La industria alimentaria a nivel global tiene como prioridad seguir su operación y fortalecer la importancia de la cadena de valor en medio de la contingencia derivada del Covid-19. Por esta razón, los especialistas ya pueden apreciar las tendencias y hábitos de consumo de alimentos que protagonizarán la industria en un futuro próximo.
Expertos del Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA) coinciden en que en un futuro reciente la industria alimentaria se adaptará a las directrices que dejará la pandemia del Covid-19. Destacan que uno de los primeros cambios es la flexibilidad de las empresas.
Además, se vislumbra a la digitalización como una importante herramienta comercial y de comunicación. El formato de libre servicio tomará fuerza y el consumidor apostará por productos de cercanía y por marcas que les inspiren confianza.
Esta crisis ha reorganizado las prioridades en todo el sector, por ello la alimentación estará más enfocada hacia la salud, en sentido, la tendencia se enfoca hacia la alimentación personalizada y, sin duda, la automatización de las plantas de producción permitirá adaptarse a las necesidades del consumidor.
La seguridad alimentaria es esencial, por eso el consumidor valorará más la trazabilidad y la transparencia de las compañías. Si bien se estará cuidando la salud, también habrá espacio para productos originales y para aquellos que aporten placer. En este nuevo contexto, serán relevantes el e-commerce y la apuesta por productos asequibles.
Tendencias de hábitos de consumo alimentario
Los especialistas del CNTA han identificado cinco tendencias que están en constante sondeo para observar cómo puede ser el futuro más inmediato de la industria alimentaria a nivel mundial.
- Mayor preocupación por dietas que tengan un impacto en la salud. Hay un aumento notable en la búsqueda de alimentos funcionales y alimentos que ayuden a reforzar el sistema inmunitario. Surge el concepto Food for immunity.
- Las proteínas vegetales o las alternativas a productos de origen animal, en la encrucijada.
- En un escenario de compra más racional y con un mayor criterio económico, se intuye que el consumo de productos alternativos puede frenar su crecimiento, principalmente en el segmento del consumidor flexitariano y de más edad.
- El e-commerce se revolucionará. Cadenas de distribución se unen con empresas fuertes del delivery para dar respuesta a la demanda. Fabricantes y distribuidores comienzan a repartir directamente al hogar, por ser la única manera de algunos para subsistir.
- La sostenibilidad seguirá siendo uno de los factores de consumo. Habrá conciencia de que cada acto de consumo tiene unas consecuencias en su entorno. El costo de lo que se consume no se reduce solo a lo que se come. Además, el plástico se convierte en garantía de seguridad para el consumidor.
Es importante subrayar que la proteína vegetal cuenta con grandes inversiones y que, pese a que quizá se frene un poco su aceleración, tendrá peso y convivirá con la proteína animal, ofreciendo por tanto productos complementarios.
Finalmente, el consumidor tendrá mucho más en cuenta alimentos que impacten en su salud y analizará quién está detrás del producto que consume, por lo cual apostará por empresas con las que comparta valores.
Fuente: Interempresas