Entrevista con Rafael Celorio, director general de La Costeña: Calidad de frente al futuro

Hace 100 años que La Costeña comenzó a escribir la historia que llevaría sus productos hacia el interior de millones de hogares mexicanos.

Todo empezó en 1923, cuando Don Vicente López tuvo la idea de comercializar chiles serranos encurtidos en vinagre dentro de botes al interior de su propia miscelánea en Tlatelolco.

El nombre de aquel establecimiento es el mismo que la compañía mantiene a la fecha, incluso ahora que cuentan con más de 30 líneas de productos diversas y tienen presencia en los cinco continentes.

El éxito de esta compañía no sólo se basa en el trabajo, tal y como lo dice Rafael Celorio, director general de La Costeña; también ha sido fundamental la visión que la empresa ha tenido para mantenerse innovando de cara al futuro.

Celebrar nuestros primeros 100 años sin duda nos llena de orgullo, pues hemos sido parte no solo de la historia de un país con una espléndida tradición culinaria, sino de las historias de las familias que han formado parte de esta compañía y que hemos estado presentes en su crecimiento personal, a la par que crece nuestro negocio”.

Los primeros pasos de La Costeña

Tras el éxito de Don Vicente López, en 1971 se fundó la primera planta de producción de La Costeña que abarca más de 18 hectáreas en el municipio de Ecatepec.

Mediante un proceso completamente automatizado les es posible hacerse cargo de estos procesos, sin intervención humana:

• Limpieza
• Llenado
• Pasteurización
• Empacado
• Seguimiento de protocolos de calidad
• Garantía de higiene

Las innovaciones tecnológicas con que cuenta esta planta permiten que la compañía se encuentre preparada para satisfacer las demandas que este mundo cambiante les exigirá para el año 2030.

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Puntos clave para el éxito

Para La Costeña siempre estuvo claro que no bastaba con tener un solo producto en todas las mesas del país, de forma constante han abierto su mercado para producir distintos tipos de ingredientes que facilitan la cocina, al mismo tiempo que han sido pioneros en puntos clave como:

• El sistema abre fácil
• Las latas apilables
• Producción en masa

Por poner un ejemplo, cada día producen 3 millones de envases. Si hablamos exclusivamente de sus tapas, se producen 3 mil 200 al minuto en cada línea de producción con la que cuentan.

Respecto a los chiles jalapeños que comercializan desde el inicio de sus tiempos, diariamente producen mil 200 toneladas. Asimismo, el vinagre en el que se conservan chiles es igual de importante para la marca y, al año, producen 50 millones de litros de este ingrediente.

Tecnología aplicada

Este centro de distribución de La Costeña está construido con ingeniería avanzada; que, entre otras cosas, tiene capacidad para:

• Almacenar 135 mil 968 pallets
• Realizar 4.4 millones de movimientos al año
• Distribuir el producto en el territorio nacional a través de 43 mil 884 viajes al año, con 600 rutas en todo el país
• Tener presencia en más de 77 países

En La Costeña® somos una gran familia que le da un sentido a lo que hacemos todos los días para ofrecer los mejores productos, conservados con las últimas tecnologías, enalteciendo los sabores de los platillos que nos dan identidad”, compartió Celorio.

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La sustentabilidad, siempre presente

Nosotros empezamos con la sustentabilidad hace 30 años, para nosotros no es una sorpresa que ahorita está muy de moda; antes de que exigieran las plantas de tratamiento de agua ya las teníamos, lo mismo con los paneles solares.

Siempre nos hemos tratado de adelantar. Sin embargo, aún no estamos al cien, todavía falta mucho por hacer, y en estos 100 años queremos recordar que vamos a seguir luchando por la sustentabilidad y el medio ambiente”, comparte el directivo.

Y es que, además de que las latas en las que se conservan los alimentos de la marca son sustentables, también su etiqueta está cubierta con un barniz biodegradable.

Incluso, al calentar dicho barniz a una temperatura elevada, pensaron en colocar equipamiento capaz de emplear dichos solventes y reusarlos nuevamente.

Aparte de que sirve para el planeta, sirve para la compañía. Todo lo que pienso que voy a hacer tiene que ser algo en lo que no perjudique a nadie, que sea sustentable”, destaca Celorio.

Control de principio a fin

Entre 2020 y 2022 cuando muchos fabricantes se enfrentaron a la falta de insumos para mantener el ritmo de sus operaciones, La Costeña tenía una mayor ventaja debido a que producen tanto los productos como los empaques y sus etiquetas en el mismo sitio.

En cuanto a materias primas que hicieron falta en ese periodo, podríamos mencionar al vidrio; por lo que, en algunos casos se hizo un rediseño del empaque. De ahí en fuera, los productos que tienen en el mercado se empacan con hoja de lata y cartón.

Por más que este desabasto implicara un aumento de costos, la compañía tomó la decisión de amortiguar el costo para no impactar a sus compradores. Y se sobrepusieron.

¿Qué prepara el futuro para La Costeña?

Esta compañía que ha sido reconocida como una de las 10 marcas mexicanas más valoradas por los millennials (según afirma el estudio Brand Asset Valuator® edición 2017) que además es una de las 10 mejores marcas de consumo masivo en México (de acuerdo a un estudio de Brand Footprint de Kantar Worldpanel 2022) tiene grandes planes para el futuro.

A largo plazo, se visualizan como una empresa global de alimentos, que si bien ya tiene presencia en cada continente, pretende reforzar sus lazos comerciales apoyándose en Vilore Foods, el socio estratégico que los ha acompañado por décadas.

Se prevé que en los siguientes años tengan mayor participación en el mundo árabe, pues a pesar de tener aceptación en Emiratos Árabes Unidos y Dubai, aún quedan países por agregar a su lista de distribución, al igual que en Sudamérica.

Desde luego, se mantendrán innovando en productos y empaques, teniendo bien en cuenta la sustentabilidad y las normas de inocuidad más estrictas que conducen a su calidad característica.

Cuando vamos a lanzar un producto hacemos mucho hincapié en el empaque con el que sale. A veces que nos equivocamos, no todo lo que hemos hecho ha sido un éxito. Sí hemos tenido muchos fracasos, pero eso nos ayuda a seguir adelante”, concluye el director.

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