En el marco del día internacional de la sanidad vegetal celebrado cada 12 de mayo desde el año 2021, se reflexiona sobre la importancia de tener en cuenta lo indispensable que resulta el suelo del que obtenemos alimentos.
Si bien, actualmente predominan tendencias de consumo en las que se prioriza la ingesta de alimentos y bebidas a base de vegetales, se sabe que las verduras y hortalizas han formado parte de la dieta humana desde tiempos inmemorables.
La cercanía de este grupo de alimentos a la especie humana es tan estrecha, que según apuntan datos de Statista, en el mundo se producen 1.154,6 millones de toneladas de verduras.
Entre estas cifras, Asia es la principal región productiva en cuanto a verduras se refiere, y China es el país cuyo mercado se ha expandido más debido al comercio de verdura, cuya derrama económica fue de 84.670 millones de dólares en 2021.
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Sanidad vegetal = futuro sostenible
Dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que la Organización de las Naciones Unidas planteó para el año 2030, se fijaron metas para eliminar el hambre, acabar con la malnutrición, reducir la pobreza y minimizar el daño al medio ambiente.
Ante todos estos propósitos, se vuelve indispensable replantear el modelo de agricultura que se ha elegido durante décadas para mejorar la productividad en distintos sectores y brindar a los consumidores datos sobre la trazabilidad de lo que ingieren, con la finalidad de que tengan certeza sobre la seguridad de los alimentos que consumen.
El uso de agroquímicos y fertilizantes ha sido una medida polémica en este sentido, pues se ha presentado tanto como una solución ante las plagas y enfermedades que acechan a los cultivos, así como un agente que ha llegado a comprometer la salud de quienes trabajan con ellos, así como entre quienes consumen los productos obtenidos de dicha actividad.
En la búsqueda de alimentos sanos, nutritivos y de calidad para la población mundial, el uso de biofertilizantes se ha posicionado como la alternativa más amigable con el entorno, cuyos efectos han sido agradecidos tanto entre productores como por consumidores de la industria alimenticia.
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El valor de la biodiversidad en la sanidad vegetal
El equilibrio entre cada ecosistema se logra mediante la interacción de cada uno de sus personajes activos. En el caso de los vegetales y su biodiversidad, mucho se debe a la labor de los polinizadores, tanto vertebrados como insectos:
- Colibríes, murciélagos y ratones entran en la categoría de los vertebrados.
- Mientras que abejas, abejorros, avispas, escarabajos, hormigas, mariposas y moscas se encuentran entre los insectos que cumplen con este rol.
De todos ellos, las abejas y los murciélagos son los que reciben mayor crédito. Incluso, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha reconocido que las abejas se encuentran detrás de la polinización del 70 al 85% de las plantas con flor en bosques y selvas.
Sin embargo, su labor se ha puesto en riesgo debido al uso de insecticidas, la plaga de Varroa destructor (una especie de ácaro) y monocultivos que reducen sus colmenas. Del mismo modo, factores como los incendios forestales, la tala de árboles desmedida y la pérdida de hábitats repercuten en sus comunidades.
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Plantas y alimentación
Gracias a la biodiversidad en distintos ecosistemas es posible obtener distintas fuentes de recursos alimenticios:
- Entre ellos, las verduras frescas aportan ingresos de 646.120 millones de dólares a nivel mundial.
- Statista también reporta que a nivel global se consumen 421.263 millones de kilogramos de verduras frescas.
Respecto a las hortalizas, se sabe que hay por lo menos 58,3 millones de hectáreas dedicadas a su cultivo en el mundo; además, el valor de sus exportaciones llega a los 87.097 millones de dólares.
Aunque las papas son las hortalizas que más se consumen, las verduras de hoja verde son aquellas que generan mayor derrama económica".
Hoy en día, se sabe que la industria de alimentos es una de las que genera mayor impacto sobre la ecología, pues las emisiones de gases de efecto invernadero que se producen a partir de sus actividades productivas representan el 26% de las que se miden a nivel mundial.
Sin embargo, también se sabe que la pérdida de bosques es casi tan grave. Según apunta The Nature Conservancy, la deforestación es causante del 15% de las emisiones de CO2 en el mundo.
Por ello, la sanidad vegetal no es un aspecto que deba pasar desapercibido, tanto para los jugadores de cualquier industria como a los consumidores, más allá de si siguen o no algún régimen vegano, vegetariano, flexitariano o no. Después de todo, el bienestar del planeta nos beneficia o afecta a todos; sin él, nadie saldría ganando.
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