Los sistemas alimentarios contribuyen con un tercio de la emisión de gases de efecto invernadero. Así lo indica un reciente estudio elaborado por la FAO, el estadístico superior y especialista en cambio climático de la FAO, Francesco Tubiello, en colaboración con investigadores del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea.
El estudio permite presentar la nueva base de datos EDGAR-FOOD. Que se remonta a 1990 y que posibilitan un seguimiento detallado de las tendencias futuras y en curso.
La nueva herramienta cuenta con los principales datos de FAOSTAT sobre la utilización de la tierra. Y proporciona una serie de datos sobre múltiples sectores que resultarán fundamentales en el diseño de medidas eficaces de mitigación y vías de transformación hacia sistemas alimentarios sostenibles.
El estudio indica que las emisiones procedentes de los sistemas alimentarios, ascendieron a 18 mil millones de toneladas de equivalente de dióxido de carbono en 2015. Lo cual constituye el 34 % del total, porcentaje que ha disminuido de forma gradual, aun cuando dichas emisiones siguieron aumentando en términos absolutos.
Emisiones de GEI y los sistemas alimentarios
Según las conclusiones de este estudio, dos tercios de las emisiones derivadas de los sistemas alimentarios mundiales provienen de:
- La agricultura
- Utilización de la tierra
- Los cambios que se producen en la tierra
Esa cifra es más elevada en los países en desarrollo, pero con el aumento de las actividades de los eslabones finales de la cadena de producción, como la elaboración y la refrigeración de alimentos, ha ido descendiendo de manera considerable.
Las fases de la producción en las que se llevan productos alimenticios a la puerta de la explotación, incluidos insumos como los fertilizantes, representan el principal elemento contribuidor a las emisiones globales de los sistemas alimentarios.
La utilización de la tierra y los factores conexos contribuyen con un 38 %, mientras que la distribución representa el 29 %. Porcentaje que va en aumento y que se prevé que siga esa tendencia.
¿Cómo contribuye la industria alimentaria a las emisiones de gases de efecto invernadero?
La investigación destaca que los sistemas alimentarios mundiales consumen cada vez más energía, lo que refleja las tendencias en los sectores minorista y de envasado, y transporte y elaboración. Cuyas emisiones están creciendo rápidamente en algunos países en desarrollo.
En los países industrializados aumentó la emisión de GEI fluorados, cuyo efecto es turbocompresor sobre el calentamiento global. Y son utilizados en refrigeración y otras aplicaciones industriales.
La refrigeración es responsable de casi la mitad del consumo de energía del sector minorista y de los supermercados, cuyas emisiones en Europa aumentaron más de cuatro veces desde 1990.
Las actividades a nivel mundial de la cadena de frío representan en torno al 5 % de las emisiones mundiales de los sistemas alimentarios, una cifra que se prevé que se incremente.
Además, el metano (CH4) representa alrededor del 35 % de las emisiones de GEI procedentes de los sistemas alimentarios. Tanto en los países desarrollados como en desarrollo, de las cuales la mayoría proviene de la cría de ganado y el cultivo de arroz.
Finalmente, las emisiones mundiales anuales per cápita relacionadas con los alimentos disminuyeron alrededor de un tercio, hasta las dos toneladas de CO2 equivalente.
Esa cifra no debería interpretarse como la huella de consumidor, ya que esta última varía según los hábitos dietéticos específicos. Sin embargo, puede usarse como indicador de los esfuerzos nacionales de mitigación para reducir las emisiones de GEI derivadas del sistema alimentario en conjunto.
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