Un estudio realizado por investigadores chinos revela que un probiótico modificado genéticamente en estudios con ratones, demuestra que atenúa los efectos nocivos del alcohol. De acuerdo con el estudio, el probiótico diseñado puede proteger el daño orgánico del consumo de alcohol, aunque debe verificarse si funciona en humanos.
El alcohol se metaboliza a acetaldehído por alcohol deshidrogenasa (ADH) y se convierte en dióxido de carbono y agua en el hígado, catalizado por el acetaldehído deshidrogenasa (ALDH).
Los investigadores produjeron un probiótico humano que expresa ADH1B, una enzima ADH más activa que otras variantes. Utilizaron el probiótico de grado alimenticio Lactococcus lactis, una bacteria utilizada en la industria láctea. El cual alteraron para expresar la enzima ADH1B, con el objetivo de mejorar la degradación del alcohol en los intestinos después del consumo.
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Los probióticos benefician la salud
El autor principal del estudio, Meng Dong, señala que los probióticos genéticamente modificados proporcionarán nuevas ideas para tratar enfermedades hepáticas y que las aplicaciones clínicas pueden extenderse más allá de las condiciones relacionadas con el alcohol.
Dijo que los productos bioterapéuticos vivos basados en probióticos son de gran valor de aplicación, ya que pueden transportar una variedad de proteínas activas o péptidos para tratar múltiples enfermedades.
"Ya hemos investigado el papel de los probióticos genéticamente modificados que expresan el dominio extracelular TGFBR2, GLP-1, en el tratamiento de la fibrosis hepática y la diabetes", dijo.
Actualmente, el investigador comenta que están investigando activamente el papel de los probióticos diseñados que expresan factores relacionados con la vigilancia inmune en el cáncer.
Estudio probado en ratones
El equipo encapsuló el probiótico y lo probó en tres grupos de cinco ratones, exponiendo a cada grupo a diferentes niveles de alcohol, mostró que los ratones no tratados con el probiótico mostraron signos de embriaguez dentro de los 20 minutos posteriores a la exposición al alcohol. Los investigadores probaron esto con un "reflejo de enderezamiento", determinando si los ratones podían volver a ponerse de pie después de colocarlos boca arriba.
La mitad de los ratones en el grupo que recibió el probiótico diseñado pudieron enderezarse una hora después de la exposición al alcohol, mientras que una cuarta parte nunca perdió este reflejo. Además, el tiempo de recuperación del alcohol también disminuyó en este grupo.
Dos horas después de la exposición al alcohol, los niveles de alcohol en la sangre en el grupo de control continuaron aumentando, mientras que los de los ratones tratados con probióticos comenzaron a caer.
La investigación muestra que los ratones tratados también mostraron niveles más bajos de lípidos y triglicéridos en sus hígados, lo que sugiere que el probiótico podría aliviar el daño relacionado con el alcohol a ese órgano.
El siguiente paso es investigar si el efecto terapéutico potencial del probiótico modificado se extiende a los humanos. "Estamos entusiasmados con la mejora de los probióticos recombinantes en el daño hepático e intestinal agudo inducido por el alcohol, concluye Dong.
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