El consumo de hortalizas en Latinoamérica está en constante crecimiento, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el consumo per cápita de hortalizas en Latinoamérica aumentó de 93,3 kilogramos en 2000 a 110,5 kilogramos en 2020.
Este crecimiento está impulsado por una serie de factores, como:
- La creciente conciencia sobre los beneficios para la salud de las hortalizas:
Son una fuente importante de vitaminas, minerales y fibra dietética, se ha demostrado que el consumo de hortalizas reduce el riesgo de enfermedades crónicas, como las enfermedades cardíacas, el cáncer y la diabetes. - Tendencias de consumo:
Está cambiando los hábitos alimenticios de las personas en Latinoamérica. Las personas que viven en zonas urbanas tienen más acceso a una variedad de hortalizas y están más familiarizadas con los beneficios para la salud de estas. - La diversificación de los hábitos alimenticios:
Las personas en Latinoamérica están adoptando una dieta más diversa, que incluye más hortalizas, esto se debe a una serie de factores, como la influencia de la cultura occidental, el aumento del poder adquisitivo y la globalización.
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Innovación en la producción y distribución de hortalizas
Para satisfacer esta demanda, la innovación en el cultivo y distribución de hortalizas se ha vuelto esencial, técnicas como la agricultura vertical y los sistemas de distribución eficientes son solo algunas de las soluciones adoptadas por las empresas líderes en el sector.
Estos avances no solo mejoran la sostenibilidad, sino que también garantizan la frescura y calidad del producto final.
Oportunidades para la industria alimentaria
El crecimiento del consumo, ofrece oportunidades para la industria alimentaria como:
- El desarrollo de nuevos productos y servicios que satisfagan las necesidades de los consumidores
- La promoción de los beneficios para la salud de las hortalizas
- El apoyo a la producción sostenible de hortalizas
Además, el empaquetado de hortalizas también ha evolucionado, por la tendencia hacia materiales biodegradables y etiquetado informativo refleja la demanda de los consumidores por productos sostenibles y transparentes.
Este cambio representa un desafío y una oportunidad para las empresas enfocadas en la innovación y la responsabilidad ambiental.