El consumo de alimentos más nutritivos y benéficos para la salud se ha vuelto en un tema fundamental para los consumidores y los formuladores de alimentos, ya que las muertes de Covid-19 se han relacionado mayormente con la obesidad.
Esto se debe a que los consumidores han volcado sus preferencias en alimentos que sean saludables, con mayores nutrientes y que, además, resulten un aliado para fortificar el sistema inmune.
Por otro lado, los consumidores también están preocupados porque la producción de estos alimentos sea más amable con el planeta.
Para satisfacer estas necesidades, los productores de alimentos y bebidas deben enfrentar el desafío de la reformulación de sus productos y asegurarse que las cadenas productivas sean sostenibles.
La reformulación de alimentos para enfrentar los desafíos
Los expertos exploran más a fondo cómo las reformulaciones de Food & Bio-based Products Group (F&B) y los cambios en las políticas pueden trabajar de la mano para abordar el desafío ubicuo de las deficiencias nutricionales.
“Personalmente, estoy entusiasmado con las proteínas extraídas de materiales alimentarios que de otro modo se desperdiciarían. La proteína de la cáscara de papa es un gran ejemplo y esto ha sido comercializado recientemente por Avebe en los Países Bajos", comenta Simon Loveday, de Food & Bio-based Products Group, AgResearch y The Riddet Institute.
Judy Buttriss, directora general del British Nutrition Foundation (BNF) detalla que la reformulación de los alimentos puede ser eficaz para garantizar una variedad de opciones alimentarias más saludables para los consumidores sin cambiar en gran medida sus patrones dietéticos, pero se enfrenta a una serie de obstáculos prácticos.
“En comparación con la reducción del azúcar en las bebidas, algunos alimentos son difíciles de reformular sin afectar el sabor, la consistencia o la seguridad. En algunos casos, es posible que ya se hayan alcanzado los límites de lo que es posible con la reformulación. Además, para algunos alimentos, como el chocolate, existen limitaciones legales de composición u otras restricciones reglamentarias que dificultan la capacidad de hablar de mejoras en el envase", explica Buttriss.
Producción sostenible
Se ha detectado un creciente número de consumidores que buscan seguir con su consumo normal de proteína animal, pero que todavía tiene reservas sobre el efecto perjudicial de la agricultura industrial masiva en el planeta.
Para esto, Julian McClements, de la Universidad de Massachusetts Amherst, destaca que la agricultura celular, la carne cultivada en laboratorio y la proteína de insectos pueden ser propicias para cumplir con todas las expectativas de estos consumidores.
Para hacerlo en la industria alimentaria occidental, la proteína de insectos tendrá que convencer a los consumidores de sus beneficios ambientales en comparación con la carne, así como ofrecer asequibilidad y sabor. Lo mismo se aplica a la carne cultivada.