El término envejecimiento saludable se emplea mucho en círculos académicos y políticos; sin embargo, y sorprendentemente, no hay consenso sobre lo que ese concepto podría abarcar o cómo se lo podría definir o medir.
A menudo se lo utiliza para referirse a un estado positivo, libre de enfermedades, que distingue entre individuos saludables y no saludables. Esta distinción es problemática en la vejez debido a que muchas personas presentan una o más afecciones que están bien controladas y tienen poca influencia en su capacidad de funcionamiento.
En el Informe mundial sobre el envejecimiento y la salud, publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se define el envejecimiento saludable como el proceso de fomentar y mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez.
Por lo tanto, al plantear la meta de una estrategia de salud pública sobre el envejecimiento, dicho organismo considera el envejecimiento saludable en un sentido amplio, basado en el curso de la vida y en perspectivas funcionales.
El envejecimiento como tendencia y sus demandas
El envejecimiento saludable se está convirtiendo rápidamente en una tendencia de nutrición básica a medida que crece la población mundial de personas mayores. En el centro de atención de esta tendencia están:
- Demandas de inmunidad
- Mantenimiento de las funciones cognitivas
- Salud y vitalidad del corazón
- Fuerza
Para los especialistas de la industria, ser viejo no significa automáticamente enfermedad e inactividad. Por lo que la capacidad de continuar con las actividades normales cuando el envejecimiento es una de las principales preocupaciones de los consumidores mayores de 55 años.
Prueba de ello es que los consumidores se están centrando aún más en la prevención a través de un estilo de vida activo y una dieta equilibrada. Esto ahora se considera más importante que el tratamiento. Por ejemplo, siete de cada diez personas mayores de 65 años dicen que toman medidas activamente para hacer que su nutrición sea más saludable.
Ingredientes utilizados en la alimentación de adultos mayores
Dentro del espacio de envejecimiento saludable, los botánicos más populares son los antioxidantes y las hierbas depurativas, que incluyen algunos extractos de hoja perenne para retrasar aún más el reloj interno.
Los potenciadores del metabolismo y los extractos para mejorar la homeostasis de los lípidos, el colesterol y los carbohidratos también son populares debido a la ralentización fisiológica del metabolismo del cuerpo.
Además, los estimulantes del sistema inmunológico están en tendencia, ya que existe una tendencia bien conocida de senescencia inmunológica que causa más infecciones y dolencias relacionadas con el sistema inmunológico en las personas mayores.
Los ingredientes que atienden a la salud inmunológica son tendencia en la actualidad, en parte debido a la pandemia. Razón por la cual las empresas se centran en la mejora de las mejores técnicas agronómicas para aumentar los rendimientos de compuestos activos.
Esto incluye, por ejemplo, el desarrollo de prácticas agrícolas en zonas de montaña y la sostenibilidad de toda la cadena de suministro, para garantizar extractos botánicos con el fitocomplejo más rico y seguro.
Hábitos para el envejecimiento saludable
Son varios los factores que influyen en la calidad de vida de las personas mayores y muchos de ellos implican hábitos que es importante tomar desde la juventud. A continuación, presentamos una serie de hábitos que ayudan a los mayores para fortalecer su organismo y fomentar un envejecimiento saludable.
- Realizar actividad física periódica. Con la edad los músculos pierden algunas de sus células quedando debilitados. Procurar que realice un entrenamiento regular es fundamental para mantener la masa muscular y retrasar así la sensación de fragilidad y la dependencia.
- Llevar una dieta equilibrada. La salud depende en gran medida de la dieta. Una buena nutrición es esencial para conseguir un envejecimiento saludable. Reducir las grasas y aumentar el consumo de fruta, verduras y fibra es algo que se puede empezar a aplicar a la dieta de la persona mayor desde hoy mismo.
- Realizar chequeos médicos periódicos. El cuerpo es una máquina y como tal necesita pasar revisión de vez en cuando. Es recomendable visitar al médico de cabecera periódicamente para que pueda controlar el estado de salud general.
- Entrenar la mente: No solo hay que mantener el cuerpo activo, también es importante hacerlo con la mente. Realizar ejercicios de memoria sencillos como recordar la lista de la compra o memorizar teléfonos ayudará a ejercitar el cerebro y mantenerlo en forma durante más tiempo.
- Dejar los malos hábitos. El tabaco o alcohol contribuyen al riesgo de padecer enfermedades que deterioren la salud física y mental. Acabar con estos hábitos cuanto antes hará que el organismo pueda recuperarse lo antes posible de los efectos negativos de estos hábitos.
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