El food design es una disciplina que puede tener un impacto significativo en la alimentación y en la forma en que se relaciona la sociedad con los alimentos.
A través de la innovación, la creatividad y la atención a los detalles, puede ayudar a transformar el sistema agroalimentario para hacerlo más sostenible, eficiente y saludable.
- En primer lugar, esta disciplina puede contribuir a mejorar la producción y distribución de alimentos. El diseño de herramientas, maquinarias y envases pueden hacer que el proceso de producción sea más eficiente y sostenible, al reducir el desperdicio y la emisión de gases de efecto invernadero.
Asimismo, la creación de envases que mantengan la frescura y la calidad de los alimentos puede aumentar la vida útil de los mismos, lo que a su vez reduce su desperdicio. - En segundo lugar, contribuye a la creación de alimentos más saludables y atractivos para el consumidor. La presentación visual de los alimentos, la combinación de sabores y texturas, y la incorporación de ingredientes nutritivos hacen que los alimentos sean más apetitosos y atractivos, lo que a su vez incentiva a las personas a comer de manera más saludable.
Además, el diseño de menús y la creación de experiencias gastronómicas fomenta el consumo de alimentos locales y frescos, lo que a su vez beneficia a los productores locales y al medio ambiente. - En tercer lugar, el food design puede ayudar a cambiar los hábitos alimentarios y las percepciones de la sociedad sobre la alimentación. La creación de espacios y experiencias de consumo atractivas, la inclusión de educación nutricional y la incorporación de tecnología pueden fomentar una cultura alimentaria más consciente y sostenible.
De este modo, el diseño de servicios y experiencias de entrega de alimentos puede hacer que la alimentación sea más accesible y conveniente para personas con dietas especiales, discapacidades o limitaciones de tiempo.
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El food design como un agente de cambio
El sector agroalimentario y gastronómico está experimentando un rápido avance y transformación, y en los últimos tiempos, la cocina se convirtió en una disciplina muy valorada y admirada por la sociedad en general.
En este contexto, el diseño alimentario no solo se limita a la comida en sí, sino que es un ámbito del diseño que funciona como un catalizador para mejorar el sistema agroalimentario de nuestra sociedad en términos culturales, sociales, económicos y técnicos, con el objetivo de garantizar un futuro sostenible y saludable.
El food design permitiría explorar la relación existente entre el mundo natural y la naturaleza humana. En este contexto, resulta fundamental encontrar un equilibrio entre lo que realmente necesitamos y lo que deseamos, a fin de garantizar una relación armónica y sostenible con nuestro entorno”, señala Juan Vilches, director general de Food Innovation Studio.
El diseño alimentario puede contribuir a mejorar el sistema agroalimentario al funcionar como un catalizador de cambio que abarca desde la producción agrícola hasta la mesa del consumidor. Según Nataly Restrepo, experta en Food Design, la perspectiva del diseño puede agregar valor a la forma en que se trabaja con la comida.
En este sentido, el diseño ofrece herramientas creativas y empáticas para fomentar cambios en los hábitos alimenticios y avanzar hacia un futuro más sostenible.
- Por otro lado, el diseño disruptivo es una estrategia que busca romper con las normas y las condiciones establecidas, con el objetivo de generar cambios intencionales que puedan llevar a resultados positivos y beneficiosos.
En el ámbito de la industria alimentaria, esta estrategia implica crear innovaciones que permitan a las marcas producir alimentos de alta calidad y gran demanda, logrando convertirse en las favoritas de los consumidores.
Vilches señaló que el término de diseño disruptivo para alimentos es conocido como Food Design Disruptive, va relacionado al diseño innovador que permite identificar y profundizar en las motivaciones, necesidades y deseos de las personas, puede resolver problemas con exactitud, permite innovar más allá de lo obvio al entendimiento.
La creación de ideas y de conceptos
Es importante mencionar que el Food Design, se desarrolla bajo un pensamiento creativo, es interdisciplinario, optimista y orientado al futuro.
Uno de sus precursores es Martí Guixé, Diseñador Industrial catalán. También destacan la diseñadora holandesa Marije Vogelzang, fundadora de The Dutch Institute of Food & Design (2016). Y la doctora Francesca Zampollo, fundadora de The International Food Design Society (2009).
Zampollo define al Food Design como el “diseño de alimentos y conceptos relacionados con el mundo de la alimentación”. Las áreas que abarca son amplias y dispares, y van desde el arte culinario, la presentación de alimentos, el diseño de interiores y el food packaging hasta disciplinas más experimentales, como la gastronomía molecular.
Partiendo de ello, Zampollo creó e impulso la metodología Food Design Thinking, "un proceso que desencadena la creatividad y conduce a propuestas innovadoras, significativas y sostenibles para nuevos platos, productos alimenticios, eventos de alimentos, servicios de alimentos, sistemas alimentarios y cualquier cosa intermedia".
Dicha metodología es utilizada para idear soluciones creativas y efectivas a los problemas que enfrenta la industria alimentaria.
Se puede asumir entonces que el concepto de food design está relacionado con todo lo que implica la creación con alimentos o el acto de comer, donde el food product designer o diseñador de productos alimenticios juega un papel importante.
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