Un equipo de investigadores de la Universidad de Delaware reveló que la lechuga y los demás vegetales cultivados en microgravedad son más propensos a la contaminación por bacterias como la Salmonella.
Dado que la Estación Espacial Internacional (ISS) alberga muchas bacterias y hongos patógenos, los científicos señalan el peligro de que muchos de estos microbios causantes de enfermedades sean muy agresivos. Y por ello, puedan colonizar fácilmente el tejido de la lechuga y otras plantas.
Por ende, los astronautas que consumen lechuga que ha sido invadida por E. coli o Salmonella pueden enfermarse fácilmente.
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Lechuga y otros cultivos “espaciales”
Además de los alimentos básicos de la dieta espacial, como tortillas de harina y café en polvo, los astronautas pueden comer una ensalada cultivada en cámaras de control a bordo de la ISS. Durante su cultivo se tiene en cuenta la temperatura, cantidad de agua y luz ideales que las plantas necesitan para madurar.
Los estomas, los pequeños poros en las hojas y los tallos que las plantas usan para respirar, normalmente están para defender a una planta cuando detecta un factor estresante como las bacterias”,
explica Noah Totsline, ex alumno del Departamento de Ciencias de Plantas y Suelos de la Universidad de Delaware.
- Cuando los investigadores agregaron bacterias a la lechuga bajo su simulación de microgravedad, encontraron que las verduras de hoja verde abrían sus estomas de par en par en lugar de cerrarlos. Esto explica que sean más susceptibles ante la presencia de agentes patógenos.
Riesgos asociados a microbios y patógenos
Los microbios están presentes en los seres humanos, en los animales, en los alimentos que comemos y en el medio ambiente. En ese sentido, Kali Kniel, profesora de seguridad alimentaria microbiana de la UD, destaca que dondequiera que estén los humanos, existe la posibilidad de que los patógenos bacterianos coexistan.
Según la NASA, alrededor de siete personas a la vez viven y trabajan en la Estación Espacial Internacional. No es el entorno más estrecho, casi tan grande como una casa de seis habitaciones. Pero sigue siendo el tipo de lugar donde los gérmenes pueden causar estragos.
Al respecto, los investigadores alertan que deben estar preparados y reducir los riesgos para quienes viven ahora en la Estación Espacial Internacional, así como para quienes podrían vivir allí en el futuro.
"Es importante comprender mejor cómo reaccionan los patógenos bacterianos a la microgravedad para desarrollar estrategias de mitigación adecuadas", finliza Kniel.