El Día Mundial del Suelo 2023 tiene como objetivo concienciar sobre la importancia y la relación entre el suelo y el agua para lograr sistemas agroalimentarios sostenibles y resilientes.
El suelo saludable depende de una gama vibrante de formas de vida, una relación que está amenazada en todo el mundo a causa de la contaminación.
La supervivencia del planeta depende del vínculo entre el suelo y el agua, pues más del 95% de los alimentos proviene de estos dos recursos fundamentales.
El agua del suelo, vital para que las plantas absorban los nutrientes, une los ecosistemas y consolida una relación simbiótica que es la base de los sistemas agrícolas.
Sin embargo, debido al cambio climático y la actividad humana, los suelos se están degradando, lo que ejerce una presión excesiva sobre los recursos hídricos. La erosión altera el equilibrio natural, reduciendo la infiltración de agua y su disponibilidad para todas las formas de vida.
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¿Qué es un suelo sano?
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la salud del suelo es definida como su capacidad para funcionar como un sistema vivo.
Los suelos sanos mantienen una comunidad variada de organismos del suelo que ayudan a controlar las enfermedades de las plantas, insectos y malezas.
Además, forman asociaciones simbióticas beneficiosas con las raíces, reciclan nutrientes esenciales para las plantas. También mejoran la estructura con efectos positivos para el agua del suelo y la capacidad de retención de nutrientes, y la producción agrícola.
Un suelo sano también contribuye a la mitigación del cambio climático, manteniendo o aumentando su contenido de carbono.
La disponibilidad de alimentos depende de los suelos; los alimentos nutritivos y de buena calidad y el forraje para los animales solo pueden producirse si los suelos están sanos. Por tanto, un suelo vivo y sano es un aliado crucial para la seguridad alimentaria y la nutrición.
Numerosos y diversos enfoques agrícolas promueven el manejo sostenible de los suelos con el objetivo de mejorar la productividad, como:
- agroecología
- agricultura de conservación
- agricultura orgánica
- agricultura de labranza cero
- agrosilvicultura
El suelo y su importancia en los alimentos
El suelo es el cimiento del sistema alimentario, casi el 100% de los alimentos proviene del suelo. Es la base de la agricultura y el medio en el que crecen casi todas las plantas productoras de alimentos. Si están saludables, producen cultivos sanos que a su vez nutren a las personas y los animales.
El agotamiento y la pérdida de nutrientes suponen daños en la producción, rendimiento y calidad de los cultivos. A las plantas se les deben proporcionar los nutrientes esenciales para su buen crecimiento, y conservar y promover una buena salud del suelo es esencial para la salud de los cultivos.
Las plantas sanas y bien nutridas tienen un sistema inmunitario más eficaz, capaz de soportar el estrés causado por el medio ambiente, lo que repercute directamente en la producción de cultivos.
Por último, datos de la FAO, una gestión sostenible de los suelos podría incrementar hasta un 58% la producción de alimentos, por lo que debemos tener en cuenta aquellos enfoques y medidas agrícolas que promuevan su manejo sostenible.