Un científico de Estados Unidos cree que sí existe un mercado para la carne cultivada en laboratorio.
La tecnología para crear carne artificial existe desde el cambio de siglo (la NASA alguna vez consideró desarrollarla para sus astronautas), pero hacerla un producto comestible y comercialmente viable no había sido posible. Al parecer, este avance tecnológico está más cerca que nunca.
Gabor Forgacs, originario de Hungría y quien trabaja en la Universidad de Missouri, es un especialista en ingeniería de tejidos que trabaja en la creación de tejidos y órganos de repuesto para humanos. Él descubrió que la misma tecnología puede ser utilizada para producir carne para el consumo humano. Se convirtió en el primer científico en Estados Unidos en generar y públicamente comer algo de la carne diseñada.
Lo más complejo de la carne cultivada en laboratorio
Forgacs dijo que la parte más difícil es crear tejido muscular que sepa, se vea y se sienta como carne de animal. “Una idea es que será un ingrediente para una gran cantidad de alimentos básicos que tienen como base la proteína animal; por ejemplo, hacemos algo que tiene la consistencia de carne molida y eso puede ser utilizado para el paté, las albóndigas", indica.
"Las reglas del juego de la producción de carne no son las mismas que hace 100 años", explica Forgacs. "No es sustentable. Estamos destruyendo este planeta con la producción intensiva de carne. El 70% de la tierra de cultivo hoy en día está conectada de alguna forma a los animales, ya sea por el cultivo de comida para ellos o por el pastoreo. Nos quedamos sin tierra”. “Lo que hacemos es una idea transformacional. Vamos a producir algo que no es exactamente lo mismo, pero será rentable y mucho menos dañino para el ambiente”, añade.
Otros avances
Pero él no es el único científico que trabaja en carne cultivada en laboratorio. Un grupo de investigadores dirigido por el profesor Mark Post, de la Universidad Maastricht, en Holanda, promete un lanzamiento de alto perfil para su hamburguesa sintética a finales de este año.
La carne cultivada en laboratorio produce entre un 78% y 96% menos emisiones de gases de efecto invernadero que la carne producida convencionalmente dentro de Estados Unidos, según una investigación publicada en 2011 en la Universidad de Oxford, en Gran Bretaña. También tuvo un uso de la tierra 99% más bajo y un uso de agua entre 82% y 96% menor.
Fuente: CNNExpansion.com