Los snacks funcionales o “better-for-you” son atractivos para las personas conscientes de su salud que buscan alternativas a las ofertas tradicionales cargadas de sal y grasa, por lo que los consumidores buscan en sus alimentos beneficios como la inmunidad.
A medida que los consumidores avanzan hacia la salud holística, buscan una salud integral, lo que significa menos comidas que se centran en la indulgencia y más snacks que ofrecen un pequeño regalo y los mantienen en su rutina diaria de salud.
“La cara de los snacks está cambiando, ya que los consumidores empoderados buscan cada vez más alimentos sabrosos, saludables y nutricionales”, explica Silvia Soragni, gerente global de productos salados de Lallemand Bio-Ingredients.
El dilema de la reformulación de los snacks
Ante el aumento de las enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación, los gobiernos están comenzando a introducir medidas para mejorar la salud a través de impuestos y legislaciones en torno a los alimentos ricos en grasa, sal y azúcar y sistemas de etiquetado frontales como Nutriscore.
Sin embargo, reformular los condimentos de los snacks puede plantear una serie de desafíos. Ingredientes como la sal y la grasa ofrecen claves importantes para garantizar tanto la entrega de sabor como la forma en que el condimento se adhiere y se distribuye uniformemente en la base de los snacks.
“Reducir estos elementos significa que los desarrolladores deben pensar creativamente para garantizar que el sabor y la experiencia del consumidor no se vean comprometidos cuando se trata de bocadillos más saludables”, explicó Sam Russell, gerente de marketing de bocadillos de EAME en Symrise.
Las alternativas en los alimentos
Grace explica que las almendras, que están disponibles en más de 14 formatos, pueden ayudar a superar los desafíos de sabor, textura y nutrición. La proteína es una necesidad universal para los consumidores globales de todas las edades, pero puede ser difícil suministrar la cantidad necesaria y proporcionar un sabor neutro mientras se mantiene una textura atractiva.
Aunque las almendras contienen 6 gramos de proteína en una porción de 1 onza, la harina de almendras desenfatizada, o la proteína de almendra en polvo, es una innovación reciente que va aún más lejos hacia el logro de los requisitos de proteínas.
La harina de almendras desgrasada es harina de almendras finamente molida de la que se ha eliminado un porcentaje del aceite. Dependiendo de la cantidad de aceite eliminado, el proceso puede disminuir el número de calorías y grasas y aumentar la proteína por porción.
Te puede interesar: Snacks funcionales de queso con probióticos y vitaminas