Un equipo de investigadores internacionales reveló un hallazgo interesante: el consumo de alimentos con concentraciones microbianas más altas (alimentos fermentados) puede contribuir a mejoras significativas en la salud.
Este estudio, basado en datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) de 2001 a 2018, realizada en Estados Unidos, demostró que el consumo de alimentos fermentados se asoció con una presión arterial más baja, un índice de masa corporal (IMC) más bajo, una circunferencia de cintura reducida y niveles de glucosa en plasma sanguíneo más bajos.
Tal vez no sea sorprendente que muchos estudios nutricionales tiendan a converger en el mismo consejo. Por lo general, esto se centra en comer una diversidad de alimentos, con un enfoque en alimentos frescos, fermentados y no procesados (como la dieta mediterránea)”, explicó Colin Hill, investigador de APC Microbiome Ireland en el University College Cork y autor principal del estudio.
Durante mucho tiempo se asociaron los beneficios de los alimentos con su contenido nutricional, y más recientemente, con su impacto en el microbioma intestinal. Sin embargo, en la actualidad se está explorando una nueva idea: la diversidad microbiana en los alimentos podría tener un papel importante en la salud.
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La fortificación de los alimentos fermentados
En el estudio transversal, publicado en The Journal of Nutrition, los investigadores clasificaron más de nueve mil alimentos y los clasificaron en tres categorías según el contenido de microbios vivos. Los resultados mostraron que las personas que comían alimentos con una mayor abundancia de microbios tenían una mejor salud general en varias medidas diferentes.
Se descubrió que aquellos que consumen alimentos fermentados tienen una presión arterial más baja, una inflamación más baja y niveles más bajos de triglicéridos. Además, se observó que los niveles de colesterol de densidad de lipoproteínas (HDL), comúnmente conocido como colesterol "bueno", son más altos en aquellos que consumen más alimentos fermentados.
A pesar de estos hallazgos, Joanne L. Slavin, coautora del estudio y profesora del Departamento de Ciencia de los Alimentos y Nutrición de la Universidad de Minnesota destacó que es importante tener en cuenta que estos alimentos contienen más que solo microbios, y que otros componentes también podrían conferir beneficios para la salud.
Los productos lácteos fermentados son una de las principales categorías de 'microbios vivos' en la dieta de los Estados Unidos, y sabemos que los productos lácteos también son fuentes ricas de proteínas, calcio y vitamina D”, continuó Slavin.
¿Alimentos sucios?
Los autores advierten que hay una diferencia entre los alimentos fermentados y los alimentos "sucios", o alimentos que no están preparados adecuadamente para el consumo. La intoxicación alimentaria puede ser un problema grave, por lo que las personas deben cocinar adecuadamente carnes y mariscos, beber leche pasteurizada y solo consumirlos de forma correcta.
La experta Slavin afirmó que se espera que este estudio "avance el campo" más allá de simplemente examinar los efectos de los microbios en el microbioma y muestre todos los beneficios para la salud que los alimentos fermentados pueden proporcionar.
La fermentación de los alimentos también se ha utilizado tradicionalmente para mantener los alimentos seguros, por lo que es importante enfatizar el conocimiento de los procedimientos seguros de su manipulación.
Es importante destacar que la investigación actual no solo está examinando los efectos de los microbios en los alimentos fermentados, sino que también está evaluando los efectos de otros componentes. Se espera que estos estudios ayuden a proporcionar una comprensión más completa de cómo los alimentos fermentados pueden afectar la salud.
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