La innovación en tecnología está redefiniendo la manera en que la industria de alimentos gestiona sus procesos de calidad y eficiencia, factores críticos para su competitividad y sostenibilidad.
Actualmente, hay una plataforma innovadora enfocada en la gestión de calidad, seguridad y eficiencia operativa, brindando a las empresas de alimentos las herramientas necesarias para optimizar sus procesos y adaptarse a los estándares más rigurosos del mercado.
“Bruna es una plataforma basada en Inteligencia Artificial que permite analizar datos en tiempo real sobre las materias primas entrantes, toma la eficiencia de las líneas de producción, si es que están activas o inactivas. Y también, las condiciones operativas que tiene la planta en ese minuto”, así lo declara en entrevista con THE FOOD TECH®, Camila Pereira, Gerente de Operaciones y Country Manager de Bruna.
Inteligencia artificial, clave en la innovación
La IA de la plataforma Bruna analiza una amplia gama de datos, como:
- condiciones climáticas
- tipos de suelos
- técnicas de cultivo
- variable en la calidad histórica de las materias primas
Esto permite a las empresas de alimentos planificar y ajustar sus procesos con anticipación, reduciendo la incertidumbre y mejorando la eficiencia operativa.
“Los algoritmos procesan datos y entregan predicciones y optimizaciones de los parámetros para maximizar la calidad del producto final. Además de planificar la producción según las demandas que están teniendo las industrias en el mercado, según los contratos que tengan ya comprometidos y también según la disponibilidad de las materias primas”, destaca Pereira.
Por otro lado, la plataforma utiliza algoritmos genéticos para recomendar la combinación óptima de materias primas, insumos y reactivos. Estos algoritmos, inspirados en la evolución biológica, son capaces de encontrar soluciones óptimas en problemas complejos con múltiples variables.
La directiva indica que en la industria de alimentos, esto significa que la plataforma puede identificar la mejor mezcla para estabilizar los procesos de producción y asegurar una calidad constante del producto o subproducto final.
Esta optimización no solo mejora la consistencia del producto, sino que también reduce el desperdicio y optimiza el uso de recursos, lo que es esencial para mantener la competitividad y la sostenibilidad en el mercado alimenticio.
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Tecnología validada en la industria alimentaria
“Bruna se validó a través de varios pilotos con empresas del sector alimentario. Ahí estas pruebas lo que nos permitieron fue ajustar, la tecnología a las necesidades reales que tenían estas industrias y demostrar el valor agregado que tiene”, comenta la directiva.
Posteriormente tuvieron retroalimentación directa de los usuarios o quienes usarán la plataforma, lo que les permitió perfeccionar las funcionalidades y asegurar que la integración de la tecnología con la operación fuera fácil.
“Así que con eso podemos garantizar su aceptación como una herramienta útil y que resultara práctica para mejorar la eficiencia de su operación”, agrega.
Camila Pereira enfatiza que esta plataforma tiene un importante potencial y el firme objetivo de revolucionar la eficiencia, la trazabilidad y la personalización que van teniendo las soluciones por la Inteligencia Artificial.
Su impacto en la industria alimentaria
Se estima que esta plataforma de innovación transforme la industria. La idea es optimizar los procesos de producción y mejorar la calidad de los productos finales, para reducir el desperdicio de recursos.
“Las empresas podrán planificar mejor sus operaciones y van tendrán la posibilidad de ir iterando según los cambios que haya en las plantas y que no les tome tantas horas hombre, de tal forma que puedan dedicarse a otras tareas de optimización de las plantas”, indica Pereira.
La experta enfatiza que la plataforma podrá facilitar la trazabilidad de los productos y de esa forma cumplirá con los estándares de calidad y de sostenibilidad que ya se están pidiendo en algunos mercados como Europa.
“Ahí respondemos a todas las exigencias que van teniendo los consumidores y las regulaciones futuras. Creo que les va a ayudar mucho a ser más resilientes y sostenibles y podrán aumentar la competitividad globalmente con relación a las producciones responsables y eficientes que están pidiendo”, concluye.
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