El retail es un sector dinámico que se adapta rápidamente a los cambios en los hábitos y preferencias de los consumidores, la pandemia por el Covid-19 lo ha puesto en jaque y provocó un abrupto cambio en los hábitos de compra de los consumidores. Razón por la cual se trazaron 18 escenarios del retail después del coronavirus.
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18 claves del retail después del coronavirus
- Reajuste de la oferta. El reposicionamiento estratégico, especialización y digitalización se acelerarán y se estima un gran protagonismo para muchas empresas comerciales.
- 2020 será un ‘Black Friday’ constante. El regreso a la actividad y la apertura de comercios estará caracterizado por descuentos y promociones agresivas de liquidación de stock para mantenerse en el mercado, por lo que la probabilidad de que el resto de 2020 sea un ‘Black Friday’ continuo es muy alta.
- Predominio de los factores precio y seguridad. El precio cobrará importancia por la propia presión de la oferta, aunque el enfoque en seguridad será más importante que el precio, ya que el shopper quiere medidas de higiene en las tiendas.
- Polarización digital y aceleración omnicanal. Se producirá un mayor incremento de compra en Internet y recogida en tienda, mayor investigación online previa a acudir al punto de venta. La omnicanalidad pasará de ser una decisión estratégica a convertirse en una variable crítica para adaptarse a la demanda.
- Acortamiento de la cadena de valor. Marcas y fabricantes incurrirán en la búsqueda de la relación y venta directa al cliente, acelerando su nivel de digitalización y reduciendo el número de intermediarios. Por ello, se explotarán canales de contacto directo con el cliente, como la venta domiciliaria.
- Optimización de stocks y elección de proveedores. La crisis del coronavirus pone de manifiesto la necesidad de un conocimiento exhaustivo de la disposición de productos en tiempo real. Por ello, es necesario que las empresas optimicen sus stocks y se reaprovisionen de forma constante. Así, la cartera de proveedores sea más reducida pero más optimizada.
- Los líderes, más líderes. Se estima que las empresas que disponían de un liderazgo previo y que durante el Covid-19 lo han mantenido o incluso lo han incrementado, mejoren su posicionamiento y salgan fortalecidas en el periodo posterior.
- El retail físico, más cercano y sostenible. Para competir, será necesario potenciar los valores de proximidad, empatía con el cliente, vinculación con la comunidad y compromiso con el medio ambiente.
- Desarrollo de nuevos métodos de pago. El Covid-19 ha propiciado el uso de métodos de pago alternativos al efectivo que pueden convertirse en un hábito, por lo que el retail deberá ofrecer la posibilidad del pago mediante estos métodos para evitar que el cliente pase por el mostrador.
- Monitorización constante de la demanda. Existe una gran cantidad de información proveniente de diferentes fuentes, que será necesario analizar de forma conjunta a través de herramientas modernas y ágiles para conseguir que sea relevante y útil para la toma de decisiones.
- Asociaciones empresariales. La relevancia de muchas organizaciones empresariales saldrá fortalecida de esta situación al haberse situado como elementos intangibles esenciales para la coordinación de los sectores económicos.
- Reposicionamiento de los centros comerciales. Los centros comerciales adaptarán sus medidas de seguridad e higiene, que se convertirán en factor diferenciador y de competitividad; también modificarán su modelo de negocio, pasando de la experiencia a la conveniencia, redefiniendo su mix comercial.
- Híper higienización del consumo. Será un factor diferenciador y competitivo porque los shoppers buscarán establecimientos en los que se sientan seguros. Los retailers deberán mostrarse flexibles y adoptar medidas como reducción y control de aforos, instalación de elementos de control de la higienización del espacio, entrega de equipos de protección individual, desinfección constante de la tienda, revalorización del plástico como medida de protección de los productos, y priorización del pago por tarjeta o móvil.
- Aceleración en los cambios de los patrones de consumo. Aunque la seguridad en el consumo será el driver más importante, se acelerarán determinados cambios en los hábitos de consumo, como la digitalización y la responsabilidad social de las empresas.
- Compra menos impulsiva. Ante la situación de incertidumbre, se prevé que el presupuesto de los shoppers se destine a lo más necesario en ese momento, pensando en lo que se invierte y realizando una compra más reflexiva y menos impulsiva. Será una vuelta a lo básico, a lo necesario.
- Resurgimiento de lo local. Atendiendo a los patrones mentales de seguridad, el entorno más cercano y conocido es el que genera una mayor confianza y tranquilidad en las personas, por lo que prevalecerá la elección de formatos de proximidad, tal y como se ha visto durante la cuarentena.
- Potenciación del cocooning. Durante el periodo de confinamiento, la sociedad se habituó a consumir en el hogar y es posible que se potencien tendencias como el cocooning (individuo tiende a socializar cada vez menos y se retira a su hogar, convirtiéndolo en su fortaleza) y por ello decida adquirir productos de 'lujo' para tomar y elaborar en casa en lugar de consumirlos en establecimientos de restauración.
- Aprendizaje en el manejo de nuevas tecnologías. El aislamiento obligó a utilizar más las nuevas tecnologías, incluidas los adultos mayores, que eran los menos familiarizados estaban con ellas. Esto puede suponer cambios en los hábitos de compra, introduciendo el canal online para comprar.
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Fuente: Inforetail