La carne cultivada evolucionado mucho desde 2013. Lo que antes era un concepto de ciencia ficción, fabricado en cantidades minúsculas en laboratorios de investigación con costes astronómicos, se ha convertido ahora en una industria emergente, con empresas de todo el mundo que compiten por ser las primeras en producir con éxito carne cultivada a escala comercial.
A diferencia de muchas de las alternativas de carne actuales, la carne cultivada tiene el potencial de crear un producto que es completamente idéntico a la carne convencional, que contiene exactamente las mismas células y tejidos.
En los últimos cinco años, la carne cultivada ha crecido de casi nada a más de 50 compañías que compiten para llevar los primeros productos al mercado, con más de 600 millones de dólares invertidos en el espacio. En diciembre de 2020, la industria recibió un gran impulso cuando Singapur se convirtió en la primera región del mundo en otorgar la aprobación regulatoria para la venta de un producto cárnico cultivado.
Mercado europeo innova en el mercado de carne cultivada
Europa ha vivido una intensa actividad en el segmento de la carne cultivada. El sector se fundó aquí cuando Mark Post, de la Universidad de Maastricht (Países Bajos), presentó el primer prototipo de carne cultivada del mundo en 2013 ante una sala llena de periodistas.
Mosa Meat, la empresa creada a raíz de su investigación, se ha convertido desde entonces en una de las mayores empresas del sector, habiendo recaudado casi 100 millones de dólares en financiación. Europa es ahora la segunda región en cuanto a número de empresas de carne cultivada y niveles de financiación recaudados, por detrás de Norteamérica (aunque es la tercera si se consideran Asia-Pacífico y Oriente Medio como una sola región).
La Unión Europea también cuenta con una de las vías de regulación de carne cultivada mejor definidas del mundo. La carne cultivada se menciona explícitamente en el ‘Reglamento sobre nuevos alimentos’, que establece un camino claro para que una empresa de este sector pueda obtener la aprobación para vender su producto.
Una tecnología emocionante pero incierta
La carne cultivada se produce en un proceso de varios pasos. Primero, las biopsias se toman de un animal, que generalmente no sale ileso por el proceso. A partir de estas biopsias, las líneas celulares relevantes se aíslan y se convierten en líneas celulares estables que se utilizarán como células iniciadoras para el proceso de producción.
Las células iniciadoras ideales son altamente proliferativas y se pueden inducir fácilmente a diferenciarse en el tipo de célula final deseada, generalmente células grasas o musculares. La elección de las células iniciadoras es una decisión clave para las empresas que buscan producir carne cultivada, y el informe describe los beneficios y desafíos asociados con las opciones de células iniciadoras más comunes.
El desarrollo del medio de crecimiento sigue siendo el desafío clave de I + D que enfrenta la industria de la carne celular: actualmente es muy costoso de producir y muchas empresas todavía dependen del suero fetal bovino (FBS), un suero rico en proteínas generalmente derivado del sacrificio de animales que es incompatible con la producción a gran escala.
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