Las tres tendencias de consumo son el bienestar, el valor y la conveniencia. Este 2020 muestra que hoy son las prioridades de los consumidores, además son conceptos que han revolucionado los hábitos y las preferencias de la población en América Latina.
Graciana Méndez, quien cuenta con más de 10 años de experiencia en investigación de mercado y es Analista Senior Regional LATAM de Mintel, apunta que el 2020 es el año del estilo de vida digital, donde se ha aprendido sobre la relación estrecha que existe entre la higiene, la salud y el consumo.
“Es el año en que la conveniencia cambió para darle un fuerte significado de seguridad. Es el año en el que el valor es esencial y el desafío para repensar cómo queremos vivir”, agrega la especialista.
En el webinar “El próximo normal. El consumidor latinoamericano post-pandemia. Qué cambios permanecerán”, organizado por Mintel, la analista explicó las tres principales drivers o tendencias de consumo e hizo hincapié en que todo parte de la salud.
1. Bienestar
El bienestar tiene que ver con la búsqueda del bienestar físico y emocional y aquí entran aspectos como la nutrición, actividad física, sedentarismo, estrés, rutinas de alimentación, entre otros.
En ese sentido, la salud se vuelve parte fundamental y es la base de las tendencias de consumo. Por lo tanto, y de acuerdo con Méndez, las empresas fabricantes de alimentos deben tomar en cuenta los siguientes aspectos:
- Los científicos se volvieron los nuevos influenciadores, por ello los productos que tengan un sustento científico, serán más aceptados y reconocidos. Pero además deben denotar experiencias, así como sensación de placer y bienestar.
- Existe un enfoque renovado sobre el interés de tener una alimentación saludable. En otras palabras, el consumidor se preocupa por su dieta y quiere cuidarse de manera más preventiva.
- La alimentación ahora estará más dirigida en combatir, prevenir y proteger frente a enfermedades crónico-degenerativas como diabetes tipo 2 y obesidad. De acuerdo con el informe Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional 2019, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), 24% de la población en la región latinoamericana padece obesidad.
- Los productos alimenticios deben ser más específicos y presentarse en nuevos formatos. Aquellos que puedan ayudar al consumidor a mantener su salud, serán mejor aceptados.
2. Valor
Graciana Méndez señaló que el Covid-19 comenzó como una crisis sanitaria, pero se volvió una crisis económica, lo que contrasta con los sentimientos encontrados del consumidor: autosuficiencia, resiliencia y vulnerabilidad.
“Para él ahora es momento de pensar qué es importante y esencial, qué cosas no necesita. Está adoptando también una mentalidad de escasez donde piensa mucho lo que significa un consumo consciente para evitar un consumo excesivo”, enfatiza.
Y agrega: “hablando de valor hoy es el momento de lo concreto, de lo tangible, sin embargo el consumidor no va a abandonar las opciones premium, ya que éstas brindan beneficios específicos, para lo cual las marcas van a tener que ser muy específicas acerca del valor agregado de sus productos”.
La pandemia cambió el estilo de vida y pensamiento del consumidor. “Por ello, es muy importante que las empresas de alimentos reconozcan que ahora es más resiliente y autosuficiente, pero que necesita ayuda, por eso deben orientarlo en ese camino”, explica.
La experiencia y la calidez humana son valoradas por el consumidor latinoamericano.
3. Conveniencia
Debido a las nuevas formas de estrés que aparecieron en la pandemia, hay una conciencia mayor por la salud y esto hará que la población sea más consciente sobre su dieta y estilo de vida.
Por esa razón, “las empresas de alimentos y bebidas tienen que ayudar al consumidor a protegerse de las enfermedades relacionadas con el estilo de vida, las enfermedades crónicas y sistema inmune. Además de alinear su valor de marca, de lo contrario el mensaje se puede perder y no le llegará al consumidor”, dice la analista.
Asimismo, la experta indica que es muy importante orientarlo dándole seguridad y enseñarle a que pueda hacer las cosas fuera de casa con menos tiempo, pero con buenos beneficios.
“De ahí que durante la transición fuera de casa se deberán mantener las compras online como algo importante. Es preciso pensar en cómo adelantar parte del proceso, crear conveniencia y hacer que la persona o el consumidor se ahorren tiempo”, apunta.
Aunado a ello, la especialista de Mintel refirió que la ventaja del “delivery” continuará, pero el consumidor será quien elija cuándo y qué tipo de comida. La preocupación sanitaria, la manipulación de los alimentos, los beneficios y descuentos son parte de las demandas actuales del consumidor.
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¿Qué impacto tiene el nuevo etiquetado frontal en las tendencias de consumo?
“Las leyes sobre regulado llegaron en un momento donde el consumidor está más consciente sobre su alimentación y busca productos más saludables”, comenta Méndez.
“En este contexto es preciso no sólo enfocarse en los sellos negativos de advertencia, sino también en trabajar con sellos positivos, es decir, en la parte positiva del producto, además de crear historias (storytelling) alrededor del origen del mismo”, añade.
De acuerdo con la analista, tiene que haber un equilibrio en cuanto al consumo de productos de bajo precio y los más saludables, pues si el producto brinda seguridad y tranquilidad, el consumidor estará dispuesto a gastar un poco más.
De igual forma, debido a que una nueva preocupación del consumidor es sobre aquellos ingredientes difíciles de pronunciar, la naturalidad es un aspecto importante para el desarrollo de nuevos productos, y en el marco de la regulación, los productos naturales tendrán mucho que ganar.
El reto está en posicionar, cualquiera que sea el segmento, a los productos alimenticios como seguros y manipulados de la forma correcta. Además de adaptarse a los diferentes tipos y niveles de consumidores, ya sea por sus costumbres, actitudes y necesidades particulares.
10 aspiraciones de consumo post Covid-19
Graciana Méndez advierte cuáles son y serán las 10 preferencias de consumo durante y después del Covid-19:
- Seguir una dieta que reduzca el riesgo de enfermedades.
- Cocinar en casa se ha vuelto muy importante y seguro, pues se tiene el control sanitario de los alimentos.
- La búsqueda de claims que tengan que ver con las enfermedades relacionadas con la dieta, por ejemplo cuando se quiere tener un corazón sano o controlar el índice glicémico.
- El consumidor se informará cada vez más sobre las propiedades nutritivas de las vitaminas y minerales, por lo tanto las marcas deben responder a estas necesidades y demanda de información.
- Cuando se habla de vitaminas y minerales, también se habla del sistema inmune, algo que hoy preocupa al consumidor. Por lo que se abre la oportunidad para trabajar con otros claims relacionados con la inmunidad.
- Consumir menos alimentos de origen animal y esta es una aspiración que está marcando una tendencia y un interés creciente.
- Comer comidas indulgentes (dulces o altas en azúcar) pero a corto plazo, lo que indica que el consumidor está siendo consciente de lo que come.
- Encontrar un equilibrio entre sabor y salud en los productos alimenticios.
- Reducir el consumo de carbohidratos y azúcares añadidos, dos tendencias de consumo que seguirán marcando la pauta.
- Que las marcas destaquen beneficios emocionales, lo cual tendrán que hacer de manera auténtica, de tal modo que quede recalcado su valor principal. Si no se logra llegar de manera genuina, no será significativo para el consumidor.
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