El mundo cambiará en los próximos 30 años, no obstante, las tendencias de consumo comienzan a vislumbrarse desde ahora debido a la aceleración por los alimentos saludables que se ha pronunciado a partir de la pandemia.
La necesidad de contar con un sistema alimentario justo, saludable y respetuoso con el medio ambiente son factores que se vuelven contundentes para definir cómo serán las dietas de los humanos en 2050, explica Marcela Leal, especialista en tecnología de los alimentos de la Universidad Maimónides, ubicada en Buenos Aires, Argentina.
La experta explica que los humanos duplicarán su consumo de frutas, verduras, legumbres y semillas, en tanto, el consumo de productos de origen animal, sobre todo carne, además del consumo de azúcar.
Esta tendencia dará un auge al aumento de consumidores vegetarianos, sobre todo entre las generaciones más jóvenes, quienes desde ahora muestran mayor preocupación por los temas relacionados con el medio ambiente, declaró la experta durante su participación en el webinar ¿Hacia dónde va la industria de la tecnología para la producción de alimentos?, organizado por TecnoFidta.
En el mundo hay cerca de 600 millones de vegetarianos de acuerdo con la Unión Vegetariana Internacional, y con el aumento que se prevé, las empresas de la industria alimentaria tienen la oportunidad de responder a las necesidades de estos consumidores con innovación.
En este sentido, Mariana Sánchez, del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), añadió que las empresas de la industria alimentaria deberán responder a las necesidades de los consumidores con la aplicación de nuevas tecnologías.
Sánchez destacó que las compañías deberán adoptar tecnologías que permitan dar tratamientos a las proteínas que se obtienen de hongos, leguminosas o incentivar la carne cultivada, para lo cual deberán adoptar métodos que les permitan imitar la textura y sabor de la carne de origen animal.
Para que los productos análogos, no sólo la carne, las empresas del sector deberán poner atención en los ingredientes –como fibras, colorantes y proteínas-, para su elaboración, dado que el desafío es tener el producto mejor logrado.
Las especialistas destacaron que también es momento de atender los cambios en las pirámides nutricionales, que además de los alimentos a base de plantas y semillas, también van integrando el consumo de infusiones y agua.
A esto se añadirá la adopción de sistemas dentro de la economía circular, que permitan el aprovechamiento de todos los insumos que se emplean dentro de las cadenas productivas, por lo que habrá un impulso para las empresas locales con producción ética y ecológica.