En la industria alimentaria se generó un debate debido a los niveles de acrilamida presentes en los alimentos.
Recientes ensayos llevados a cabo en Reino Unido sobre una variedad de trigo editado genéticamente (GE) revelaron una reducción significativa de acrilamida, qu es potencialmente cancerígeno cuando se hornea la harina.
Estos descubrimientos iniciales tendrían un gran impacto, ya que la disminución de la acrilamida permitiría que las empresas alimentarias cumplan con las regulaciones sobre su presencia en los alimentos sin incurrir en costosos cambios en sus líneas de producción o reducciones en la calidad del producto.
En 2017, la Unión Europea (UE) implementó nuevas regulaciones que establecen "niveles de referencia" para la cantidad permitida de acrilamida en los productos alimenticios, además de medidas obligatorias de mitigación.
Si un producto supera los límites establecidos, el fabricante debe revisar y mejorar las medidas que está tomando para reducir los niveles de acrilamida presentes en el producto.
Si un producto está por encima de un 'nivel máximo', será retirado de los estantes por los minoristas, por lo que cumplir con esas regulaciones será crucial. El trigo con un 50% menos de asparagina en el grano (que es lo que vemos en el trigo CRISPR en el ensayo) haría mucho más fácil para los fabricantes de alimentos hacer eso”, comentó Nigel Halford, quien dirigió el ensayo realizado por Rothamsted Research.
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¿Qué es la acrilamida?
Según la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR), la acrilamida es una sustancia química que se forma naturalmente en ciertos alimentos durante la cocción a altas temperaturas, como al freír, asar o tostar. Esta sustancia se produce a partir de la reacción química entre los azúcares y los aminoácidos presentes en los alimentos.
Fue clasificada como un posible carcinógeno humano por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) debido a estudios en animales que demostraron su capacidad para causar cáncer.
Además del riesgo de cáncer, estudios también sugieren que la exposición a la acrilamida puede estar asociada con efectos negativos en la salud reproductiva, así como con problemas neurológicos.
La ATSDR también indicó que puede causar efectos nocivos en el sistema nervioso, como debilidad muscular, adormecimiento de las manos y los pies, sudor e inestabilidad y falta de coordinación. Además, hay evidencia de que la exposición a la acrilamida puede reducir la capacidad de los machos para producir crías, lo que sugiere que podría tener efectos similares en los seres humanos.
Los marcos regulatorios para el trigo editado genéticamente
Los hallazgos del estudio son relevantes, ya que el Proyecto de Ley de Tecnología Genética (Mejora de Precisión) se encuentra actualmente en las últimas etapas de su aprobación parlamentaria. Dicho proyecto permitiría la liberación y venta de cultivos transgénicos, como el trigo editado genéticamente.
El proyecto de ley abarca animales y plantas mejorados con precisión, los cuales son desarrollados mediante técnicas como la edición de genes. Los cambios genéticos en estas plantas y animales podrían haber ocurrido naturalmente o a través de métodos tradicionales de reproducción.
Es importante destacar que esta técnica de mejoramiento de precisión difiere de la modificación genética (GM), ya que esta última implica la introducción de genes adicionales en los organismos.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) monitorea los niveles de acrilamida en ciertos alimentos en Estados Unidos debido a su potencial para afectar la salud humana.
Aunque no está claro exactamente qué riesgo representa la acrilamida para los humanos, la FDA tiene recomendaciones tanto para los consumidores como para la industria sobre cómo reducir la formación de acrilamida en los alimentos”, concluye la administración.
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