La pandemia de Covid-19 ha traído cambios significativos en la vida, los retailers han sufrido con el confinamiento, es por eso que ha tenido que innovar y repensar la forma en la que operan de cara a la nueva normail. Desde su logística y trato con los proveedores, hasta su operación diaria y las ventas.
La industria del retail es uno de los sectores que no se han detenido desde el inicio de la emergencia sanitaria, y es que su labor por proveer de abarrotes, víveres y productos de primera necesidad a todas las personas se ha considerado como un negocio de primera necesidad, como son los servicios de salud y financieros.
De acuerdo con dunnhumby, empresa de ciencia de datos del sector, hay ocho tendencias claras que están redefiniendo a los retailers a nivel internacional y local, que crecerán en los siguientes meses de la nueva normalidad:
- Valor como decisión de compra: La presión financiera impulsa un comportamiento más frugal y de cuidado al gasto entre los compradores, mayor uso y menos desperdicio de insumos, principalmente alimentos. El consumidor busca reducir sus gastos y mayor valor por su dinero.
- La compra en tiendas locales será un reto para el futuro: Los supermercados locales y pequeñas tiendas de conveniencia han aumentado progresivamente sus ventas, debido a que la población prefiere no alejarse mucho de casa para hacer las compras. Se hacen menos salidas para abastecerse y se visitan menos tiendas (se ha reducido el fenómeno de cross-shopping).
- La comida se seguirá preparando en casa: Los hábitos de alimentación de la gente también se han transformado con el correr de la cuarentena. Principalmente hemos visto un crecimiento entre 50 y 60% en la gente que hoy cocina cada comida desde cero.
- Un punto de inflexión para las ventas en línea: El uso de herramientas digitales sigue en aumento y esto impacta favorablemente el comercio electrónico. Tan sólo en México, durante la pandemia se ha visto que hasta un 38% de las visitas semanales a supermercados se hace en línea, y se estima que el e-commerce en este segmento creció un 5% entre mayo y junio.
- Mayor expectativa por lo digital: Además del e-commerce, se espera que la expectativa de los clientes por las herramientas digitales se incremente, buscando opciones para hacer compras más rápidas, seguras y con menor contacto físico.
- Atención a la imagen pública: El público estará muy atento a las acciones de los retailers, esta es una oportunidad para los supermercados de mostrar su compromiso hacia la población con iniciativas de beneficio a comunidades, como apoyo a grupos vulnerables y productores locales, las cuales serán apreciadas y valoradas por los clientes.
- Un mercado fuerte a la vista: Conforme la economía se contrae, existe una competencia más feroz. Los tenderos más pequeños se enfrentarán a mayores dificultades, mientras las grandes cadenas verán beneficios por su escala: veremos alianzas globales que les permitirán operar de manera más eficiente y comprar líneas clave de productos en grandes volúmenes.
- Nuevas tendencias en salud y bienestar: En línea con el punto anterior, las personas están tomando en cuenta más su salud a la hora de hacer las compras. No sólo al comprar más productos de limpieza del hogar e higiene personal, también en su elección de alimentos en la búsqueda de un estilo de vida más saludable y fortalecer su sistema inmune.