El desperdicio alimentario y la prevención de la pérdida de alimentos quedarán regulados en España con una ley, cuyo proyecto ya ha sido aprobado por el Consejo de ministros con el objetivo de reducir drásticamente el desecho de alimentos.
Esta nueva ley pretende establecer un modelo de buenas prácticas para evitar el desperdicio de alimentos con actuaciones en toda la cadena alimentaria, desde el origen en el propio proceso de cosecha, hasta los hábitos de consumo en los hogares y en la restauración.
Reducir el desperdicio alimentario y la pérdida de alimentos es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (12.3), con los que la Unión Europea (UE) está comprometida. Prevenirlo aporta beneficios a nivel económico, ambiental y social, mejora la competitividad de las empresas y nos acerca a la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios.
Los que busca la ley contra el desperdicio alimentario
Dentro de esta nueva ley se pretende que los alimentos que no se consuman deben buscar un segundo uso, y establece unas prioridades: la alimentación humana, la transformación en otros productos o subproductos, y su valorización para compost o generación de energía. Esta ley afectará a toda la cadena, incluyendo la distribución y la hostelería.
Para la donación de alimentos, las industrias alimentarias, establecimientos comerciales y de hostelería y restauración deberán suscribir convenios con las organizaciones receptoras en los que se debe recoger específicamente las condiciones de recogida, almacenamiento y transporte y la selección de alimentos, entre otros aspectos.
En el segundo orden de jerarquía, los alimentos no vendidos pero que estén en condiciones óptimas de consumo deberán ser transformados (zumos, mermelada, etc.). Cuando no sean aptos para el consumo humano, los alimentos deberán ser utilizados como subproductos para la alimentación animal o fabricación de piensos, para la industria, para la obtención de compost de calidad para uso agrario, de biogás u otro tipo de combustible.
La cadena alimentaria en el centro del huracán
La Ley establece que todos los jugadores de la cadena alimentaria deben contar con un Plan de Prevención de Pérdidas y Desperdicio Alimentario como herramienta para que cada empresa, de acuerdo a sus características, pueda definir, implementar, evaluar y corregir una serie de acciones dirigidas a prevenir la pérdida y el desperdicio alimentario generado en su actividad.
Se incentivará la venta de productos con fecha de consumo preferente o de caducidad próxima y los productos considerados imperfectos o poco estéticos pero que estén en condiciones óptimas de consumo, presentándolos de forma separada y con precios inferiores.
La ley estipula que el Gobierno adoptará políticas públicas y medidas para fomentar la adecuación de las fechas de consumo preferente a la prevención y reducción de las pérdidas y el desperdicio alimentario, y, en su caso, la posibilidad de poner en el mercado los productos con fecha de consumo preferente sobrepasada, para lo que se tendrán en cuenta los criterios establecidos por la Unión Europea en las propuestas legislativas en la materia.
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