La evolución de las tecnologías en la industria alimentaria no ha ocurrido de forma repentina. Es el resultado de la convergencia entre factores científicos y sociales que se han encargado de impulsar su desarrollo.
Hoy en día, la tecnología se encuentra en una fase de transformación acelerada que, a su vez, se ha visto agilizada por las innovaciones de años recientes en materia de inteligencia artificial. Sin embargo, dichas novedades no dejan de venir sin advertencias, pues es necesario que a la par que se desarrollen soluciones tecnológicas, se haga una cobertura de ciberseguridad al mismo nivel.
2025 es visto como el año en el que la interacción con la tecnología logrará permear en la configuración de infraestructuras digitales en las que se construye la cotidianeidad de la vida. Hoy, más que nunca, las empresas deben ser flexibles y estar dispuestas al cambio constante con agilidad y dirección, incluyendo a aquellas dedicadas al sector alimentario.
10 factores que han marcado la innovación tecnológica
El camino hacia un futuro innovador, que sea sostenible y en el que haya más eficiencia se ha ido labrando a partir de ciertos puntos clave que son percibidos como catalizadores para la transformación tecnológica.
Específicamente, la industria alimentaria puede tomar los siguientes como punto de partida, con miras a definir un rumbo alentador en el futuro:
1. Aumento de la población: con el ritmo al que crece la población mundial se podrían alcanzar los 10,000 millones de habitantes en 2050, esto genera presión sobre los sistemas alimentarios, cuyas dinámicas de consumo también han cambiado.
2. Crisis climática: el impacto ambiental de la producción alimentaria ha impulsado la búsqueda de tecnologías que disminuyan las emisiones de CO2, así como del uso de agua y de suelo fértil. Esto ha acelerado la exploración de alternativas a la agricultura y los envases tradicionales.
3. Cambios en las preferencias del consumidor: el consumidor moderno es más consciente de la salud, el bienestar y el impacto ambiental de sus elecciones. Esto ha motivado el desarrollo de alimentos funcionales y productos personalizados que dejan atrás la masificación.
Las generaciones futuras, como la Gen Z y Alpha, están marcando una pauta distinta en cuanto a expectativas alimentarias. En primer lugar, valoran la sostenibilidad, el bienestar animal y la transparencia, por lo que han puesto a las marcas en la posición de adaptarse a sus demandas o renunciar al liderazgo.
4. Pandemia: la ola de COVID-19 develó las vulnerabilidades en las cadenas de suministro y la importancia de garantizar la seguridad alimentaria y trazabilidad de los sistemas que dan acceso a alimentos y bebidas.
5. Biotecnología y genómica: cada vez hay nuevas posibilidades en el desarrollo de ingredientes, sabores y texturas innovadoras gracias al uso de biotecnología, edición genética (CRISPR) y fermentación de precisión. Esto ha permitido que haya cultivos más resistentes, proteínas alternativas y alimentos personalizados a nivel molecular.
6. Mayor conectividad: la digitalización ha transformado a la industria alimentaria desde el análisis big data hasta el Internet de las Cosas (IoT) en cadenas de suministro. El resultado conduce a mayor transparencia, eficiencia operativa y capacidad de respuesta.
7. Crisis alimentarias y desperdicio: las crisis globales de alimentos cada vez son más recurrentes; el aumento en los costos de granos, las sequías masivas y el desperdicio de alimentos destacan la necesidad de sistemas más resilientes y la importancia de desarrollar soluciones innovadoras que además aprovechen la diversidad de alimentos que existen.
8. La Revolución Industrial 4.0: mezclar inteligencia artificial con robótica, impresión 3D y automatización industrial nos lleva a una nueva era de innovación en la producción alimentaria con precisión, rapidez y agilidad para adaptarse a mercados dinámicos.
9. Regulaciones globales: con normativas cada vez más rigurosas en materia de seguridad alimentaria, sostenibilidad y bienestar animal, las empresas se han visto obligadas a adoptar tecnologías avanzadas que cumplan con estándares globales y den confianza al consumidor.
10. Financiamiento: la inversión de capital hacia startups de AgriFoodTech ha cobrado fuerza en los últimos años. La inversión en tecnologías disruptivas como carne cultivada, agricultura vertical y biotecnología alimentaria ha permitido la evolución y comercialización de propuestas que solucionan problemáticas compartidas con otras industrias.
Conforme nos adentramos en 2025, las innovaciones emergentes prometen remodelar la producción, distribución y consumo de alimentos y bebidas, desde un enfoque holístico que ha dejado de priorizar exclusivamente al retorno de inversión.
10 tendencias tecnológicas que redefinirán la industria de alimentos y bebidas en 2025
A medida que nos adentramos en 2025, las innovaciones emergentes prometen remodelar la producción, distribución y consumo de alimentos y bebidas desde un enfoque basado en sostenibilidad, personalización y eficiencia.
Las 10 tendencias tecnológicas más significativas que irán transformado profundamente al sector, por lo que se ha visto en la última década son:
1. Agricultura de precisión 4.0
La integración de tecnologías avanzadas como drones, sensores IoT, imágenes satelitales y análisis de datos ha llevado la agricultura de precisión a un nuevo nivel.
Cada vez más a menudo podremos ver la adopción masiva de plataformas basadas en inteligencia artificial que optimicen el uso de recursos, reduzcan desperdicios y aumenten la productividad de cultivos. entre sus ventajas no solo se encuentra el hecho de que hacen la producción más rentable, sino que también apuestan por alcanzar objetivos sostenibles.
2. Proteínas alternativas
La fermentación de precisión ha sido fundamental el desarrollo de proteínas alternativas, y sin duda, se trata de un segmento de productos que seguirá ganando terreno en los siguientes años debido a factores éticos, ambientales y nutricionales.
Las empresas pioneras en este ámbito están utilizando microorganismos modificados para producir proteínas específicas, grasas y enzimas con aplicaciones en alimentos funcionales que además sean afines con regímenes alimenticios como el veganismo.
Esta técnica aborda múltiples preocupaciones ambientales al mismo tiempo que incentiva la creación de productos con perfiles sensoriales y nutricionales a la medida.
3. Packaging inteligente
Desde hace un par de años, la industria del packaging se ha enfrentado a presiones constantes por el efecto que tiene a nivel ambiental. Su respuesta ha sido multifacética, presentando empaques hechos a partir de materiales biodegradables y compostables que reduzcan el impacto ambiental del sector.
Sin embargo, también han buscado la forma de que cada creación que generan vaya más allá de simplemente tratarse de un objeto contenedor. A través de empaques inteligentes han logrado integrar sensores que monitorear la frescura de los alimentos, su trazabilidad en tiempo real y crean conectividad con el consumidor, permitiéndole conocer a detalle información valiosa sobre cada producto.
Además, se desarrollan sistemas de refill y retornabilidad, reduciendo el uso de plásticos de un solo uso.
4. Inteligencia Artificial
La inteligencia artificial (IA) ha venido a modificar la forma en que se crean nuevos alimentos y bebidas. Basándose en herramientas de análisis predictivo, técnicos y saboristas han encontrado una guía adecuada para:
- Acelerar procesos de innovación
- Identificar combinaciones ideales de ingredientes
- Predecir tendencias de consumo con precisión
De ahora en adelante, esta tecnología será indispensable para ser competitivos en un mercado tan dinámico como el alimentario; sobre todo, considerando que los bancos de datos cada vez son capaces de recopilar mayor información a través de las redes sociales.
5. Nutrición personalizada
Los avances en genómica y análisis de datos también han tenido injerencia en el diseño de alimentos personalizados. A partir del perfil genético, microbioma y estilo de vida de cada consumidor se pueden detectar deficiencias nutricionales específicas y diseñar planes alimentarios a la medida.
Los especialistas coinciden en que las compañías que lleguen a invertir en este tipo de tecnologías podrán situarse en una posición privilegiada, sobre todo para atender un mercado enfocado en la salud y el bienestar.
6. Robótica automatizada
Hoy en día es posible tener fábricas completamente automatizadas en las que robots colaborativos se encuentren al frente de las líneas de producción. Este panorama, que hace años parecía un sueño lejano destinado a las películas de ciencia ficción, actualmente se encuentra redefiniendo la eficiencia en la industria alimentaria.
La evolución de esta tecnología conducirá hacia la adopción de sistemas automatizados capaces de operar 24/7 con precisión y sin brechas de seguridad, que si bien implica costos iniciales elevados de inicio, se traducen en ganancias al corto plazo al reducir las mermas desde el cultivo en campo, por ejemplo.
7. Trazabilidad Blockchain
La consolidación de los sistemas dedicados a la trazabilidad es crucial para garantizar la seguridad alimentaria y la transparencia en la cadena de suministro.
Desde la pandemia, la tecnología Blockchain se mostró como una solución tecnológica definitiva, que dio a las empresas la oportunidad de rastrear cada etapa del proceso para la obtención de sus productos y compartir información confiable con consumidores y proveedores.
8. Economía circular
La sostenibilidad seguirá siendo un pilar central en 2025, impulsando innovaciones que fomenten la economía circular. Esto incluye el uso de subproductos de procesos alimentarios como ingredientes en nuevas formulaciones y la adopción de fuentes de energía renovable en plantas de producción.
La relevancia de este tipo de acciones radica en su capacidad para transformar las cadenas de valor lineales tradicionales para dejar de “producir, usar y desechar” y migrar hacia sistemas regenerativos y eficientes en sintonía con las demandas de los consumidores y las regulaciones gubernamentales.
En este sentido, la adopción de fuentes de energía renovable en plantas de producción cobra fuerza por su potencial para minimizar la huella de carbono a través de biogás generado por desechos orgánicos; o bien, mediante la captura y reutilización de calor en procesos de manufactura.
De igual manera, la implementación de tecnologías para reciclar y purificar agua dentro de las fábricas contribuye a la sostenibilidad operativa. Desde luego, es imposible hacer a un lado que se trata de un recurso limitado cuya escasez se ha mostrado como una amenaza inmediata en años recientes.
Dicho en otras palabras, las compañías que formen parte de la economía circular son menos dependientes de recursos limitados y menos vulnerables a fluctuaciones de precios, lo que asegura su competitividad y permanencia a largo plazo.
9. Alimentos funcionales y adaptógenos
La demanda de alimentos que ofrezcan beneficios más allá de la nutrición básica está en auge. Si bien, está claro que no se trata de productos “milagro”, algunos ingredientes funcionales como los probióticos, adaptógenos y péptidos bioactivos han ganado renombre debido a investigaciones científicas que han expuesto el potencial de consumirlos.
Es por eso que actualmente tienen un rol esencial en el desarrollo de productos dirigidos a mejorar la inmunidad, la energía, el estado de ánimo y la salud mental, por mencionar algunos atributos anhelados entre los consumidores.
10. Impresión 3D
Aunque se encuentra en una fase de arranque y ha generado polémica en los últimos años, la impresión 3D de alimentos es una realidad que sigue su propio curso. Ciertos ámbitos como la alta cocina y la producción de alimentos de proteínas alternativas han sido los encargados de derribar barreras y demostrar que se trata de opciones innovadoras y con gran respuesta para modular la sensación en boca y el contenido nutricional de cada producto.
En 2025, la impresión 3D tendrá un papel más relevante en áreas como la alimentación para el espacio, el diseño de texturas innovadoras y las dietas terapéuticas.
Con semejantes avances, este año estará marcado por el curso hacia una industria alimentaria más inteligente, eficiente y sustentable que ansía una transformación.
Te invitamos a leer: Estas son las innovaciones tecnológicas en la industria alimentaria que marcan el futuro de la alimentación
Retos para la implementación tecnológica en la industria alimentaria
A pesar de que las tecnologías mencionadas ya llevan varios años de desarrollo y su implementación resulta prometedora, enfrenta varios desafíos.
Estos obstáculos pueden ralentizar su adopción o limitar su alcance, pero también existen estrategias viables para superarlos:
- Debido a que muchas de las tecnologías novedosas requieren inversiones significativas en infraestructura, investigación y desarrollo, así como formación del personal, la adopción de nuevas tecnologías puede ser prohibitivo para pequeñas y medianas empresas (PyMEs).Para solucionar este reto, es posible fomentar asociaciones público-privadas para fortalecer la adopción de tecnologías, implementar programas de financiamiento flexible o créditos fiscales para innovación tecnológica y promover la creación de consorcios industriales en los que se compartan recursos y costos iniciales, reduciendo así el riesgo de inversión para los participantes.
- Algunas empresas pueden mostrar resistencia al cambio que implica adoptar nuevas tecnologías debido al temor e incertidumbre que genera lo desconocido. La falta de experiencia y el descontrol inicial sobre los resultados que podrían esperarse se perciben como riesgos que limitan la adopción tecnológica.
Entre las propuestas para cambiar este mindset, es posible impulsar programas de capacitación y sensibilización sobre los beneficios de las nuevas tecnologías en los que la convivencia y uso de las mismas demuestre que es sencillo adaptarse a ellas, crear proyectos piloto escalables que demuestren resultados concretos antes de una implementación total; e incluso, estimular la formación de líderes tecnológicos dentro de las organizaciones para facilitar la transición tecnológica. - Las normativas gubernamentales suelen ser estrictas y complejas, sobre todo cuando difícilmente siguen el mismo ritmo que la innovación en la industria. La colaboración multidisciplinaria con reguladores desde las primeras etapas del desarrollo tecnológico puede ser útil para asegurar el cumplimiento de normativas. También sería importante promover iniciativas de armonización internacional de estándares regulatorios y abogar por la creación de marcos regulatorios que sean flexibles para innovaciones con bajo riesgo comprobado. Por otro lado, sin un marco global armonizado, las empresas podrían enfrentar barreras para comercializar productos innovadores en varios mercados.
- La desconfianza de los consumidores es otro obstáculo por vencer. Al implicar reputación de marca, puede ser complicado ganarla mientras que se puede perder rápidamente, así que el escepticismo y la desconfianza se deben atacar con transparencia y veracidad.
Para lograrlo, es posible implementar campañas educativas y de marketing enfocado en explicar los beneficios de tecnologías puntuales, utilizar etiquetas claras y certificaciones confiables que refuercen la seguridad y sostenibilidad de los productos, así como involucrar a organizaciones independientes y expertos para validar dichas tecnologías ante la opinión pública. - Algunas tecnologías como la agricultura vertical o la producción basada en IoT dependen de infraestructura avanzada y logística que podría no estar disponible en todas las regiones. Para contrarrestar este desafío, es viable buscar inversiones en infraestructura tecnológica que den cobertura en áreas menos desarrolladas, adaptar tecnologías a escalas locales y contextos específicos para maximizar su viabilidad, y fomentar el uso de tecnologías modulares que puedan expandirse gradualmente.
- Algo parecido al punto anterior ocurre con tecnologías como blockchain y big data, que requieren una gestión eficiente de grandes volúmenes de datos, lo que puede implicar cierto grado de complejidad. Sin embargo, al desarrollar plataformas estandarizadas para la recolección y análisis de datos en la industria, capacitar a los equipos en habilidades digitales avanzadas para aprovechar al máximo las herramientas de datos y establecer políticas de ciberseguridad sólidas que protejan la información, esto queda solucionado.
- Algunas tecnologías, como la carne cultivada o la agricultura de precisión, pueden tener desafíos al enfrentarse a una adopción masiva y escalable. Como sugerencia, se pueden realizar estudios piloto en mercados específicos para ajustar la tecnología antes de su implementación global, invertir en investigación para optimizar procesos y reducir costos, y fomentar colaboraciones entre startups y grandes corporaciones para acelerar su adopción.
- Otro temor que comparten muchos sectores radica en la creencia de que la automatización y digitalización podrían desplazar a algunos trabajadores o cambiar significativamente el perfil laboral requerido, generando un impacto social adverso.
Entre las medidas que se han encontrado para reducir este riesgo latente, se encuentra la creación de programas de reentrenamiento para trabajadores afectados por la automatización, la inversión educativa para preparar a las siguientes generaciones en habilidades tecnológicas y digitales, y la difusión de modelos de negocio inclusivos que generen empleo en áreas relacionadas con nuevas tecnologías. - Del otro lado de la balanza, se teme que la adopción de tecnologías avanzadas podría generar dependencia de proveedores o sistemas específicos, lo que limitaría la autonomía de las empresas.
Para despejar esta problemática, es posible promover la interoperabilidad y estándares abiertos en tecnologías industriales, desarrollar capacidades internas para mantener y adaptar las tecnologías implementadas, y fomentar la diversificación de proveedores y alianzas estratégicas. - Finalmente, es bien sabido que ciertas regiones en desarrollo pueden presentar desigualdad tecnológica y rezago debido a la falta de recursos y el acceso limitado a tecnologías avanzadas.
En este caso, es viable establecer programas de cooperación internacional para compartir conocimientos y recursos, priorizar tecnologías que se adapten a contextos locales y usen recursos disponibles, e impulsar incentivos para atraer inversión tecnológica en mercados emergentes.
Desde luego, para superar estos obstáculos se requerirá la colaboración entre gobiernos, empresas, consumidores y organizaciones, que con una estrategia adecuada permita que la implementación exitosa de estas tecnologías en la industria alimentaria. Ejemplos como el Codex Alimentarius, revisado para incorporar nuevas tecnologías, podrían ser un punto de partida.
Casos de estudio y proyectos en desarrollo
Empresas como Beyond Meat y Eat Just han emprendido el camino hacia las proteínas alternativas y la carne cultivada.
Del mismo modo, iniciativas como AeroFarms, una granja vertical en Nueva Jersey, demuestran el potencial de la agricultura urbana para reducir la dependencia de las tierras de cultivo convencionales.
En cuanto se refiere a colaboraciones público-privadas, existen proyectos como "Food is Medicine" en Estados Unidos, que integran alimentación funcional en el sistema de salud pública e ilustran cómo las alianzas entre empresas y gobiernos pueden generar un impacto positivo.
No dejes de ver: La era de la tecnología en la industria alimentaria
¿Qué tecnología aguarda para la industria de alimentos en la siguiente década?
Con tantos sucesos pasando tan rápidamente en el último lustro, se espera que la próxima década sea un periodo de transformación radical para la industria alimentaria.
Los avances científicos en desarrollo están apostando por algunas áreas emergentes:
1. Biología sintética
Se espera que permita diseñar y producir alimentos desde cero, más allá de las opciones tradicionales. Esto implica que podrá modificar microorganismos y células para generar proteínas, grasas y carbohidratos personalizados, altamente específicas, sin necesidad de cultivos o animales y aportando nutrientes a la medida.
Por ahora, se proyecta como una solución prometedora ante problemas relacionados con el uso intensivo de recursos en la agricultura tradicional y la reducción de emisiones de carbono.
En mercados emergentes, el acceso a tecnologías alimentarias avanzadas está empezando a transformar las tradiciones culinarias. Por ejemplo, en regiones de África y Asia, la adopción de proteínas alternativas basadas en insectos y microalgas no solo responde a las necesidades nutricionales, sino que también se adapta a los sabores y técnicas tradicionales, demostrando que la integración de la tecnología también tiene eco en la herencia cultural.
Un punto importante a tomar en cuenta para debatir se encuentra en que, tanto la biología sintética como la modificación genética en alimentos plantean dilemas sobre los límites de "lo natural". En este caso, ¿debería etiquetarse un alimento modificado genéticamente si tiene un impacto positivo en la salud pública? La respuesta adecuada deberá incluir a científicos, consumidores y reguladores.
2. Agricultura regenerativa digitalizada
Cuando la agricultura regenerativa se combina con tecnologías digitales avanzadas, no solo tendrá el compromiso de alimentar al mundo, sino de restaurar ecosistemas dañados.
De esta forma será capaz de establecer plantaciones que capturen carbono y regeneren la fertilidad del suelo, usar inteligencia artificial para monitorear y gestionar cultivos sin intervención humana directa, y disponer de cultivos polivalentes adaptados a climas extremos.
Con semejante apuesta, también podrá abordar simultáneamente problemas de seguridad alimentaria y cambio climático.
3. Nutrición de precisión
Todo lo que estamos viendo ahora sobre esta tecnología está por elevarse en los siguientes años, pues conforme el análisis genético y de la microbiota avancen, los alimentos y dietas personalizadas serán una realidad cada vez más accesible.
Con esta tecnología se podrán crear alimentos diseñados para optimizar el microbioma intestinal individual, diseñar dietas basadas en el perfil genético y la salud metabólica de cada persona y producir alimentos funcionales que combinen nutrición y medicina preventiva desde años atrás a cualquier signo degenerativo.
Por lo tanto, esta tecnología estará enfocada en la prevención de enfermedades crónicas como diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares para mejorar la calidad de vida de las personas.
4. Ingeniería de recursos en ambientes extremos
El aumento de la población y la pérdida de tierras agrícolas irán orillando a que se busque el modo de producir alimentos en entornos hostiles que podrían llevar a la humanidad a obtener alimentos de los océanos y el espacio.
Para lograrlo, necesitarían cultivos hidropónicos y aeropónicos en condiciones extremas (desde desiertos hasta estaciones espaciales); por ahora se ha puesto a prueba la producción de proteínas en ambientes submarinos (como algas y proteínas acuáticas).
Esta tecnología destaca por asegurar la disponibilidad de alimentos frente a desastres climáticos o la expansión hacia nuevas fronteras.
Otro horizonte que también se están explorando abarca las experiencias multisensoriales en realidad virtual para simular sabores y aromas, transformando la manera en que percibimos los alimentos.
5. Inteligencia Artificial integrada
Para optimizar toda la cadena de suministro alimentario, desde la producción hasta el consumo, se ha optado por predecir de manera precisa la demanda de ciertos productos para evitar desperdicios a través de la IA.
Cada vez será más común que las recetas y productos personalizados se generen en tiempo real según preferencias precargadas. Del mismo modo, la digitalización de sistemas agrícolas completos con IA autónoma ayuda a maximizar la eficiencia.
Es así como ofrecerá sostenibilidad y efectividad en todos los niveles del sistema alimentario.
6. Proteínas alternativas de segunda generación
Más allá de las opciones disponibles actualmente como insectos o carne cultivada, surgirán alternativas aún más disruptivas. Algunas de ellas se basan en la fermentación de precisión, por lo que son creadas por microorganismos programados para producir nutrientes específicos.
Un ejemplo actual es el cultivo celular de mariscos y pescado sin impacto ambiental, incluso ya existen híbridos de proteína vegetal y animal para maximizar la eficiencia y el sabor.
Se espera que con esta tecnología se responda a la creciente demanda de proteínas sin comprometer los recursos naturales del planeta.
7. Alimentos inteligentes
Se pretende que los sensores avanzados vayan más allá del simple consumo para adaptarse a ciertos alimentos y puedan integrar la salud del consumidor con los sistemas de monitoreo.
Ejemplos como alimentos que se autodiagnostican para detectar contaminantes y sensores ingeribles que monitorean la salud desde el interior incrementarán la seguridad alimentaria y permitirán un control proactivo de la salud.
8. Circularidad total
Buscando eliminar por completo el concepto de desperdicio, esta tecnología se dará a la tarea de convertir subproductos alimentarios en nuevos productos, ofrecer alternativas de energía renovable generada a partir de desechos orgánicos, y reciclar de forma continua envases y materiales sin pérdida de calidad.
Así, se busca que los sistemas alimentarios sean más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.
9. Nutrientes hiperfuncionales
Dejando atrás a la era de los superalimentos, la evolución apunta hacia productos nutritivos y con efectos específicos en la salud mental y el rendimiento físico.
Algunas aplicaciones abarcan la producción de alimentos neuroprotectores que potencien la memoria y reduzcan el estrés, suplementos bioactivos integrados en alimentos cotidianos, y vitaminas personalizadas impresas por vía 3D.
Una vez más se trata de una tecnología que responde al creciente interés por la salud integral y el bienestar.
10. Sistemas alimentarios autónomos y conectados
La robótica avanzada y la conexión global garantizarán que los alimentos sean producidos, distribuidos y consumidos de manera eficiente, sin precedentes.
Bajo este concepto se conceptualiza la construcción de granjas autónomas gestionadas completamente por robots, la existencia de infraestructuras de distribución inteligente basadas en blockchain, y también la facilidad de que haya alimentos "bajo demanda" que sean entregados por drones.
Este enfoque tiene el objetivo de reducir tiempo, costos y desperdicios en la cadena alimentaria global.
Conclusiones
Con todo lo anterior, vemos que la siguiente década estará marcada por una integración profunda entre biotecnología, digitalización y sostenibilidad.
En un escenario optimista, para 2050 podríamos contar con cadenas alimentarias completamente sostenibles, donde la producción, distribución y consumo estén integrados en sistemas de economía circular.
Por otro lado, un escenario cauteloso podría advertir sobre la concentración de estas tecnologías en manos de pocos actores, con riesgos para la seguridad alimentaria global.
En el intermedio, la industria alimentaria no solo se adaptará a las necesidades de un planeta en constante cambio, sino que también asumirá un papel central en la transformación de las sociedades hacia un futuro más equitativo y resiliente.
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