Continuamente escuchamos que el cuidado del medio ambiente es indispensable para vivir; sin embargo, a la fecha continúan encontrándose resultados alarmantes con motivo de la actividad humana en diferentes ámbitos y ecosistemas.
Hoy, en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente reflexionamos sobre algunos sucesos con los que se hace evidente que el cuidado del entorno no sólo obedece a una agenda ambiental, sino que también afecta a la economía, a la seguridad alimentaria y a la vida misma.
Esta fecha se celebra desde 1972, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas se reunió en conferencia en Estocolmo, precisamente para poner sobre la mesa sus preocupaciones más severas en torno al medio ambiente.
Así como ocurre con otros días mundiales, cada año se proclama una temática distinta para enfocar la atención de la población en un tema específico. En esta ocasión, se busca reforzar el lema de "Una sola Tierra", con la finalidad de que haya eco en políticas gubernamentales y decisiones individuales que conduzcan a la sostenibilidad.
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El papel de la industria de alimentos como agente de cambio ante el cambio climático
Más allá de los efectos que causa el uso de energías fósiles en el medio ambiente y la salud, la industria alimentaria juega un rol fundamental en el beneficio o deterioro de los ecosistemas.
Por un lado, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha recomendado la reducción del consumo de carnes de origen animal. Esto, debido a que:
- La producción de carne requiere procesamiento, transporte, mantenimiento y otras actividades para mantener el terreno apto para esta actividad.
- La explotación de animales genera desechos que contribuyen a la formación de gases de efecto invernadero (GEI), además de que contamina grandes cantidades de agua y suelos.
- Incluso se ha limitado el consumo de carne ecológica, pues para su obtención es preciso disponer de terrenos cuatro veces más grandes.
Otro aspecto por considerar en la alimentación es la pesca, cuya extracción indiscriminada ha afectado las poblaciones que existen de algunas especies como:
- Anchoas
- Arenques
- Bacalao
- Ballenas
- Merluza
- Sardinas
En este caso, el cultivo de especies acuáticas parece la solución más evidente, pero pierde de vista que sólo aplicaría en especies de peces herbívoros, omnívoros o dietritívoros, pues aquellos que se alimentan de carne implicarían el sacrificio de una enorme cantidad de peces.
Por si fuera poco, en caso de que se cumpliera con las regulaciones de pesca sostenible, la demanda quedaría insatisfecha y eventualmente desaparecerían algunas especies.
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El cuidado del medio ambiente va más allá de los alimentos que seleccionemos
La alta demanda de cierto número de alimentos ha propiciado su producción a alta escala, lo que impide que se tenga acceso a una dieta variada donde se usen ingredientes de la región y la temporada.
Esto mismo ocasiona que las zonas productoras de alimentos estén lejos de los centros de producción y tarden aún más en llegar al consumidor final. Lo que implica mayor contaminación generada por el proceso de transporte, sobre todo, cuando es necesario usar refrigeración.
Del mismo modo, el empaquetado es una pieza fundamental en esta problemática. El uso de etiquetas y contenedores eco amigables ha sido un punto relevante en la agenda de distintos países, por dos motivos:
- Por los desechos que contaminan el entorno
- Por el uso de materiales no biodegradables
Descuidar el medio ambiente también tiene un impacto económico
La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que la contaminación pasa factura de 8 mil millones de dólares cada día a nivel global. Esta cifra equivale entre el 3 y 4% del Producto Mundial Bruto, y nos habla de la extrema urgencia con la que el tema debe ser tratado.
Aunado a esto, sería egoísta olvidar que no somos la única especie en el planeta. La concentración de GEI limita la cantidad de luz a la que tienen acceso las plantas y ocasiona lluvias ácidas, lo cual vuelve a girar en nuestra contra al causar pérdidas de siembras.
A decir de esto, el Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés) apunta pérdidas del 3% de las cosechas de maíz en México, así como del 26% de las cosechas de avena, 14% de frijol y 15% de sorgo.
Por si fuera poco, el Informe Anual sobre Políticas Energéticas realizado por la Universidad de Chicago reveló que en América Latina algunos países como Perú, Colombia, Brasil y Bolivia están expuestos a niveles críticos de contaminación. Por ello, se estima que 300 millones de latinos respiran concentraciones de partículas 3 veces mayores a las que recomienda la OMS.
Para tratar de contrarrestar semejante escenario, The Climate Reality Project América Latina ha dado a conocer algunas acciones que se pueden implementar para contrarrestar estas problemáticas. Algunas de ellas son:
- Impulsar la movilidad eléctrica y compartida
- Realizar una transición hacia energías renovables
- Impulsar programas de control de emisiones para mejorar la calidad del aire
Entre las reflexiones a tomar en cuenta están:
- La necesidad de conservar la flora y fauna de áreas naturales para el desarrollo de la vida
- La relevancia de la preservación del material genético pasado, actual y futuro
- La interacción entre cada organismo de la cadena alimenticia para fortalecer cada ecosistema
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