La industria de alimentos requiere de grandes cantidades de agua para operar. Desde los procesos de limpieza diaria y lavado de manos, hasta su uso como ingrediente principal de algunos productos.

El agua está presente en cualquier establecimiento en donde se preparen alimentos. Debido a su importancia para la inocuidad, se debe asegurar que el agua y su sistema de abastecimiento cumplan con la calidad necesaria.

En el webinar Aplicación de diseño higiénico en sistemas de distribución de agua, encabezado por Alex Maroto, Ingeniero en alimentos, destaca que el tratamiento y potabilización del agua son normalmente bien administrados.

El riesgo puede aparecer en su distribución dentro de la planta, en donde la creciente demanda de esta suele causar improvisación e incremento de condiciones de riesgo que la contaminarían.

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Agua-a-presión — Debido a su importancia para la inocuidad, se debe asegurar que el agua y su sistema de abastecimiento cumplan con la calidad necesaria.

La importancia del agua en las plantas de alimentos

La creciente demanda de agua suele causar improvisación e incremento de condiciones de riesgo que la contaminarían.

El especialista señala que el riesgo de recontaminar el agua o peor aún contaminar su sistema de distribución en la planta de tratamiento, es siempre un enemigo sigiloso.

Los sistemas de trasiego de agua en plantas de alimentos con hasta 17 líneas de producción se han contaminado con Pseudomonas, causando serias no conformidades, que derivan en:

Paradas totales
Problemas de vida en anaquel de producto terminado
Cuarentenas
Pérdidas millonarias

A pesar de contar con sistemas de tratamiento de agua para uso industrial y potabilización, sus sistemas se han contaminado con microorganismos deterioradores.

Ante esta realidad y duros aprendizajes el análisis de riesgos ha determinado que los sistemas de distribución del vital líquido para uso en alimentos dentro de una planta de manufactura son uno de los puntos débiles.

Aunque el resto de la planta y sus equipos fueron pensados de origen en tratar alimentos, el sistema de distribución de agua nunca fue diseñado para cumplir los criterios higiénicos como:

Drenabilidad
Accesibilidad
Limpiabilidad

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