La inteligencia artificial una vez más se hace presente en la industria alimentaria. Esta vez permitiendo la identificación de los residuos antes de depositarlos en los contenedores de reciclaje para clasificarlos adecuadamente, gracias a una app que se usa en la Unión Europea (UE).
Con esto, el proyecto RECICLA360 busca desarrollar un entorno digital, inteligente y colaborativo que mejore el proceso de reciclaje que hay en la actualidad en la UE, fortaleciendo toda la cadena de valor que está involucrada.
Esto se ha logrado por el financiamiento de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI) y liderado por la compañía de soluciones tecnológicas NUNSYS, pero también participan el Instituto Valenciano de Inteligencia Artificial (UPV-VRAIN) y por último el Instituto Tecnológico de Plásticos (AIMPLAS).
La cadena de valor involucrada en el reciclaje
El Parlamento Europeo ha establecido que al menos 55% de los residuos municipales deberán reciclarse para 2025, con el objetivo de tener un incremento del 60 o 65% para 2030 y alcanzar la meta de que el ciudadano consumidor también sea un ente de reciclaje.
Apoyados del entorno digital, y colaborativo, basados en algoritmos inteligentes que permitan determinar la naturaleza y origen del residuo para calificarlo en los conocidos contenedores: amarillo, gris y marrón, con la herramienta de visión inteligente no se tendrá errores a la hora de separar.
Una app con estrategias para el reciclaje
También se apuesta por la aplicación de técnicas de gamificación y persuasión que potencien y mejoren los hábitos de reciclaje de los ciudadanos a través de la app RECICLA360 que se creó para el proyecto.
El proceso de la app es muy fácil, el usuario toma una fotografía a su bolsa de basura, un servicio en la nube lo analiza y clasificará las imágenes en la plataforma inteligente para indicar el tipo de residuo y donde lo colocará.
Posteriormente, se lleva a las plantas de reciclaje como un sistema de gamificación que incentive el uso de la app, active pautas y comportamientos sostenibles, además de detectar errores o confusiones del ciudadano, con el fin de educarlo sobre sus hábitos ecológicos.
Educación sobre reciclaje
Dentro de la educación que brinda la app, los ciudadanos también pueden conocer acerca de los envases, si son de plásticos reciclables y reutilizables y cuáles son mejores o como se transforman de nuevo en una materia prima.
También conocer qué tipo de residuos son los más complicados de gestionar, sobre todo si estos no está bien clasificados desde su origen, un ejemplo son las cápsulas de café de aluminio, aunque muchas empresas proveedoras las reciben.
Con la educación pertinente se puede reducir el porcentaje de residuos que llegan a plantas de reciclaje, e incrementar la fracción orgánica que llega a las plantas de valorización.
El reto de las empresas
Las empresas que quieren sumarse a los proyectos sustentables pueden comenzar rediseñando sus empaques, ofreciendo materiales con ecodiseños, que tengan mayor grado de reciclabilidad como los que ofrece AIMPLAS preocupados por una economía circular.