México. - De acuerdo con la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el 31% de las emisiones de efecto invernadero provienen de los sistemas agroalimentarios, lo que se vuelve un tema preocupante ante una población mundial creciente que intensificará las prácticas agrícolas, así como las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
Se estima que para en el año 2050 serán 10 mil millones de habitantes (sólo en México, vivirán casi 23 millones de personas adicionales) y la demanda de alimentos crecerá un 70%. Es por ello que el cambio climático y el cultivo suficiente de alimentos son un gran desafío para los agricultores.
El Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2 busca sensibilizar a la población sobre esta problemática y encontrar soluciones a la alta concentración de este gas de efecto invernadero. Los esfuerzos en la agricultura están enfocados principalmente en garantizar un mejor manejo del suelo, brindar tecnología de precisión e impulsar iniciativas para volver a capturar parte del carbono liberado a la atmosfera.
Algunas medidas para disminuir las emisiones de dióxido de carbono
A nivel global, la empresa multinacional Bayer se ha planteado objetivos de sustentabilidad agrícola para convertir sus operaciones en carbono neutral y ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 30% para 2030.
Para ello desarrolla y promueve un acompañamiento con los agricultores brindando acceso a soluciones innovadoras personalizadas y a buenas prácticas agrícolas. A la vez, busca apoyar a 100 millones de pequeños agricultores en países en desarrollo y economías emergentes, que producen el 80% del suministro de alimentos de la población.
Algunas de las prácticas actuales que tienen un impacto positivo en este sector:
- Labranza Cero: cuando el suelo se deja sin labrar o se disminuyen las pasadas del tractor, éste es más capaz de almacenar carbono, nutrientes y agua. Asimismo, el control de malezas y las semillas hibridas contribuyen a una agricultura con poca labranza.
- Herramientas de Agricultura de Precisión: que brindan información precisa de lo que sucede en los campos, desde cuándo es el momento adecuado para colocar las semillas, hasta la cantidad correcta de fertilizantes que requieren, lo que reduce las emisiones de gases de efecto invernadero.
- Esfuerzos de reforestación con drones: una de las consecuencias de la expansión agrícola es la deforestación y la desaparición de humedales, lo que reduce la capacidad del ecosistema para absorber y almacenar carbono. Al desarrollar soluciones que ayudan a los agricultores a cultivar más con menos tierra, también se preservan los hábitats naturales. Incluso, en la actualidad se implementa tecnología que ayuda a reforestar de manera más rápida, como los drones, que permiten hacerlo en áreas de difícil acceso.
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