La implementación de certificaciones en alimentos ha avanzado de forma continua para adaptarse a distintos mercados y a las necesidades de los consumidores, que, sobre todo, buscan productos que les inspiren confianza.
- Israel Millán, Sales Manager de las Unidades de Products y Systems en TÜV Rheinland de México, comparte en una entrevista exclusiva para The Food Tech cuáles son los puntos por destacar en este rubro.
Los retos en certificaciones para la industria de A&B
A pesar de que se ha gestionado la modificación de distintas normas y reglamentos en materia de inocuidad alimentaria, etiquetado y uso de materiales, aún hay empresas productoras que desconocen cómo apegarse a la ley.
Mientras que el desconocimiento del deber ser puede llevar a empresas productoras de alimentos y bebidas a caer en la ilegalidad sin saberlo siquiera, los consumidores pueden encontrar beneficios al estar informados sobre las normas establecidas por la ley, puesto que son creadas para brindar seguridad en distintas etapas de la producción alimentaria.
Al respecto, el especialista señala que los principales retos que enfrenta la industria alimenticia se relacionan con la concientización que deben tener las compañías al producir alimentos y empaques más seguros, que no estén contaminados ni sean dañinos para el consumo humano.
Sin embargo, no hay que perder de vista que la obligatoriedad no es inherente a todas las certificaciones o prácticas existentes. Este detalle puede generar falta de interés para implementar algunos esquemas y diseñar sistemas de capacitación adecuados en los que el personal que los ejecute se sienta parte de un ecosistema seguro.
Es un tema cultural del que todos somos participes y creo que la información es vital, que la gente esté informada de estos esquemas, que las compañías hagan conciencia de adoptarlos sin que sea obligatorio por parte de alguna entidad, y que nosotros como consumidores conozcamos eso, esa normativa, esas regulaciones para poder comparar y exigir en el mercado productos más seguros, y tengamos conciencia al manipularlos”,
comparte el experto.
“Muchas veces le dejamos esa responsabilidad al que produce o al nos vende el producto, pero en esta cadena también entra quien lo distribuye o lo entrega en un punto de venta. Lo mismo ocurre con nuestra responsabilidad como consumidores, ya que a veces no tenemos cuidado y puede ser que el producto esté bien, pero cuando llega a casa puede haber malas prácticas”, añade.
¿Cómo implementar certificaciones en alimentos?
Al reto del desconocimiento, se le suma el del presupuesto. En muchos casos, las compañías entienden la importancia de certificarse para avalar sus procesos y productos, mas no disponen de los recursos para realizar los ajustes necesarios que implica el proceso de certificación.
Algunos de los rubros en los que se diversifican las inversiones son:
- Capacitación
- Implementación
- Seguimiento de controles
- Adaptaciones y/o remodelaciones en planta
En muchas ocasiones las compañías consideran que al llevar cierto tiempo trabajando de una forma y vender sus productos como están, los exime de certificarse porque ya saben cómo hacer las cosas. Sin embargo, al entender que las certificaciones traen consigo beneficios, recapacitan:
Explicamos los beneficios para motivar a la gente, para que entren en nuevos mercados y los colaboradores sepan que están trabajando en un lugar seguro. Se les explica y asesora sobre qué esquema conviene más en base a lo que estén pidiendo, a lo que quieran lograr, porque existen varias opciones. Se les aclara el proceso y la inversión tanto en montos de inversión como en lapsos de tiempo”
Por si fuera poco, en caso de que hubiera apoyos económicos o incentivos por parte del gobierno y compañías grandes del sector, las pequeñas y medianas empresas se verían más motivadas para adoptar este tipo de esquemas y acceder a invertir en ellos.
"Algunas veces las organizaciones no saben por dónde comenzar. La respuesta puede ir desde lo más básico como pueden ser buenas prácticas de manufactura o de almacenamiento; lo mínimo que pide la ley, como puede ser la NOM-251. Lo puedo resumir en el desconocimiento de la aplicabilidad legal y normativa, de los esquemas de inocuidad que pueden ser muy particulares, pero a fin de cuentas el objetivo es lograr productos o un sistema inocuo”
Sin embargo, existe una delgada línea entre brindar asesoría y certificar a una empresa. Ambas partes no pueden ser brindadas por un mismo organismo, ya que habría conflictos de intereses de por medio.
Aunado a esto, existen compañías dedicadas a desarrollar el capital humano de las empresas, para que al interior de la organización entiendan los esquemas con los que deben alinearse y se desarrollen posiciones de auditorías internas con controles preventivos. Algunas de las temáticas que pueden atenderse desde este enfoque son:
- Buenas prácticas
- Control de alérgenos
- Inocuidad
- Microbiología, entre otras
Por si fuera poco, es prudente tomar en cuenta que en el ramo alimenticio, se recurre a certificaciones de distintos tipos:
- Por un lado, hay certificaciones en sistemas de gestión respecto a procesos en planta y capacitaciones.
- Por el otro, existen unidades de negocio enfocadas en certificar productos en contacto con alimentos desde laboratorios.
“Es en este último punto se abarcan aspectos como los empaques, ya sean plásticos, de cartón, papel y etiquetas. Mediante la tecnología de los laboratorios, se puede hacer un acompañamiento en ese proceso para estar alineados con normativas muy específicas para los productos”.
Beneficios de cumplir con las certificaciones en alimentos
La respuesta a esta interrogante, la da de forma muy clara Israel Millán: “La confianza que generas a todas las partes interesadas”.
Más allá de que llevar un proceso de certificación o auditorías de cumplimiento con requisitos de inocuidad genera confianza entre los consumidores, lo mismo ocurre para con los clientes, sobre todo si la empresa certificada es una compañía productora de materia prima.
Esto incluso llega a convertirse en una puerta hacia nuevos canales de distribución, que invitan a exportar y amplificar los envíos a nivel local.
En términos de necesidades básicas, estas son las recomendaciones del especialista para buscar certificaciones en relación a la industria alimentaria:
- Normas de manufactura como la NOM-251, de etiquetado como la NOM-051 y adoptar esquemas básicos de inocuidad o buenas prácticas como esquemas HAZOP o análisis HARPC con temas de microbiología, incluso opciones en camino hacia una certificación de un nivel avanzado como lo son FSCC, SQF, BRC y IFS.
“GFSI, que es la Iniciativa Mundial para la Inocuidad Alimentaria, ha desarrollado también esquemas como como Global Markets, donde si bien no conoces o no tienes todavía la capacidad de inversión para poder certificarte en un esquema acreditado o avanzado, adoptas esquemas que te lleven paso a paso para la madurez de tu sistema”, apunta.
Se espera que con estos principios el mercado se vaya adaptando a esquemas cada vez más robustos que conduzcan hacia la mejora continua.
“En cuanto a esquemas avanzados de certificaciones, se podrían mencionar ejemplos como FSSC 22000, SQF, BRC, IFS, GLOBALG.A.P o PrimusGFS”.
El papel de la sustentabilidad en las certificaciones de alimentos
Viendo a la sustentabilidad como un eje en el que las compañías necesitan transparencia en sus procesos y acciones que involucren a todas sus partes, las certificaciones en alimentos también han llegado a este nivel.
“Los esquemas sustentables son un abanico donde vemos medio ambiente, la seguridad y responsabilidad social en donde estamos operando físicamente. Lo relacionado a temas de sustentabilidad y certificaciones puede incluir servicios de asesoría en medio ambiente como ISO 14000 para temas de impactos ambientales, medición de huella de carbono y huella de agua y luz”, comparte el especialista.
Aunque queda un largo camino por recorrer para alcanzar la sustentabilidad como sociedad, es alentador ver que las actualizaciones en las normas y esquemas en cuando a inocuidad, cuidado ambiental, eficiencia energética están dirigidas hacia las mejoras.
Puede que los avances no estén ocurriendo a la velocidad que quisiéramos, sobre todo en una región como Latinoamérica donde los apoyos e inversiones suelen estar limitados. A pesar de eso “tenemos que seguir haciendo los esfuerzos necesarios para informar al mercado, para que la gente pueda exigir productos más seguros y esperar que la globalización nos ayude a no seguir rezagados”, concluye Millán.