Dentro de las 2 mil millones de toneladas de alimentos que se desperdician al año, se encuentra una importante cantidad de proteínas de origen vegetal, que podrían cubrir problemas de malnutrición en México.
Alimentos como la soja, el frijol y otras leguminosas, aportan nutrientes necesarios para el funcionamiento de nuestro cuerpo que, además, cuentan con una larga vida en anaquel que los hace perfectos para incluir en la alimentación diaria.
Así lo explicó Ana Cristina Leyva Gerente de inversión y gestión social del Banco de la Red del Banco de Alimentos de México (Red BAMX), en el webinar Consumo de proteínas de origen vegetal en la alimentación y la salud.
Brindando nutrición con paquetes de alimentos
Ana Cristina mencionó que la Red BAMX cuenta con varios programas para regresar a la cadena los alimentos que se podrían desperdiciar, uno de esos programas se encarga de elaborar paquetes de nutrición para personas con seguridad alimentaria.
Estos paquetes alimentarios tienen solamente el 10% de su valor, y están fortificados con fruta, frijol, arroz, pastas, atún, pan, entre otros, que se obtienen a través de donaciones y con nutriólogos que juntan los grupos de alimentos para crear un balance saludable.
Las proteínas vegetales han mostrado ser excelente para la nutrición de las personas, que al ser combinadas con otros grupos de alimentos como los cereales o verduras han mostrado tener beneficios a la salud.
La soja es una proteína vegetal que se debe de aprovechar
La gerente de Red BAMX señaló que en México hay mucho conocimiento de proteínas vegetales como el frijol, pero poco se aprovecha la soja, que ha mostrado que solamente media taza proporciona 50% de proteína.
Otra de las ventajas, de este bien llamado superalimento, es que tiene una variedad de preparaciones, sobre todo en su versión texturizada, que puede asemejar conceptos cárnicos que son gustados por las personas.
Panorama del desperdicio de alimentos en México
Leyva detalló que 30 millones de toneladas de alimentos que se producen en México se desperdician, aunado a eso hay 24 millones de personas con inseguridad alimentaria, que se refiere a seis de cada 10 hogares.
En el último año, 36 millones de toneladas de CO₂ fueron generadas por el desperdicio de alimentos, lo que equivale al contaminante de la flota vehicular de Ciudad de México, Jalisco y Nuevo León juntos.
A nivel mundial, el desperdicio de alimentos representa entre el 8 y 10% de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) lo que ocasiona una contaminación de CO2 de 36 millones de toneladas, por lo cual el problema no es pequeño.
Ante esta problemática, la Red BAMX, presente en 30 Estados de la República, rescata todo el alimento en su cadena de valor para poder utilizarlo antes de que se convierta en un contaminante y siga siendo un nutriente que es su principal función de existir.
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