Datos de la FAO, señalan que para 2050 se prevé que la población mundial ascienda a 10 mil millones de personas, lo que obligará a incrementar la producción de alimentos en más del 70%. Ante este escenario, En este escenario, los ingenieros agrónomos se enfrentan al reto de utilizar y desarrollar las nuevas tecnologías, para la mejora genética de los alimentos.
Esta técnica da como resultado la mejora genética de los alimentos, que permite mantener una alimentación segura, de calidad y asequible para todos. Al mismo tiempo que proporciona un mayor aprovechamiento, rendimiento y alcance de los recursos.
La modificación genética de los alimentos se remonta a la revolución verde, en la década de los 60 del siglo pasado. Cuando el ingeniero agrónomo chino, Yuan Longping, consiguió obtener híbridos de arroz, mejorando la alimentación de millones de personas y evitando la terrible lacra del hambre que se estaba registrando en China.
Este trabajo supuso un gran cambio de la agricultura moderna y de la producción global de alimentos. Gracias a la incorporación de una serie de investigaciones, desarrollos e innovaciones tecnológicas.
Tecnología: básica para modificar cultivos
Todos los alimentos que actualmente se consumen pueden mejorar, no solo en su calidad y seguridad, sino en la posibilidad de desarrollar alimentos nuevos y aptos para todos. La ingeniería agrónoma tiene mucho que aportar en el sector y trabaja muy duro cada día para erradicar el hambre en el mundo.
Pues la ingeniería que se desarrolla en el primer mundo da resultados en el tercer mundo, donde más la necesitan. Su papel pasa por valorar factores que afectan a los cultivos. Por ejemplo, el rendimiento medio de un cultivo ronda el 22% de su máximo potencial. Que, es el que se obtiene con la mejor variedad, el suelo más adecuado y el año más favorable.
Esta distancia del 78% viene provocada por los factores como plagas y enfermedades (insectos, hongos, bacterias, virus, etcétera). Para evitar este grave descenso, se necesita de manera urgente la intervención de la tecnología, con el objetivo de modificar y aumentar la productividad de los cultivos.
Esta necesidad no es de ahora, sino que durante milenios se han mejorando los cultivos, a través de la mejora genética. Seleccionando las características que iban a procurar un producto comestible, con una mayor producción del mismo.
Técnicas para mejora genética
Las dos finalidades fundamentales de la transgénica han sido el incremento del vigor híbrido y la modificación de los mecanismos de reproducción de las plantas. De forma que luego se puedan obtener: frutos sin semillas, modificando el momento de floración y aumentando su resistencia a la sequía o a los golpes de calor, o también mejorando la tolerancia a la salinidad, la acidez del suelo, el frío o diferentes virus.
A partir de los años 50, se comenzó a utilizar y generalizar la ingeniería genética, que es una modalidad de la mejora genética. Es entonces cuando aparecen los organismos transgénicos, que son aquellos cuyo genoma ha sido alterado por ingeniería genética.
Esta técnica se centra en cortar un tramo del gen responsable de las características beneficiosas e introducirlo en otro para inculcar esas cualidades o, en algunos casos, cortar un gen nocivo y eliminarlo. De esta forma, se obtienen organismos transgénicos con unas propiedades determinadas. Generalmente se modifican 2 o 3 genes de los 20 mil o 30 mil que tiene una planta.
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