La inflación se traduce en cambios en el consumo masivo de alimentos.
En la realidad latinoamericana del tercer trimestre del año, se evidencian fuertes aumentos de precios que afectan a prácticamente todas las categorías de la canasta. Estas alzas tienen hoy un protagonismo en la región mayor que la crisis global desatada en septiembre, cuya dimensión es aún difícil de estimar.
Si bien todos los países de la región viven procesos inflacionarios, su correlación en el consumo es distinto en cada caso.
Algunos países continúan con la tendencia positiva de recuperación de su gasto, como Brasil, Bolivia y Venezuela, en donde los hogares cuentan con un presupuesto mayor que en otros años, lo que les permite afrontar las alzas.
Una situación distinta se vive en México, Argentina y Chile, en donde el aumento de precios, combinado con un mayor pesimismo entre los consumidores, hicieron retroceder las compras de bienes básicos.
Cambios en las estructuras de canales
La inflación también se tradujo en cambios en la estructura de canales. En algunos casos, como Colombia, el presupuesto acotado obligó a realizar mayor cantidad de visitas al canal tradicional, para sus compras de proximidad.
En otros países, como Argentina, Bolivia y Perú, el canal moderno se expandió, derivado tanto de las acciones generadas por las cadenas, como por la búsqueda de una mejor relación precio-volumen.
De cara a los próximos meses, es de esperar que la resonancia de la crisis global sea mayor en la región, impactando de manera negativa en la economía y elevando los niveles de preocupación entre los consumidores.
Caso Argentina
En 2008 las expectativas y el humor juegan un papel clave en el consumo de los hogares argentinos. A fin del año pasado, el 49% de los individuos, el valor más alto de los últimos 4 años, esperaba que este año sea mejor que el pasado.
Sin embargo, a raíz de la inflación y de un conflicto político/ institucional, el primer semestre cerró con el Índice General de Expectativas Económicas en su nivel más bajo en años, y una disminución en el consumo en volumen de la canasta en los últimos meses.
Los meses de julio y agosto fueron los dos peores meses del año para el consumo. En septiembre se desató la crisis global, y si bien impactó en el humor de los argentinos o fue inmediato, el saldo negativo de los eses de julio y agosto hizo que el cierre del tercer trimestre muestre un tímido aumento del 7% en el gasto total, mientras que el incremento de precios del mismo período fue del 18%.
Frente al aumento de precios, los niveles socioeconómicos bajo y marginal fueron los más castigados. Su gasto trimestral de 240 dólares no pudieron contener los incrementos de precios.
Los hogares precisaron reducir sus volúmenes de compra, y lo hicieron aumentando el lapso de tiempo entre compras.
Durante el tercer trimestre del año realizaron un 5% menos de visitas que el año anterior, principalmente resignando compras de proximidad o consumo inmediato. En consecuencia, el canal tradicional perdió penetración, como consecuencia de la menor convivencia entre canales, lo que desencadenó en que los discounts, hiper y supermercados aumenten su participación de mercado, de la mano de mejores ofertas y precios más competitivos.
Los alimentos secos crecieron, pero sufrieron una fuerte desaceleración. Los rubros con peor performance versus el 2007 fueron las bebidas y los lácteos. Estos últimos tuvieron aumentos de precios más altos que la media.
Se puede prever que frente a la inestabilidad internacional, en los próximos meses el miedo a perder el empleo volverá a ser una preocupación para los argentinos, lo cual afectará sus decisiones de consumo, buscando la ecuación que les permita adecuar cantidades al gasto disponible.
Consumo masivo en Bolivia
Bolivia no estuvo exento al aumento de precios. No obstante, durante el tercer trimestre los hogares bolivianos, contaron con más dinero producto de las remesas y los bonos populares extendidos por el gobierno lo que ha permitido que éstos aumenten su consumo en valor a pesar del incremento de precios que han tenido los principales productos de la canasta familiar.
Mientras que en otros países de la región los hogares se encuentran realizando desembolsos menores, en Bolivia sucede lo contrario, sin embargo existe una mayor dosificación del consumo que esta afectando la frecuencia de compra en Alimentos Básicos.
Todos los niveles socioeconómicos expandieron su gasto, y fue el nivel medio el que realizó el mayor impulso en el consumo. A su vez, la ciudad de Santa Cruz se desarrolla con mayor fuerza que las ciudades de La Paz y Cochabamba duplicando el crecimiento de las mismas.
De los diferentes segmentos de la canasta, los más dinámicos fueron alimentos secos y bebidas, seguidos por los productos de cuidado del hogar.
Lácteos como la leche y el yogurt tuvieron un trimestre muy positivo en cuanto al aumento del gasto. Otras categorías con destacable desempeño fueron el café, jugos, cocoas, achocolatados, té, mate y bebidas gaseosas.
Cocoa y refrescos líquidos aumentaron su penetración, llegando a más hogares. En cambio el resto de las categorías crecieron por un aumento del gasto por ocasión.
Por otro lado, todas las categorías vienen creciendo positivamente en Autoservicios, un canal que si bien se encuentra poco desarrollado en el país, año a año viene aumentando su participación de mercado, en detrimento del tradicional, que continúa siendo el canal principal.
El escenario del consumo masivo en Bolivia, aún no ha sufrido el cimbronazo global, y todavía disfruta de crecimiento en valor de dos dígitos.
Medidas para evitar el impacto en Brasil
Durante los últimos meses el gobierno de Brasil tomó medidas para evitar el impacto de la crisis mundial en el país, a través de tres ejes: la inyección de crédito, la modificación de los plazos para el pago de impuestos y la protección de los bancos.
Dentro del primer aspecto se encuentra el otorgamiento de crédito para bienes de consumo, la ayuda financiera a los fabricantes de automotores, la facilitación de capital para la construcción y el financiamiento de la zafra en la agricultura.
El consumidor se encuentra cauteloso sobre sus compras. Las alzas de precio impactaron directamente en el bolsillo del consumidor.
Sin embargo, el tercer trimestre tuvo un ligero crecimiento en cuanto al consumo de la canasta. Las noticias sobre la crisis mundial aún no tuvieron efecto negativo en las compras de los hogares.
Durante este período, el gasto en la canasta creció un 6.5%, y el precio medio un 8%. Todos los niveles socioeconómicos realizaron su aporte en esta expansión, pero fue la punta de la pirámide la que tuvo mejores resultados.
Uno de los rubros que más se expandió fue el cuidado personal, tendencia que se dio todo el año, acumulando un crecimiento del 9% en valor desde enero.
Las categorías con mejor performance durante los últimos 3 trimestres fueron: aceite vegetal, leche saborizada, jabón en barra, leche en polvo, colonia y desodorante; todas con un aumento del gasto mayor al 18% vs. el año anterior.
El consumidor está expectante de la situación global y de la del país, buscando siempre equilibrar su presupuesto, por eso los resultados del próximo período volverán a depender tanto del humor de los consumidores como de las variaciones de precios.
Escalada de precios en Chile
El Banco Central estima que el PIB 2008 cerrará en torno a 4%, muy por debajo del 5.1% apuntado en 2007 y lejos de las proyecciones iniciales de 2008 que auguraban un PIB del orden de 5%.
La inflación del año 2007 fue 7.8%, un indicador muy elevado si consideramos que el país estaba acostumbrado a un Índice de Precios al Consumidor del orden del 3%. La escalada de precios persistió en 2008 y las estimaciones de inflación para este año rondan el 9%.
Este contexto venido a menos, afectó el humor de los chilenos, provocando una contracción del consumo y traslados de gastos de productos más suntuarios a los de primera necesidad. Además, el alza de precios en productos básicos modificó la preferencia de los consumidores en cuanto a marcas, potenciándose las compras de segundas marcas y marcas propias.
En el análisis del acumulado anual, el consumo se contrae 3% en volumen y la caída es transversal a todos los segmentos socioeconómicos, aunque con mayor fuerza en los segmentos medios C2 y C3. El consumo cae principalmente porque se redujo la cantidad de visitas de compra a los distintos canales (menor frecuencia de compra), y se mantuvo del volumen por ocasión.
El consumo desciende más en el interior del país que en la capital, fundamentalmente porque los precios crecieron más rápido en las Provincias, debido al aumento de los costos de trasladar productos hacia estas regiones.
Por efecto del aumento del precio, prácticamente todos los canales incrementaron su facturación (8.5%). Los que más crecen son Distribuidores (para compras de mayor tamaño y ganar tiempo a la inflación) y Ferias Libres, que resuelven la compra de reposición pero en cercanía.
Se evidencia un consumidor mucho más racional y planificado que en años anteriores, visitando más canales para resolver sus compras, en búsqueda de las mejores ofertas y relación precio/unidad.
En el tercer trimestre, la disminución del consumo se acentúa. Cae un 6% en volumen, afectando a todos los grupos socioeconómicos, y siendo más pronunciada en Provincias que en Región Metropolitana.
Los rubros cosmética, bebestibles y alimentos tuvieron el menor desempeño, este último con el mayor aumento de precios (+38%). Hubo compras menos asiduas en todos los rubros, pero el más afectado fue Bebestibles fríos.
Categorías que más crecieron en Colombia
Al tercer trimestre de 2008 la canasta de Colombia generó un 38% más de gasto en comparación al mismo periodo de 2007, aunque hay que anotar que si bien hubo más consumo, la principal causa del mayor gasto obedece a la inflación.
Las categorías que más crecieron en gasto en lo que va del año son: los Limpiadores debido a factores de precio y cambios de variedades en el consumo del hogar por marcas con mayor valor; el maquillaje, que mejoró sus niveles de penetración; fragancias, que crece bajo todas las perspectivas; los jugos industrializados y el arroz.
El arroz tuvo una variación en el gasto del 66%, principalmente por que a comienzos de año hubo desabastecimiento, por las alzas en los precios de los agro insumos derivados del petróleo y por un paro camionero que se tradujo en una especulación de precios.
Los incrementos en el precio no desestimularon directamente el consumo de la canasta, pero terminaron afectando los hábitos de consumo de la mayoría de nuestros hogares, ya que se percibe una tendencia a dosificar los volúmenes adquiridos por acto, llevando menores cantidades con una mayor frecuencia.
Esta tendencia se percibió en los canales, beneficiando a los de proximidad como los minimercados, cuya facturación fue un 105% mayor.
Además, la coyuntura inflacionaria hizo que, en búsqueda de precios más bajos y consumos de menor cuantía con una mayor frecuencia, las grandes cadenas terminen perdiendo participación.
Variación de la canasta en Ecuador
El PIB de Ecuador tiene un crecimiento proyectado para 2008 del 6.2%, y una inflación acumulada a octubre del 8.7%, más del doble que la de 2007. En cuanto a la situación política, este año hubieron muchos cambios, con la aprobación de la nueva constitución, a través de la cual muchos organismos del Estado están conformándose.
Con relación al consumo, la canasta muestra una variación del 21% al comparar el tercer trimestre de 2008 con el mismo período del año pasado. Una de las canastas que más crece es la de cuidado personal, mientras que la que muestra el menor desarrollo es bebidas.
La categoría que más crece es maquillaje, que aumenta su penetración y ticket. Le siguen las fragancias, también llegando a más hogares y con una compra más asidua.
En tercer lugar se encuentran jabón de lavar ropa y leche líquida, siendo el aumento de precio el driver de estas dos últimas.
La categoría con la caída más pronunciada es Tintes, debido a un menor desembolso por compra; seguida de Jugos en Polvo, que llega a menos hogares; y bebidas gaseosas, que perdieron frecuencia de compra.
En cuanto a los canales de compra, los que más se expanden son los Hipermercados, seguidos por los super, a ritmo menor. Los mayoristas también aumentaron su participación, debido a un mejor desembolso por acto de compra.
El crecimiento de las cadenas de hiper se da por un aumento de penetración y ticket, acompañadas por la apertura de nuevos locales. El perfil de la nueva clientela tiene base en el estrato medio, con hogares de 3 o 4 personas, con amas de casa de 35 años en adelante, y con hijos menores de 12 años. Asimismo, su mayor expansión se dio en la zona de Guayaquil.
Confianza del consumidor a la baja en México
La economía mexicana sigue muy ligada al ritmo de los vecinos del norte. A pesar de que la importancia de exportaciones hacia Estados Unidos ha disminuido en los últimos 8 años, siguen siendo el 80% del total. Es decir, casi una tercera parte del PIB, por lo cual el impacto de la crisis fue más rápido que en otros países.
La confianza del consumidor va a la baja, y está íntimamente ligada a el deterioro económico de la economía doméstica y sus perspectivas de mejoría propia y del país. A esto se le suma que cada vez los hogares en México destinan un mayor porcentaje al pago de deudas.
Hasta 2006, el rubro de Alimentos, Bebidas y Tabaco disminuía su importancia en el gasto familiar. En este momento, Alimentos, Bebidas y Tabaco es el rubro con mayores niveles de inflación.
En comparación con el tercer trimestre del año pasado, este año la canasta LatinPanel sufrió una inflación del 9%. Esto tuvo un importante impacto sobre el consumo, lo cual se refleja en un aumento del gasto medio por hogar de sólo un 2.7%.
Las bebidas fueron el rubro con peor desempeño, y a su vez una de las que tuvo los mayores incrementos en precio. Su gasto medio retrocedió un 8%, evidenciando la necesidad de los hogares de hacer frente a otras prioridades.
Otro de los efectos de la inflación fue la disminución de los volúmenes por ocasión de compra, principalmente en las grandes ciudades de 150 a 500 mil habitantes. Y si bien los hogares realizan compras más frecuentes, estas no alcanzan para compensar la caída en el tamaño de la cesta.
Consumo masivo crece apalancado en Perú
Perú es uno de los países de la región con mayor crecimiento económico esperado para 2008. A pesar del incremento de precios, los hogares están pasando por una buena situación económica, lo que se ve reflejado en el aumento de su gasto.
El consumo crece apalancado por el nivel socioeconómico C, especialmente en las Provincias. Este año se observó una descentralización en el país y las empresas están apostando a esta región.
Entre las categorías que más crecieron en la canasta se encuentran: arroz, leche, bebidas gaseosas, detergentes y jabón de tocador. El driver fue el volumen por ocasión, a excepción de bebidas gaseosas que mejoraron la frecuencia de compra. Las categorías que sufrieron efectos inflacionarios más marcados fueron: los fideos, el arroz y el aceite. Los hogares aumentaron ligeramente las compras de estos alimentos porque se pasaron al segmento granel, manteniendo la misma frecuencia de compra.
El mercado de aceites envasados de Lima viene creciendo por motivo de la gran demanda del biodiesel y aumento de precios de las materias primas en todo el mundo, lo que está obligando a las empresas a cambiar sus estrategias tradicionales por aquellas que les ayuden a mantener un nivel adecuado de rentabilidad y ocasionando que se incremente la competencia.
El canal predilecto del peruano es el tradicional, compuesto por las bodegas y mercado de abastos.
Sin embargo, los hogares están comenzando a incrementar su consumo en Autoservicios. Los hogares que compran en este último canal mejoran su frecuencia de compra. Es aquí donde se comienza a sentir el “boom” de los Autoservicios en el mercado peruano. Este potencial del canal moderno se enlaza con el crecimiento de Provincias, que muestra un alza constante.
Desde mediados del 2007, la llegada de complejos comerciales parece haber transformado la cara del norte del Perú. Los habitantes de provincias han elevado su calidad de vida y consumo a partir de la llegada del retail moderno, representado por centros comerciales nuevos, incrementándose también los centros de recreación -cines y esparcimiento-, mejorando las ofertas de empleo, precios y crédito.
Precios del petróleo continúan bajando
Con relación a la situación económica de Venezuela, se experimenta una menor demanda de energía, especialmente petrolera, en medio de la desaceleración de la economía mundial, por lo que los precios del petróleo continúan bajando, luego de que habían alcanzado los niveles históricos más altos.
A pesar de que el impacto de la Crisis Financiera Mundial será menor en la economía venezolana; el gasto público se reducirá debido a que los precios del petróleo tenderán a la baja, desacelerando la economía y el consumo.
Por otro lado, la aceleración inflacionaria lleva ya varios meses, siendo el sector de alimentos el que más se muestra afectado.
En los últimos meses, la economía nacional ha estado sometida a un aumento sostenido de la liquidez, en parte por el elevado gasto del gobierno, producto de ser un año electoral.
Durante el tercer trimestre, aún no se sienten los impactos de la crisis, y la canasta logra salir del escenario contractivo en el que se hallaba. Los hogares de bajo ingreso son los que reactivan el consumo, y los problemas de desabastecimiento se han venido superando, incidiendo en la cantidad de stock en los establecimientos.
Sin embargo, por el aumento de precios de los alimentos, el descenso de los precios del petróleo y la inestabilidad internacional, se espera para lo que queda de año y para el próximo, una reducción del nivel de consumo del venezolano, quién tendrá que redimensionar y priorizar su gasto para la satisfacción de las necesidades básicas.