“Eco-frit” es el compuesto de origen vegetal, renovable y sustentable que tiene el propósito de convertir el aceite usado en un residuo sólido apto para ser desechado a la basura sin contaminar los sistemas de drenaje.
El primer paso de este desarrollo estuvo a cargo del departamento de Tecnologías en Nuevas Formulaciones del INTI, dirigido por María Victoria Defain, quien tuvo a cargo de realizar el estudio de prefactibilidad del proyecto.
Posteriormente, se avanzó en el trabajo analítico para caracterizar la formulación del nuevo producto con la colaboración del departamento de Metrología en Ambiente y Salud del instituto.
La asistencia técnica se llevó a cabo en sólo cuatro meses desde que el emprendedor se acercó al instituto para la asesoría hasta la entrega del informe final.
Me acerqué al INTI en busca de ayuda para desarrollar este producto que imaginé dentro de un marco de economía circular. Para contribuir a reducir el impacto ambiental que produce el aceite de fritura una vez que es descartado”, destaca Martín Brochier, especialista en Droar.
El empresario agregó que la iniciativa se propone coordinar acciones con la campaña verde de recolección de aceite de uso domiciliario para destinar a la producción de bioenergía.
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El aceite y la contaminación del agua
El aceite comestible es un factor altamente contaminante, sobre todo cuando éste se arroja por la cañería una vez utilizado. Un litro de aceite puede contaminar hasta mil litros de agua.
En países como Japón, Estados Unidos y España avanzaron en la toma de conciencia sobre el impacto negativo que produce el aceite de freír usado en los desagües. Entre los principales daños que provoca sobresalen dos:
- Obstrucción de cañerías
- Degradación biológica de los cursos de agua
En Argentina hasta el momento sólo algunos municipios cuentan con postas comunitarias de recolección de aceites de freír, que es otra alternativa para su tratamiento responsable.
En ese sentido, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) estima que se vuelcan al mercado doméstico unas 800 mil toneladas de aceite anuales tales como aceites comestibles, mayonesas, catering y productos procesados.
Desde nuestro laboratorio trabajamos en el fortalecimiento de las Pymes a través del desarrollo de nuevas formulaciones de productos industriales para la sustitución de importaciones y en la optimización de sus productos promoviendo la innovación en el proceso productivo”, expresa Paulina Lloret, integrante del Laboratorio de Formulaciones de Productos Industriales del INTI.
El consumo de aceites vegetales per cápita de este producto de 20.3 litros por año. Si este residuo llega a un curso de agua, provoca la formación de una película en la superficie que afecta al intercambio de oxígeno y perjudica a los seres vivos del ecosistema.
Finalmente, el vertido del aceite en el drenaje domiciliario contribuye al bloqueo de las cañerías y a la proliferación de bacterias y malos olores.
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