Las 10 tendencias del vino que prevalecerán en 2020 están cargadas de tecnología, experiencia y, autenticidad. Se caracterizan por la sostenibilidad, por las exigencias de un consumidor consciente y por el cambio climático.
En un mercado gobernado por las tendencias, el vino no podía quedarse atrás. El cambio de década afectará al sector vitivinícola de muchas maneras, algunas de ellas fácilmente reconocibles, pues sin lugar a dudas serán una constante en 2020.
A continuación compartimos las 10 tendencias del vino que prevalecerán en el mercado durante 2020:
Cambio climático
Conocido como el gran reto del sector debido a que el aumento de las temperaturas y la disminución de las precipitaciones están afectando el equilibrio entre temperatura y humedad, elementos principales para el cultivo de uvas de vino de alta calidad.
Las bodegas ya toman medidas para contrarrestar los efectos de un cambio climático que amenaza con destruir la acidez de los vinos, y empiezan a valorarse diferentes planes de desarrollo sostenible que pasan por plantar viñas en otras latitudes o probar con variedades que siempre mostraron dificultades para madurar y que ahora podrían salvar la tipicidad de determinados vinos.
Vino ecológico
Los vinos ecológicos se han duplicado en todo el mundo en los últimos seis años. La tendencia actual se inclina hacia un consumo de productos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, siempre que el precio sea accesible.
Las técnicas que respeten al entorno serán las más valoradas como la producción libre de químicos, la recuperación de la fauna y la flora, el control biológico de enfermedades y plagas.
Vino orgánico
Los vinos orgánicos llevan varios años en crecimiento y todo apunta que seguirán así. Por ejemplo, en España no paran de aumentar los productores de esta tipología de vino por ser el país con más viñedo orgánico del mundo. Aunque esta superficie aún ronda el 12% del total, la mayoría de vinos orgánicos se exportan, pues el consumo interno todavía es bajo.
Vino vegano
Son aquellos en cuya elaboración, además de no haberse usado productos químicos ni en el viñedo ni en la bodega, tampoco se ha utilizado ningún producto de origen animal o técnica que conlleve el trabajo con animales.
Vinos con menos azúcar y menos alcohol
Los vinos con menos alcohol y menos dulces están en auge, los gustos viran hacia sabores más ácidos o naturales (sobre todo en blancos y espumosos), sin azúcares añadidos.
Aparece una conciencia saludable y muy 'millennial' que implica beber menos alcohol y que obliga a muchas bodegas a activar la creatividad para encontrar la manera de bajar la gradación alcohólica de sus vinos a valores entre los 6 y los 8.5º. Las regiones más frías son las más favorecidas por esta tendencia, así como aquellos productores que cuentan con viñas en altitud.
Vino rosa
El vino rosa evoluciona hacia un perfil más elegante y sofisticado. Y esa va a ser la tendencia en los próximos años. La frescura y el atrevimiento hacen de estos vinos un producto muy demandando, especialmente por consumidores cosmopolitas, lo cual continuará este 2020.
Y es que el rosado ha dejado de ser un vino minoritario para convertirse en un producto tan cuidado y pensado como cualquier otro. Sin embargo, al rosado le ha salido un competidor importante: el vino naranja. Un tipo de vino macerado con la piel de la uva que no es tinto ni blanco, si uno una mezcla.
Lo local viene fuerte
En el camino de la especialización y de la puesta en valor del producto local, el vino regresa también a sus lugares de origen, a sus variedades autóctonas y a sus tradiciones.
El consumidor ya no quiere productos estándares y vacíos, ahora quiere historias que le transmitan y le hagan entender qué está consumiendo. Esta tendencia abre la puerta a pequeños productores que tienen la oportunidad de diferenciarse y mostrar sus singularidades, algo cada vez más apreciado.
Nuevos países productores
Aunque las zonas productoras tradicionales siguen fuertes, la aparición de regiones que hasta ahora no producían vinos, como es el caso de Inglaterra o Europa del Este (que en los últimos años aumentó su exportación en un 400%), se perfilan como importantes competidores de los bodegueros históricos.
El cambio climático y el aumento en la inversión ha hecho que cada vez lleguen más y mejores vinos de estos países, con precios más bajos. A esto se suma el sector de los espumosos; si bien es cierto que el champagne sigue siendo la joya de la corona, otros espumosos como el cava o el prosecco están creciendo.
Vino enlatado
Aunque la botella de vidrio sigue siendo el sistema más usado y va a seguir siéndolo en los próximos años, empiezan a despuntar otros envases alternativos como el Bag in Box y las latas.
Las latas se desarrollan con fuerza en el sector vinícola, y prueba de ello es la recomendación BestBuy de este año de la revista Wine Enthusiast, que incluye dos vinos en lata (los primeros de la lista) y uno en cartón (el séptimo).
Etiquetas inteligentes
Este año llegarán al mercado las etiquetas inteligentes dotadas con código QR para acceder rápidamente a una información más detallada sobre el producto, pero también con sistemas antihurto y checkpoint para prevenir las pérdidas y garantizar la trazabilidad de la mercancía.
Son etiquetas interactivas que en algunos países suscitan dudas, en otros suponen un valor añadido para tranquilizar al consumidor sobre la autenticidad del producto.