Investigadores de la Universidad Estatal de Oregón han creado un plan para futuras investigaciones que aprovechan el valor molecular del genoma de la chía y la perspectiva de la minería de datos genéticos para aplicaciones de salud.
La chía se considera un cultivo menor tradicionalmente pasado por alto por los científicos en favor del arroz, el trigo y el maíz, que contribuyeron a la Revolución Verde del siglo pasado, mitigando el hambre en el mundo y salvando millones de vidas.
"Ahora estamos en el punto en el que la seguridad alimentaria y nutricional a largo plazo requiere diversificar la dieta humana mediante la cría y el mejoramiento genético de los llamados cultivos menores ricos en nutrientes como la chía", explica Sushma Naithani, profesora asociada de investigación sénior en el departamento de botánica y patología vegetal de la Universidad Estatal de Oregón.
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Los estándares nutricionales de la chía
Desde una perspectiva unidimensional, las semillas de chía son ricas en fibra y contienen grasas y proteínas saludables. Por lo general, se mezclan en batidos, yogur, avena, panqueques y barras de granola para el bienestar. Sin embargo, según los investigadores de un estudio sobre los genes de chía pueden tratar todo, desde la presión arterial alta hasta el cáncer.
"Esta investigación abre posibilidades para que los científicos estudien las semillas de chía a través de la lente de mejorar la salud humana. Y al mismo tiempo, continuar ampliando nuestro conocimiento de todos los beneficios nutricionales de la chía", comenta Pankaj Jaiswal, profesor del departamento de botánica y patología vegetal de la Universidad Estatal de Oregón.
Los científicos encontraron 29 genes involucrados en la biosíntesis de ácidos grasos poliinsaturados y 93 genes que ayudan a la propiedad gelificadora de las semillas de chía. Además, encontraron 2 mil 707 genes altamente expresados que pueden generar pequeños péptidos bioactivos derivados de proteínas.
Los investigadores esperan que los hallazgos del estudio despierten un mayor interés en la región para cultivar chía. El clima en Oregón es similar al de algunas partes de América del Sur, donde se cultiva principalmente chía. Antes de esto, investigadores de la Universidad de Kentucky iniciaron proyectos para el crecimiento de semillas de chía en Oregón.
Semillas que promueven la buena salud
Los investigadores postulan que los ácidos grasos poliinsaturados de la chía mejoran la salud cardiovascular y el colesterol y tienen propiedades anticancerígenas.
Su alto contenido en fibra ayuda a estabilizar los niveles de glucosa en sangre en pacientes con diabetes tipo 2 y alivia los síntomas de las enfermedades relacionadas con el tracto gastrointestinal.
La proteína de las semillas de chía tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antimicrobianas y puede ayudar a tratar la presión arterial alta. Además, los marcadores genéticos de la chía se pueden utilizar para mejorar variedades con rasgos mejorados que beneficien la salud humana.
Por último, un estudio realizado por la Alianza para la Biodiversidad y el Centro Internacional de Agricultura Tropical apoya la idea de que el acceso a las semillas y la mejora de su calidad pueden ayudar a superar los desafíos del cambio climático, los conflictos por los recursos y la inestabilidad económica.