De acuerdo con una encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el 41% de los españoles bebe habitualmente agua mineral envasada en su domicilio. En esta encuesta participaron mil 100 personas, una muestra representativa de la población española de entre 25 y 80 años.

El consumo de agua mineral tiene una variación significativa entre regiones en función del sabor del agua del grifo. Quienes más la beben son los residentes en la Comunidad Valenciana, donde un 70% de los encuestados la consume de forma habitual. Le sigue de cerca Cataluña (66%).

Y otras regiones con un elevado consumo de agua envasada en el domicilio son:

Galicia (49%)
Castilla-La Mancha (44%)
Castilla y León (39%)
Por el contrario, en Madrid solo un 7% bebe habitualmente agua mineral envasada en su domicilio; mientras que en el País Vasco apenas lo hace un 10% de sus residentes.

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¿Qué dice la encuesta sobre el consumo del agua mineral?

La encuesta destaca que el precio es el principal factor de compra de agua envasada, al menos para el 67% de los encuestados, para el resto lo es el manantial o la marca.

Un precio que alcanza diferencias de acuerdo con la marca elegida, aunque también según la población en la que resida el consumidor. Además, OCU analiza la presencia de 69 marcas de agua mineral natural sin gas y 22 con gas en cinco conocidos supermercados de 9 grandes ciudades.

El organismo advierte que una familia de cuatro miembros donde se consuman 2 litros de agua mineral por persona al día a un costo de 0.17 euros por litro gasta 496 euros al año, frente a los 5.25 euros al año que gastaría bebiendo agua del grifo. Es decir, casi 100 veces más.

OCU insiste en priorizar el agua del grifo, salvo que el sabor sea desagradable, en cuyo caso aconseja comprar aguas minerales de manantiales situados en la misma región del consumidor. Tanto por el menor impacto medioambiental que genera su transporte, como porque suelen ser más baratas.

Y si es posible, en garrafa de cinco u ocho litros, aún más económica. Luego, en casa, el agua mineral debe conservarse en un ambiente fresco y seco, protegido de la luz solar. Y una vez abierta debe beberse en dos o tres días, concluye el análisis.

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