de dólares. Un incremento de 47.3 % respecto a los 113.1 millones de dólares que reportó en 2013 y para el 2023 se estima que alcance los 198.9 millones de dólares.
El reto más importante para el mercado de las salsas por ahora parece estar en el nuevo sistema de etiquetado que dicta la NOM-051 y que entró en vigor el pasado 1 de octubre. Por un lado, la mayoría de las salsas tienen una larga vida de anaquel, por lo que la industria considera insuficiente el plazo estipulado de dos meses para la coexistencia entre los productos que ya estaban en venta y los que tengan en su etiqueta las nuevas disposiciones.
A decir de la Cámara Nacional de la Industria de Conservas Alimenticias (CANAICA), las salsas son un alimento que se consume en porciones (nadie consume 320 gramos de salsa por ingesta), por lo que el sello de “exceso sodio” en los productos podría ser no del todo claro con el consumidor.