La crisis por el
Covid-19 ha trastocado la vida de las personas y sus
hábitos de compra no son la excepción, comenta Andrés Chehtman, analista senior de investigación en la consultora
Euromonitor International.
El canal de retail había tenido un crecimientos de 5%, pero con la pandemia ha tenido afectaciones, el crecimiento será menor, lo que ocurrirá con algunas marcas Premium, explica Chetman, durante su participación en el webinar ”Industria de alimentos envasados: un nuevo escenario para el consumidor”.
“En la industria de alimentos y nutrición vemos que el coronavirus ha acelerado algunas tendencias y frenado otras. Hay efectos de corto plazo y de largo plazo y habrá hábitos que se van a mantener”, declara Andés Chehtman, durante su participación en el foro en línea organizado por el Food Tech México.
Los
consumidores se han centrado en
comprar productos
no perecederos, lácteos y galletas, dice el analista de la consultora Euromonitor International. No obstante, hay
menos compras de impulso y en
kioskos, lo que provoca que las ventas de
snacks, como papas fritas o chicles se vean afectadas durante la pandemia, mientras que otros productos, como las leches saborizadas, fueron reemplazados por polvos chocolatados.
Con el confinamiento y la entrada en la nueva normalidad, los consumidores seguirán haciendo sus compras a través de canales de comercio electrónico, se mantendrán las ventas de productos de consumo básico, como arroz y pastas.
Por el otro lado, los consumidores han dejado de lado las compras de productos de valor agregado y marcas Premium porque suelen tener un costo mayor, se ha frenado el consumo de algunos lácteos.
Para mantenerse en el juego, de acuerdo con el especialista, las empresas productoras de alimentos y bebidas deben considerar que “deben armar bien su logística para enfrentar la alta demanda, concentrarse en alimentos básicos y poder estar disponibles en canales de comercio electrónico”.
Andrés Chehtman declara que el coronavirus tiene un impacto sin precedentes en cuatro principales frentes:
• Entorno macroeconómico. Considera la caída de la economía de los diferentes países en el mundo, así como el desempleo y el cierre total de algunas industrias como la restaurantera y el turismo.
• Cadenas de abastecimiento. Por las medidas de distanciamiento social, las personas permanecen en sus casas, lo cual llevó a que realicen menos compras pero que lleven carritos más llenos. Esto también tiene un impacto, dado que causó la falta de algunos productos en los estantes de los comercios.
• Canales de distribución. Con el confinamiento los consumidores hacen menos compras, esto quiere decir que visitan con menor frecuencia las tiendas de retail, al tiempo que han dado un impulso a las compras en canales digitales.
• Impacto en el consumo. Las personas hacen menos visitas a los súper y llevan una mayor cantidad de productos, pero como consecuencia de las afectaciones a la economía adquieren mercancías que tienen un costo menor.