La descarbonización es el proceso de reducción de emisiones de carbono, sobre todo de dióxido de carbono (CO2), a la atmósfera. Su objetivo es lograr una economía global con bajas emisiones que consiga la neutralidad climática a través de la transición energética.
Actualmente los impactos del cambio climático son cada vez más rápidos e intensos en el medio ambiente y la salud humana. De acuerdo con el informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU, una alerta roja para el planeta establece al año 2050 como un punto sin retorno para la crisis climática.
El impulso mundial por la descarbonización representa una oportunidad para que la industria de alimentos y bebidas construya ventajas económicas y sociales, a partir de energías más rentables y ecológicas.
Según la FAO, este sector es consumidor de importantes cantidades de energía para los procesos de climatización y refrigeración. Siendo el responsable de dos tercios de las emisiones de gases de efecto invernadero mundiales.
Al respecto, Oscar García, Head of Growth de Enlight, señala que las energías renovables suelen estar a expensas de la situación geográfica. En entrevista para The Food Tech, el directivo destaca que México está por encima de muchos países a nivel global en temas de generación de energía.
“Hoy en día existen muchísimas alternativas a nivel nacional. Para que las empresas empiecen a cambiar la manera en la que consumen energía y la manera en la que están recibiendo energía”, indica.
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Impulsar a las empresas a la descarbonización
García destaca que la corresponsabilidad entre empresas y gobiernos debe ir enfocada a impulsar a las industrias hacia la descarbonización. “Y por otro lado, estamos viendo un mercado cada vez más consciente. Entendiendo que el 72 % de los consumidores allá afuera ya prefieren marcas que tengan prácticas sustentables”.
Entonces las empresas cada vez se están viendo obligadas a cambiar ciertas prácticas e identificar las políticas que tienen los gobiernos. Pues algunas son más agresivas o menos agresivas hacia la descarbonización.
“Pero debe haber corresponsabilidad a lo largo de la cadena de consumo. Tanto a nivel planeta a través de los foros de cambio climático, bajado a nivel de gobierno, empresa y consumidor”, expresa el directivo.
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Transición hacia la energía solar
“Nuestro objetivo como empresa y como voz en la industria es educar a los consumidores en función de:
- Impactos ambientales
- Costos
- Beneficios
Al final, la industria lo único que tiene que hacer es revisar los casos muy específicos de cada cliente”, dice.
El costo de la energía perce dentro del costo del producto representa entre un 5 % y 15 20 % del costo total de la producción de un alimento. “¿Qué quiere decir esto?
Que se trata de un producto que tiene muchísimo insumo eléctrico, eso beneficia a las empresas que se cambian a energías renovables. Les va a hacer mucho más sentido en temas económicos, porque van a lograr disminuir todo ese porcentaje de impuesto a temas de renovables”, agrega García.
El directivo comenta que, ante el panorama actual en el mundo, con la subida de los precios de la gasolina y del gas, esto se está viendo con ciertos productos que se han encarecido en estas últimas semanas debido a los acontecimientos internacionales por su dependencia a los energéticos de origen fósil.
“Sencillamente es darle la oportunidad a los renovables, investigar acerca de la solución, siempre optamos por encausar la elección del consumidor final y que entienda:
- Qué es la energía solar
- Cuánto cuesta
- Cómo funciona
- Cuánto va a ahorrar
Además, cuál es el impacto ambiental de lo que está adquiriendo y cómo van a ser los beneficios en su cadena de producción, entonces es algo lo que estamos tratando de hacer”, enfatiza.
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Tendencias sustentables en la cadena de suministro
De acuerdo con el Head of Growth de Enlight, lo que viene para temas de descarbonización de la industria alimenticia en específico, “primero es el cambio de maquinaria de combustión de gas, porque se ocupa muchísimo el gas en el tema alimenticio.
Es decir, cómo cambiar de lo análogo al tema eléctrico y una vez que se haga ese cambio es ahora del eléctrico, del convencional, con energías fósiles, cómo cambio de energía. Entonces se va a empezar a pintar cada vez más este cambio hacia la electrificación de los procesos 100 %”, indica.
García dice que la segunda parte es el tema de continuidad operativa, cómo almacenar energía de manera eficiente. Uno de los grandes dolores que tiene la energía renovable es que puede ser muy intermitente, entonces eso genera un poco de incertidumbre.
Por ejemplo, las empresas ponen paneles solares, pero pasaron muchísimas nubes y en ese momento decayó un poco la eficiencia de generación de los paneles solares. Sin embargo, con la batería lo que hace es que pasa una nube, entra la batería que antes ya almacena energía solar y no lo van a sentir.
Significa que la fábrica va a estar operando al 100 % siempre, no va a percibir que es una nube, o que hubo lluvias, o que es de noche.
“Entonces lo que sigue en temas de industria alimenticia es descarbonización de la maquinaria. Luego descarbonización de la energía y luego almacenamiento de energía. Eso es lo que nosotros estamos viendo específicamente a nivel industrial tomando en cuenta que tenemos más de diez clientes muy grandes a nivel de esta industria,” finaliza.
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