España.- Los consumidores cada vez se preocupan más por adquirir productos que les ayuden a hacer frente a problemas como el cambio climático y los conflictos geopolíticos.
- Estos últimos afectaron las cadenas de suministro y de producción de la industria de alimentos, el vino y la hostelera.
Por ello, estos sectores se han dado a la tarea de innovar en sus procesos de manufacturas o la formulación de sus productos como una forma de alinearse con los nuevos hábitos del consumidor, que cada vez más va en busca de mercancías que tengan un menor impacto ambiental.
Esta situación generó nuevas necesidades en los compradores, lo que provocó que algunas industrias se hayan adelantado a ellas implementando estrategias como la ampliación en la caducidad de sus productos, aplicando o mejorando los sistemas de conservación de alimentos.
Además, buscan añadir ingredientes que tengan un efecto refrescante y apoyando estos lanzamientos con campañas de sostenibilidad medioambiental, tal y como la campaña “Vaya valla” lanzada por la cervecera Heineken.
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Las tendencias en la industrias de alimentos
Por otro lado, los problemas derivados de las modificaciones del clima o los efectos de la guerra hicieron que los precios de los energéticos sufrieran una escalada sin precedentes, lo que provocará que en próximos meses se establezca una tendencia a la búsqueda de productos alimentarios “ahorradores”.
Los consumidores, conscientes de la problemática ambiental actual, recurrirán a aquellas empresas alimentarias que sean punta de lanza de cambios importantes en la sociedad, así que, para satisfacer sus expectativas, deberán establecer enfoques activistas y orientados a los resultados.
Asimismo, en los últimos tiempos, los estilos de vida más cercanos al vegetarianismo, como el flexitarianismo, o la concienciación de un consumo responsable de carne se están arraigando en las prácticas alimenticias de muchos españoles.
Los consumidores cada vez buscan más los "procesados buenos", esas conservas o platos preparados que no cuentan con una gran lista de ingredientes y no tienen (o casi no tienen) aditivos ni ingredientes no deseados, como el azúcar.
Un ejemplo de esta preocupación es el desarrollo de “Snoot”, un dispositivo creado por la diseñadora de producto Harriet Almond para combatir el desperdicio de alimentos basándose en su propia frescura, gracias a un detector de aromas que permite identificar los compuestos volátiles que los alimentos expulsan al degradarse.
Las empresas hosteleras
Para 2023, según los expertos, el color Pantone que será tendencia es el “viva magenta”, este derivado del rosa marcará la tendencia, por lo que será uno de las más utilizados en más de un producto, diseño de etiqueta o packaging, ya que, según el neuro-marketing, hace que se relacione con productos más saludables e instagrameables.
Los encurtidos y productos fermentados son tendencia. Desde la Kombucha, que llegó en el año 2019 como un nuevo “super-alimento”, no para de crecer y se seguirá viendo como una referencia a este tipo de productos en el 2023 en la Alta Gastronomía.
La salud y la sostenibilidad también serán parte de las tendencias en este sector y es que, según el estudio “Observatorio 2022 de la Restauración de Marca”, elaborado por Marcas de Restauración, The NPD Group y KPMG en España, desveló que los consumidores en el territorio español reclaman, entre otras, medidas referentes a la reducción del desperdicio alimentario (42%) y la no utilización de envases de plástico (38%).
Otra inclinación que también entrará con fuerza para 2023 es el consumo de productos locales y de temporada, apostando así, por mover la economía de las regiones locales y dar exposición a pequeños productos.
El estrés hizo que el crecimiento de la obesidad en España se dispare. La preocupación de muchos padres por la salud de sus hijos es un problema real y que muchas veces condiciona el dónde acudir a comer. Restaurantes de fastfood ya incluyeron en su carta opciones veganas y saludables, algo que es una realidad y que a lo largo del 2023 crecerá como una tendencia de restaurantes de todo tipo y condición.
El sector del vino
Dentro de la industria del vino el color naranja se posicionará como una tendencia. Los vinos de este color son blancos que se elaboran siguiendo los procesos de los vinos tintos sin quitarle los hollejos para que el mosto se tiña de la propia piel. El tono que se consigue abarca una paleta cromática muy grande, desde los amarillos y dorados, hasta el naranja más intenso.
La sostenibilidad, el medioambiente y el veganismo también serán parte de las tendencias en esta industria. La búsqueda de vinos ecológicos, bodegas energéticamente autosuficientes, reducción de la huella de carbono, envases sostenibles, materiales reciclados, certificaciones medioambientales o veganas será fundamental para este 2023.
Este año se podrán descubrir las primeras bodegas realizadas en alguno de los entornos del Metaverso. En este nuevo mundo virtual podrán realizar eventos como catas, demostraciones, guías turísticas o presentaciones de nuevos productos. La ventaja de estas actividades es poder llegar a consumidores de cualquier parte del mundo.
Uno de los objetivos en los que el vino viene peleando, es la reducción del grado alcohólico. Los consumidores cada vez buscan más este tipo de producto sin sacrificar sabor y no sólo bodegas, sino muchas D.O’s buscan una modificación en su regulación que permita obtener productos de menor carga alcohólica y más saludables.
La crisis en el abastecimiento de vidrio obligó a las empresas a innovar en el envasado de sus bebidas. El vino en lata se posiciona como una de las tendencias más fuertes en este rubro, no solo en la industria del vino en España, sino en países de Latinoamérica como Argentina o México, que ya tienen marcas que dentro de sus portafolios usan la lata como el envasado principal.
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