Las empresas de bebidas alcohólicas se están apoyando en la inteligencia artificial (IA) para desarrollar nuevos productos, para optimizar sus operaciones y para hacer frente al cambio climático.
Aunque su aplicación aún está en sus primeras etapas, esta tecnología tiene todo un potencial por explotar en todo lo relacionado con la elaboración de vinos, cervezas y licores.
Uno de los usos más visibles de la IA en la industria alcohólica es en la formulación de nuevos productos. Incluso, ya se han lanzado cervezas creadas con la ayuda de recetas generadas por IA, con plataformas como Microsoft Copilot AI como aliadas.
Las marcas están desarrollando algoritmos para analizar grandes volúmenes de datos para simular diferentes mezclas y recibir recomendaciones sobre las fórmulas que tienen mayor probabilidad de éxito. Así como para determinar las características químicas de los ingredientes.
El resultado de algunas innovaciones por el uso de esta tecnología ha sido el desarrollo de whiskies afrutados entre los consumidores que tradicionalmente prefieren sabores ahumados, por citar un ejemplo.
Este enfoque no solo acelera el proceso de desarrollo de nuevos productos, sino que también minimiza el riesgo de fallas para su posicionamiento en el mercado.
También se recurre a esta tecnología emergente para conocer las preferencias y comportamiento de los consumidores. Con la información recabada, las empresas diseñan estrategias de precios más efectivas y realizar promociones específicas para determinado perfil.
Estos sistemas pueden identificar patrones de compra, predecir tendencias y ajustar las estrategias de marketing, en tiempo real para maximizar los ingresos.
Mejora de la Eficiencia Operativa
Más allá del desarrollo de productos y marketing, la IA está desempeñando ayudando a optimizar la eficiencia operativa, así como para mejorar los procesos de producción y gestión de inventarios. La automatizar tareas administrativas y de back-office también están siendo mejoradas.
En la producción, los sistemas de IA pueden analizar datos en tiempo real para ajustar los parámetros de fabricación y detectar posibles problemas antes de que afecten la calidad del producto.
Esto incluye el monitoreo de procesos, como la fermentación para el caso de las cervecerías o la maduración en bodegas para los vinos.
La gestión de inventarios también se beneficia de la IA, que ayuda a prever la demanda y ajustar los niveles de stock. Con los sistemas predictivos, las marcas de bebidas espirituosas pueden optimizar sus cadenas de suministro, reduciendo costos y mejorando la disponibilidad del producto.
Aliado para la resiliencia climática
Ante los climas extremos a nivel mundial y su impacto negativo en la agricultura, las marcas de bebidas espirituosas recurren a la inteligencia artificial para adaptarse a los patrones climáticos impredecibles.
Los ingenieros informáticos están aprovechando esta herramienta para simular distintos escenarios climáticos futuros, basados en la suposición de "qué pasaría si".
Esto les permite tomar decisiones informadas, anticipándose a algún efecto adverso y adaptar sus estrategias de cosecha, mejorar los métodos de riego, optimizando así el rendimiento durante la temporada de cosecha.
En torno al riego agrícola, esta tecnología avanza con el monitoreo de la presión del agua y en la detección de posibles problemas, tales como los daños causados por la fauna en las plantaciones.
Los datos recopilados se analizan mediante modelos de IA que ofrecen recomendaciones sobre cómo resolver problemas de manera eficiente.
IA ayuda a prevenir escenarios climáticos
Algunas marcas globales utilizan la tecnología para combatir la invasión de las polillas europeas. Una cámara toma fotos dos veces al día, que luego son procesadas por IA para identificar y predecir el crecimiento de los insectos.
Con los datos obtenidos vía IA se pueden emprender estrategias para proteger viñedos con prácticas más sostenibles.
Ahora es posible combinar datos microclimáticos, como humedad, viento y presión atmosférica, con pronósticos meteorológicos de hasta 10 días.
“Los programas de IA en una tableta de mano se pueden utilizar para mostrar a los trabajadores exactamente dónde deben podar una vid sin dañarla. Ello que significa que las personas menos calificadas o experimentadas pueden asumir la tarea”, indica un estudio de IWSR.
Agrega que esta aplicación es especialmente relevante a medida que muchas de las regiones vinícolas del mundo lidian por encontrar trabajadores de viñedos asequibles y calificados.
Las empresas están investigando las formas en que las máquinas autónomas pueden llenar algunos de los vacíos.
Según el proveedor de datos e ideas IWSR, el crecimiento de la industria de bebidas alcohólicas, proyectado para este año y para 2025, sigue siendo limitado.
En Estados Unidos, la tendencia es aún más pronunciada, con los adultos jóvenes bebiendo menos alcohol que las generaciones anteriores.
La cerveza, en particular, ha experimentado una caída en el consumo a su nivel más bajo desde 1999. Mientras que la industria de licores, una de las más resilientes, registró su primera disminución de volumen en casi 30 años.
"Aunque todavía está en sus primeros días, está claro que la IA se puede utilizar en muchas áreas del negocio. Es importante conocer dónde estarán las mayores ganancias, luego centrar la inversión en los casos más exitosos", comentó Emily Neill, COO de Investigación de IWSR.
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