Tal y como ocurrió con otros sectores productivos, la industria del vino enfrentó algunos cambios durante la pandemia. La producción y el consumo de esta bebida responden a distintas demandas, donde el auge de los Baby wines es sólo una de las tendencias en ascenso.
Contexto del vino a nivel global
Aunque la industria de alimentos y bebidas se mantuvo operando durante la pandemia, a lo largo de los distintos sectores proveedores se enfrentaron múltiples obstáculos. Respecto al vino, los mayores fueron:
- El cambio climático: cuyas sequías y oleadas de calor causaron un impacto negativo en la producción; sobre todo en Europa, la principal región productiva de vino en todo el mundo.
Según apuntan datos de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), la producción mundial de vino disminuyó 1% en 2022 respecto al año anterior, alcanzando 258 millones de hectolitros. - Un decremento en la producción: naturalmente, el punto anterior tuvo consecuencias en la extensión territorial de viñedos cultivados a nivel mundial. La OIV reporta que, a pesar de que la superficie de viñedos se estabilizó globalmente en 2017, sólo se contó con 7.3 millones de hectáreas dedicadas a la producción vitivinícola en 2022; es decir, -0.4% en comparación al ciclo anterior.
- Disminución en exportaciones: la inflación e interrupciones en las cadenas de suministro afectaron este ámbito cuyos costos se elevaron por encima del 15% respecto a 2021. Incluso, las exportaciones de vino alcanzaron un récord mundial estimado en 37 mil 600 millones de euros, afirma el mismo organismo.
- Menor consumo a nivel mundial: en 2022 se consumieron 232 millones de hectolitros de vino; es decir, 2 millones menos que en 2021. Factores como la guerra entre Rusia y Ucrania, la crisis energética que se combate mundialmente y otros aspectos se señalan como los principales causantes del alza de costos a lo largo de la cadena productiva, hasta llegar a impactar al consumidor, que se mostró menos dispuesto a adquirir este tipo de productos.
Baby wines: la tendencia que se expande
Por más que la producción, exportación y consumo de vino se hayan visto afectados, resulta innegable que la industria vitivinícola se encuentra ante un escenario de crecimiento potencial.
Por un lado, los avances tecnológicos han contribuido a estandarizar y controlar la calidad y consistencia de muchas bodegas. Del mismo modo, las investigaciones para identificar la huella del vino en distintas regiones han marcado un precedente para mejorar la confiabilidad en el sector.
Por si fuera poco, se experimenta una mayor apertura ante formatos de vino en lata; incluso, se ha reconocido la innovación en marcas que emplean embalajes biodegradables y comparten su interés por ser sustentables, por mencionar algunos ejemplos.
Por si fuera poco, el apogeo de los Baby wines se refiere meramente a una necesidad humana que cobró fuerza tras la pandemia: el deseo de gozar la vida y enfocarse en el aquí y en el ahora para permitirse pequeños lujos.
Si bien, esta mentalidad ha dejado atrás el deseo de reservar ciertas conductas para “ocasiones especiales”, los baby wines han venido a demostrar que los vinos pueden adaptarse a cualquier paladar, que se pueden consumir en distintas ocasiones y que hay suficiente variedad en el mercado como para adaptarse a distintos alcances económicos.
Expresiones para describir un vino
Antes de adentrarnos a especificar qué son los Baby wines, sería prudente hacer una pausa para reunir algunos de los términos más comunes a la hora de describir un vino.
Existen múltiples atributos que se usan para transmitir las sensaciones que desencadena tanto en boca como en aroma. Algunos de los más comunes son:
¿Qué son los Baby wines?
Los especialistas definen a los Baby wines como aquellas etiquetas que se beben sin complicaciones, cuya complejidad de sabores no opaca la experiencia degustativa.
La sencillez de este tipo de vinos permite que puedan ser apreciados incluso por quienes no han cultivado el hábito de ser consumidores asiduos del segmento.
Su encanto se encuentra precisamente en esta simplicidad. Tal y como lo describe el sommelier y artista José Bracamonte:
Entre consumidores ocasionales o consolidados, el vino siempre debe ser sencillo para el oído; es decir, no debe sonar como algo inentendible. De esta forma, tanto el olfato y como el gusto serán complacidos. No olvidemos que el vino es para todos y no debemos tratarlo como si fuera algo reservado para una élite mística”.
¿Cómo identificar a los Baby wines?
Tal y como su nombre lo indica, los baby wines son los vinos jóvenes sin añejamiento, que están listos para consumirse y no requieren guarda.
Su ligereza y frutalidad tampoco requieren de oxigenación para expresarse plenamente; de hecho, se perciben equilibrados desde el primer sorbo.
Además, están hechos para consumirse en no más de cinco años y presentan estos atributos:
- Dan la impresión de poder ser masticados por lo refrescantes que resultan
- Generan una sensación frutal y jugosa
- Posee poca o nula sensación a madera
- Son delicados y ligeros
Al ser fáciles de entender, los Baby wines se han vuelto el perfil favorito entre los consumidores de vino en la actualidad. Sin embargo, cabe hacer una precisión: no se trata de una variedad especificada en alguna etiqueta. En realidad, se trata de un atributo que los consumidores han asignado a los vinos que cumplen con las características ya mencionadas.
Algunas recomendaciones para disfrutar mejor el consumo de los Baby wines por parte de Diego Paniagua, Head sommelier de Vinofy App, son:
- Ya que se trata de vinos jóvenes sin muchos aromas terciarios, se aconseja beberlos entre 15 y 16 °C si son tintos, o a 10 °C si son blancos.
- No es necesario decantarlos ni agitar la copa para que sus aromas y sabores se manifiesten.
- Para acompañarlos con alimentos, se sugiere evitar comidas de sabores intensos o especiados.
- Hay que tener la mente abierta a no esperar encontrar mucha madera en ellos. Del mismo modo, hay que dejar atrás la creencia de que sólo los vinos con esa característica son de calidad.
Entre las recomendaciones del experto para iniciarse en el consumo de Baby wines se encuentran estas variantes disponibles en Vinofy:
- Vinos Bob Singlar, ya sea el Rosé, tinto o Brut Nature e incluso el naranja embonan perfecto con el espíritu de los baby wines.
- Otra alternativa es Nucli tinto, una opción orgánica con denominación de origen de Valencia.
- Una más se encuentra en el Tannat de Pizzorno, con maceración carbónica.
- Como representante de México, propone a Kai, producido en Aguascalientes, con mezcla de uvas Syrah y Malbec.
- Otra opción es Temps Danse Rosé, que proviene de un cultivo ecológico en el Valle de Loira, Francia.
- Finalmente, propone otra alternativa de vino blanco: L'escale, un Sauvignon Blanc que también se produce en el Valle Loira.