En el dinámico mundo de la industria alimentaria, la innovación y la eficiencia son clave para mantenerse a la vanguardia.
Ante esto, las Tecnologías de Procesamiento por Pulsos Eléctricos (PPE) emergen como una solución prometedora, ofreciendo un método no térmico que preserva mejor las cualidades organolépticas de los alimentos, al mismo tiempo que garantiza su seguridad y prolonga su vida útil.
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El impacto de las tecnologías de procesamiento
Las Tecnologías de Procesamiento representan un avance significativo frente a los métodos convencionales, como la pasteurización y esterilización térmica, al aplicar breves pulsos de electricidad de alta intensidad, es posible inactivar microorganismos y enzimas que causan la degradación de los alimentos, sin elevar significativamente su temperatura.
- Este enfoque minimiza la pérdida de nutrientes y el cambio en las propiedades organolépticas, aspectos críticos para los consumidores de hoy.
Un ejemplo notable de la aplicación de las PPE es en la conservación de jugos y bebidas. Empresas líderes en el sector han reportado no solo una mejora en la retención de vitaminas y antioxidantes, sino también en la aceptación del producto por parte de los consumidores, quienes valoran positivamente el sabor "más fresco" y las cualidades nutricionales mejor preservadas.
Casos de éxito en la aplicación de PPE
La aplicación de las tecnologías PPE ha demostrado ser especialmente beneficiosa en la industria láctea y de jugos. Por ejemplo, un estudio reciente demostró que el uso de PPE en la leche resultó en una reducción significativa de la carga microbiana, con un impacto mínimo en las características sensoriales y nutricionales del producto.
Además, este proceso permite extender la vida útil de la leche, sin recurrir a tratamientos térmicos intensos que pueden alterar su sabor y valor nutricional.