Oler los productos a través de formatos digitales será posible gracias a la Inteligencia Artifiacial (IA) de Scentian Bio, que a través de la digitalización del olfato y el gusto interpretar señales para imitar la red neuronal que usan los insectos para descifrar el olor.
La empresa, con sede en Nueva Zelanda, ha obtenido una financiación 2,1 millones de dólares, para poder trasladar el olfato en aplicaciones como control de calidad de alimentos y sabores, detección de patógenos alimentarios, agricultura sostenible y monitoreo ambiental y de bienestar.
Inteligencia Artificial creando olfato digital
Jonathan Good, director ejecutivo de Scentian Bio, comentó al portal Food Ingredients Firts, que este primer producto de olfato digital se centra en el control de calidad de ingredientes alimentarios claves, para evitar bacterias en alimentos.
Pero esto sólo es el comienzo, ya que los propios biosensores podrían utilizarse desde la granja hasta la mesa, lo que puede ayudar a cosechar cultivos, apoyar la cadena de suministros, garantizar que no se dañen ni se degraden en el almacenamiento hasta llega al cliente.
¿Cómo se crean los biosensores que permiten el olfato digital?
La tecnología de biosensores patentada por la empresa se basa en receptores olfativos de insectos (iOR) para la herramienta de detección de compuestos orgánicos volátiles (COV).
Esto permite sintetizar receptores olfativos de insectos y los inserta en una membrana artificial para generar un pequeño biosensor que genera una señal eléctrica, recibiendo una señal inmediata que recibirían las neuronas de un insecto en la naturaleza.
Por ejemplo, una bacteria como Listeria podría tener una señal eléctrica particular llamada impresión de COV, que al ser recibida por el biosensor, la huella digital la detecta con presencia de la bacteria.
Los biosensores cambian la vida cotidiana
El director ejecutivo celebra que los biosensores después de años de estudio están dejando el laboratorio para salir al mundo y cambiar la vida como la conocemos, solamente esta plataforma aprovecha 400 millones de años de evolución en un sensor portátil fácil de usar.
Es importante reconocer que Scentian Bio surgió de Plant & Food Reseach, la agencia de investigación neozelandesa que ha trabajado con estas tecnologías desde hace 19 años, para por fin ver la luz a finales de 2024.
Los insectos ayudan a mostrar biosensores
Se utilizan los insectos para encontrar alimentos seguros porque son extremadamente sensibles a los COV, lo que permite ser captar la calidad de los alimentos y la presencia de patógenos alimentarios.
El programa ofrece alta sensibilidad con docenas de receptores únicos que reconocen eficazmente millones de COV y entrega información crítica de forma rápida, accesible y a un costo significativamente menor.
Estos biosensores se unen al desarrollo creado por la compañía el año pasado de sensor electroquímico para detectar norovirus y micoroxinas en los alimentos, permitiendo avanzar con la seguridad alimentaria.
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