Bajo el argumento de apoyar y proteger a los agricultores, ganaderos y productores locales, Florida se convirtió en el primer estado en prohibir la carne cultivada en laboratorio en Estados Unidos.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó en mayo un proyecto de ley que prohíbe y penaliza la producción y venta de carne cultivada en laboratorio. Tras esta medida, otros estados como Alabama, Arizona, New Hampshire y Tennessee, podrían seguir este camino.
La nueva ley de Florida no incluye productos elaborados con ingredientes de origen vegetal, se dio a conocer.
La carne cultivada en laboratorio es una nueva industria que ha llamado la atención en los últimos años. Un total de 60 nuevas empresas están conformando este mercado, según fuentes locales de Estados Unidos.
En los últimos cuatro años, se han destinado más de cuatro mil millones de dólares en inversiones para mejorar la tecnología orientada a crear una proteína alternativa a la animal.
Esta solución busca reducir la dependencia de la ganadería tradicional, una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero y consumo de recursos naturales.
Además, la carne cultivada promete eliminar el sufrimiento animal asociado con la cría y el sacrificio de ganado.
La carne cultivada generalmente se produce a partir de una muestra de células animales, las cuales se cultivan en un recipiente de metal.
Estas células se multiplican en un biorreactor, donde se les proporcionan agua, aminoácidos, vitaminas y lípidos para su crecimiento.
Retos para desarrollar el mercado de carne cultivada
Aunque el proceso para crear carne en laboratorios es prometedor, presenta desafíos al intentar replicarlo como para producir alimentos en cantidades comerciales.
Otros retos importantes son la reducción de costos de producción y una mayor aceptación por parte de los consumidores.
Si bien la disponibilidad comercial aún es limitada, algunas empresas de este segmento de mercado alternativo a la proteína animal han lanzado sus primeros productos en Estados Unidos.
Para McKinsey & Company, una firma global de consultoría, dado que estos productos son nuevos, hay todavía un conocimiento e información limitada de cómo los perciben los consumidores.
Sin embargo, las conclusiones de una encuesta que realizaron a más de mil 500 consumidores estadounidenses revelaron que el 56% están dispuestos a consumir la gama de ingredientes probados y que más del 50% de los consumidores están dispuestos a pagar más por ellos.
La disposición por consumir y adquirir la proteína alternativa, como la carne cultivada en laboratorio, el micelio y hasta productos lácteos bioidénticos, es alimentada por la idea de que estos ingredientes pueden mejorar los alimentos tradicionales porque:
- Son más saludables
- Tienen el mismo o mejor sabor
- Son sostenibles (su impacto ambiental es bajo).
“Nuestros resultados revelan que para aumentar aún más la adopción de ingredientes novedosos por parte de los consumidores, las marcas, los minoristas, las empresas emergentes y los inversores pueden crear categorías y resaltar cualidades específicas de los productos en las etiquetas”, explicaron Kimberly Stover, Kate Toews y Roberto Uchoa, investigadores en McKinsey.
Aceptación de ingredientes novedosos
Según la firma de consultoría, la industria tiene una visión limitada sobre el apetito de los consumidores por los ingredientes novedosos, como los lácteos de origen animal, las proteínas cultivadas y las proteínas de micelio.
Los resultados de la encuesta muestra que entre 49 y 67 por ciento, dependiendo del ingrediente, contestaron que estaban abiertos a probar alimentos o bebidas que incluyeran ingredientes novedosos.
En promedio, el 28 por ciento de los encuestados estaría más dispuesto a probar un ingrediente novedoso si mejorara la salud del producto.
La Generación Z (de 18 años o más) otorgó la mayor importancia a los beneficios para la salud. En contraste, para las generaciones mayores, el sabor se consideró más importante.
Por ello, los especialistas clasificaron estos ingredientes en tres gamas que pueden aplicarse a estos productos:
- Productos bio-idénticos libres de animales: Son biológicamente idénticos a las proteínas animales y se elaboran mediante fermentación de precisión. Incluyen proteínas lácteas, colágeno y huevos.
- Proteínas de biomasa. Se derivan de microorganismos y normalmente son nuevas para el consumo humano. Entre ellas están los prebióticos cultivados, posbióticas fermentadas.
- Proteínas de hongos. Se extraen de organismos del reino fungi, la mayoría de las veces como organismos unicelulares comestibles, tales como los hongos nutricionales, micelio y micoproteína.
La importancia en el etiquetado de los productos
Para los especialistas de McKinsey, incluir en la etiqueta o paquete del producto descripciones menos técnicas sobre los ingredientes novedosos tiene un mejor efecto para atraer a los consumidores.
“Descubrimos que la terminología familiar y las declaraciones nutricionales bien entendidas sobre los posibles impactos en la salud (como "fuente buena o completa de proteínas") son las más convincentes, seguidas de cerca por declaraciones que comunican el impacto ambiental (como "producido de manera sostenible")”, expusieron en las conclusiones de la encuesta.
Puntualizaron que el lenguaje vegetariano y vegano se entiende bien, pero no parece impulsar significativamente la prueba de productos, y el lenguaje sobre los métodos de producción (por ejemplo, “bioingeniería” o “hecho con biotecnología”) no se entiende tan bien y no impulsa la prueba con los consumidores.
Oportunidades del mercado de carne cultivada
Muchos de los ingredientes novedosos aún no se han comercializado a gran escala. A medida que la industria madura, marcas, minoristas, startups e inversionistas tienen la oportunidad de moldear esta categoría emergente, es necesario atender estás áreas:
Educación del consumidor: Menos de la mitad de los consumidores conocen estos ingredientes, y la "inseguridad sobre su elaboración" es el mayor obstáculo para probarlos. Invertir en educación del consumidor es crucial, ya que los consumidores son más propensos a probar un producto recomendado por un médico, nutricionista u otro profesional (44%), o por familiares y amigos (27%).
Salud, sabor y sostenibilidad: Los consumidores prefieren proteínas novedosas que sean más saludables que las fuentes animales convencionales. Ingredientes con sabores similares a los de origen animal pueden aumentar su adopción, especialmente si las ofertas de alimentos son comparables o superiores en sabor y textura a los productos tradicionales.
Innovación: Priorizar la aplicación y el canal final puede aumentar la adopción por parte de los consumidores. Lanzar productos finales para el desayuno, almuerzo y refrigerios, y combinar terminología familiar con lenguaje sobre sostenibilidad puede fomentar pruebas entre consumidores preocupados por la salud y el medio ambiente.
Voluntad de pagar: No se observó una brecha significativa en la disposición a pagar según el tipo de ingrediente, sino más bien por la categoría del producto. Esto indica que la tecnología subyacente, aunque nueva, puede no ser una barrera fuerte para la aceptación del consumidor.
Según un estudio de investigación de mercado publicado por Zion Market Research, el análisis de la demanda del tamaño del mercado mundial de carne cultivada y los ingresos compartidos se valoró en alrededor de 221 mil 470 millones de dólares en 2022.
Se estima que crecerá a alrededor de 592 mil 690 millones de dólares para 2030, a una tasa anual compuesta de aproximadamente 13.11 por ciento entre el 2024 y 2030.
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