Agricultores europeos no cesan a protestas a pesar de un próximo acuerdo

Desde inicios de 2024, agricultores de la Unión Europea (UE) han salido a tomar calles y carreteras manifestándose por los nuevos planes de la Comisión Europea (CE), en donde reclaman los siguientes puntos:

• El nuevo plan debilita los objetivos de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en un 30% relacionadas con la agricultura.
• Acusan a los responsables políticos de favorecer a agricultores que van más por intereses personales que por el cambio climático.

Al respecto, Copa-Cogeca, una organización que representa a los agricultores y las cooperativas agrícolas de la UE, festejó que después de varias semanas de protestas, la CE ya se abrió a un diálogo con agricultores para llegar a un acuerdo que favorezca a todos.

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Preocupaciones de agricultores a la Ley del clima europea

De acuerdo con el portal Food Ingredients First, a los críticos les preocupa que el texto final de la UE para 2040 destaca un recorte del 30% en las emisiones distintas de CO2 de la agricultura, como las emisiones de CH4 del ganado y las emisiones de N2O de los suelos.

Por lo cual sugieren que la reducción de emisiones para tener resultados favorables debe ser del 90%, con respecto a los niveles que se tenía en 1990.

Agregan que deben apoyarse en las nuevas tecnologías que prometen eliminar el carbono, en lugar de hacer recortes en combustibles fósiles que todos los agricultores necesitan.

La respuesta de las sugerencias a la Ley que tiene como meta una neutralidad climática de la UE para 2050, se verán después de las elecciones al Parlamento Europeo, previstas para junio de 2024.

Controversia entre agricultores y medio ambiente

Desde 2019 los agricultores se han manifestado por el descontento de las medidas gubernamentales, en especial los holandeses que se opusieron al cierre de granjas ganaderas para reducir el nitrógeno.

Agricultores alemanes también mostraron su descontento contra los planes de recortar los subsidios al diésel para los vehículos agrícolas, ya que los tractores son parte esencial de su trabajo.

Sin embargo, los ambientalistas señalan que el gobierno se ha inclinado a donde le conviene, modificando el plan para tener contentos a agricultores y olvidando el objetivo central de cuidar el medio ambiente.

Al respecto, Marta Messa, secretaria general de Slow Food, enfatizó que no se trata de "agricultura versus medio ambiente", ya que los agricultores dependen de la naturaleza para producir el alimento que comercializan.

La agricultura necesita un entorno sano para prosperar, especialmente suelos sanos. Sin embargo, más del 80% de los hábitats en Europa están en malas condiciones, y los rendimientos de algunos cultivos ya se han visto afectados.

Marta Messa, secretaria general de Slow Food.

Cambiar las dietas por el bien de todos

Ante la situación controversial, ambientalistas sugieren cambiar los estilos de vida, en donde se incluyan las dietas con menos consumo de producto animal para tener mejores resultados.

Sobre todo, reducir la ingesta de proteína animal sería un cambio notable para reducir las emisiones de GEI que se encuentran en el debate central, señalan ambientalistas.

Reineke Hameleers, directora ejecutiva de Eurogroup for Animals señaló que la transición hacia una agricultura más sostenible y con mayor bienestar animal puede ser una oportunidad para producciones familiares y pequeñas.

El bienestar animal también se debe favorecer con la nueva Ley

Un estudio reciente de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, encontró que la dieta vegana tiene sólo el 30% del impacto ambiental de una dieta rica en carne.

Aprovechando las sugerencias a la nueva Ley, el Eurogrupo de Animales advirtió que el nuevo plan no logrará tener un impacto positivo en las normas de bienestar animal, aspecto que se debe tomar en cuenta.

La directora mencionó que en las granjas industriales los animales son utilizados como herramientas, incapaces de exhibir sus comportamientos naturales, mientras sufren durante el transporte y el sacrificio.

Por lo cual se deberían de tomar en cuenta estos aspectos, que beneficien a todos, no sólo por el bien político, "están a tiempo de realmente crear un cambio en el futuro de la alimentación", concluyó.

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