La primera encuesta global anual de SALTS de Ajinomoto revela la verdad sobre las actitudes de los consumidores hacia el sodio y revela que ellos quieren que otros resuelvan el problema por ellos. Los consumidores consideran que el alto consumo de sodio es un problema de todos los demás menos el suyo propio. Eso lo publicó la encuesta global SALTS (Sodium Alternatives and Long-Term Solution) publicada por Ajinomoto Group.
La encuesta SALTS se llevó a cabo en siete mercados globales en América del Norte, Europa y Asia-Pacífico para comprender las actitudes de los consumidores hacia el sodio. Así como identificar oportunidades para desarrollar asociaciones y herramientas para reducir el consumo de sodio en general.
Además, la indagación señala que la gran mayoría de los consumidores reconocen varios beneficios para la salud asociados con la reducción de su consumo de sodio. Desde el mantenimiento de la salud hasta la prevención de enfermedades y el aumento de la longevidad.
A pesar de este reconocimiento, no ven la ingesta de sodio como una preocupación que los afecte personalmente, lo que subraya la necesidad de que los fabricantes y minoristas aborden de manera proactiva este problema de salud pública. 64% de los consumidores saben que comerlo en grandes cantidades es malo para su salud, sin embargo, solo el 37% presta atención a la cantidad de sodio que consumen.
Consumidores priorizan el sabor del sodio
Los consumidores indican que preferirían que su tienda de comestibles no vendiera alimentos con alto contenido de sodio. En teoría, esto tiene sentido: si algo no está disponible, el cambio de comportamiento es inevitable.
Sin embargo, en realidad, los consumidores no estarían contentos si los alimentos ricos en sodio se eliminaran de los estantes de las tiendas. La encuesta indicó que la mayoría de los consumidores priorizan el sabor por encima de todo lo demás al decidir qué comer. Y actualmente creen que los alimentos bajos en sodio son suaves e insípidos.
Impulsar con éxito la reducción de sal requerirá la cooperación entre las compañías de alimentos y bebidas, los gobiernos nacionales y los profesionales de la salud. Con el objetivo final de fomentar dietas que sean nutritivas, tengan un sabor excelente y cumplan con los objetivos de sodio.
Actualmente, se están fabricando alimentos bajos en sodio que saben bien y pueden ser un modelo para otras compañías globales de alimentos. Por ello, si las empresas hacen que los alimentos nutritivos tengan un sabor delicioso a un buen precio, los consumidores los comprarán. Y luego las empresas harán de estas opciones más saludables que conducen a dietas mejoradas y un beneficio para la salud pública.
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