El desarrollo de alimentos y bebidas dirigidos a niños y adolescentes requiere de información proveniente directamente de ellos. Ya que la percepción que tienen de los alimentos, sus expectativas y sus preferencias sensoriales difieren de la de los adultos.
Las pruebas de consumidores con niños son una valiosa herramienta en el desarrollo y mejora de productos para este segmento poblacional. Por ello, es imprescindible la adaptación de las metodologías aplicadas de manera habitual en el análisis sensorial y la investigación con el consumidor adulto.
El objetivo es utilizarlas con grupos de población de niños y adolescentes. Con la garantía de obtener resultados robustos y fiables que puedan ser de utilidad para las empresas cuyo público sea el infantil y/o adolescente.
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5 aspectos en la investigación para alimentos y bebidas en niños
1. Habilidades cognitivas de los niños
Las habilidades cognitivas tienen una influencia en las pruebas sensoriales con niños. Las limitaciones en las capacidades cognitivas de los niños más pequeños en relación con las pruebas sensoriales son:
- habilidades verbales limitadas
- poca capacidad de atención
- dificultades en la comprensión de las tareas
2. La edad de los niños
Recién nacidos, bebés y niños muy pequeños. Las pruebas sensoriales con estos grupos de edad requieren un enfoque indirecto. Las preferencias gustativas de los recién nacidos y los lactantes se han estudiado utilizando procedimientos adaptados en la industria de alimentos para bebés.
Los niños en edad escolar. En los niños en edad escolar, la capacidad de razonamiento, la memoria y las habilidades lingüísticas son más maduras y permiten realizar tareas más complejas. Aunque existe una enorme variación de habilidades entre niños de la misma edad y los investigadores deben tener en cuenta la considerable variación de las capacidades de los niños, incluso a edades similares.
Pruebas sensoriales con niños mayores de 12 años. Cuando se espera que los productos sean atractivos para un amplio rango de edad, suele ser conveniente realizar las pruebas con niños mayores de los 12 años. Pues requieren muchas menos consideraciones especiales que los niños más pequeños.
Sin embargo, cuando la edad a la que va dirigido el producto es específicamente la de los niños más pequeños, es más conveniente centrarse en un grupo de menor edad.
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3. Métodos apropiados según grupo de edad
Es importante utilizar procedimientos que sean apropiados para los diferentes grupos de edad, teniendo en cuenta los factores sensoriales cognitivos y sociales que pueden influir en las pruebas con niños
Para recién nacidos, bebés y niños pequeños. Las medidas semicuantitativas como las expresiones faciales o la interpretación del comportamiento por parte del cuidador principal. Se pueden utilizarse para recién nacidos, bebés y niños pequeños.
Para niños mayores de 4 años. Pruebas más complejas, como la medida en escala hedónica, pueden realizarse con niños mayores de 4 años. Siempre que se utilicen escalas faciales con una redacción adecuada para los niños.
Niños mayores de 6 a 10 años. Los niños de 6 a 10 años pueden realizar tanto las tareas de discriminación. Como la comparación por parejas, el ranking o la medida en escalas de intensidad (con caras sonrientes que suelen utilizarse en las escalas hedónicas infantiles).
4. Ética y protocolos
Las pruebas sensoriales con niños requieren normas éticas y protocolos adicionales a los estudios realizados con adultos. Por lo cual, resulta necesario contar con el consentimiento de los padres para la participación de los niños en el estudio de investigación. Así como la certificación de que el niño no sufre alergias o intolerancias alimentarias.
La colaboración de los niños es voluntaria y debe estar basada en la información adecuada y nunca engañosa acerca del propósito general y la naturaleza del proyecto de investigación.
5. Otros
Las pruebas con niños pueden requerir un entorno especialmente diseñado, cuando se requiera, se deberá disponer de salas individuales para realizar entrevistas individualmente con cada niño. O una sala grande que permita que varias parejas de niños e investigadores trabajar al mismo tiempo. Se deben evitar las influencias de los padres o cuidadores durante la prueba, haciendo que esperen en otra sala.
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