- En años recientes, los consumidores se han enfocado más en la ingesta de proteínas alternativas como la carne vegetal, la carne vegetal mixta, los insectos o la carne cultivada.
Este interés va impulsado con la necesidad de consumidor por disminuir los efectos climáticos y tener un enfoque más orientado al trato ético con los animales.
AINA, especialista en soluciones integrales de innovación y tecnología, realizó un estudio para conocer la situación actual del consumo de carne y de proteínas alternativas, así como de la percepción que tienen los consumidores acerca de las fuentes de proteína que son alternativas a las de origen animal.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) o el IPCC (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático) de la ONU, entre otras, recomendaron el aumento del consumo de proteínas plant-based y la reducción del consumo de carne para hacer frente a esta crisis climática.
Estas sugerencias llegan después de que se observó que el crecimiento de la población mundial y el cambio climático serían los principales factores que pongan en peligro a los sistemas alimentarios actuales, por lo que es necesario hacer un cambio hacia un modelo de consumo sostenible.
Te puede interesar: Innovan micelios de hongos para proteínas alternativas
La transición a las proteínas alternativas
La concienciación de los consumidores acerca del impacto que tienen sus hábitos de consumo en la situación medioambiental, es lo que ha provocado la transición hacia hábitos de consumo más sostenibles. Según los datos del informe “Percepción del consumidor sobre proteínas alternativas” elaborado por AINIA reveló que:
- Cuatro de cada cinco consumidores redujeron el consumo de carne en los últimos dos años.
- Los tres tipos de carne de los que más se ha reducido el consumo son: ternera/vacuno, cerdo y cordero.
- Además, uno de cada tres consumidores muestra una disposición bastante o muy favorable a reducir el consumo de carne en un futuro próximo.
Dicho estudio también evidenció que para el comprador, algunos de sus principales motivos por los que redujo el consumo de proteína animal son principalmente porque tienen una percepción de que su precio es elevado, consideran que no es saludable consumir mucha carne o por motivos de bienestar animal.
AINIA pudo ver con su estudio que las mujeres, en comparación con los hombres, disminuyeron su ingesta de carne debido a problemas digestivos; y las generaciones más jóvenes (Generación Z y Millenial), acortaron su alimentación a base de carne, en mayor proporción que los consumidores de más edad (Generación X y Baby boomer), por la preocupación que tienen respecto al bienestar animal y el impacto medioambiental.
Cambiar los hábitos de consumo
Por otro lado, y con el fin de que los españoles sean más conscientes a cerca de los alimentos que consumen, el Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), emitió una serie de recomendaciones basadas en la reducción del consumo de carnes rojas, procesadas, y lácteos para priorizar las carnes de ave, conejos, así como una mayor ingesta de legumbres.
De acuerdo con el Comité Científico, los españoles consumen actualmente entre dos y cuatro raciones de lácteos al día, por lo que se hizo la recomendación de reducirlo de cero a tres porciones sin azúcares añadidos y sin alto contenido en sal.
Asimismo, las carnes rojas se consumen de dos a cuatro veces por semana, la AESAN indicó que es posible reducirlo de cero a tres porciones y darle mayor preferencia al consumo de carnes blancas como el conejo o las aves. Asimismo, pidió aumentar las raciones semanales de legumbres de dos a cuatro a un mínimo de cuatro.
Los retos del sector de las proteínas vegetales
Las ventas de proteínas vegetales o mejor conocidas como alternativas de carne a base de plantas (PBMA) se estancaron después de un crecimiento constante en 2020, lo que indica que hay algunos desafíos clave que las marcas deben superar.
El 77% de los consumidores está de acuerdo en que la carne es un componente clave de una dieta estadounidense, y el 62% está de acuerdo en que es un ingrediente para una alimentación saludable.
El interés en las dietas reducidas en carne, como el flexitarianismo, aumentará con el tiempo a medida que los consumidores consideren las implicaciones climáticas de sus elecciones de alimentos, lo que a su vez impulsará la demanda de productos PBMA y PBP naturales.
Te puede interesar: Así se lucha contra el fraude alimentario en el mercado de proteínas alternativas