¿Cómo han cambiado los hábitos de consumo de alimentos tras el Covid-19?, ¿cuáles son los principales cambios que experimenta el sector y cuáles son las demandas de los nuevos consumidores? La respuesta se reduce en la relación intrínseca que existe entre la salud y la sustentabilidad o desarrollo sustentable.
En entrevista exclusiva para The Food Tech, Marcela Leal, Nutricionista MN1196 y Máster Internacional en Tecnología de Alimentos, señaló que la emergencia sanitaria ha generado mayor interés en los temas de salud, trazabilidad y sustentabilidad alimentaria.
“La pandemia nos ha transformado. Ha impulsado la conciencia ciudadana y el interés por comer mejor y conocer cómo se producen los alimentos. La trazabilidad también se ha convertido en un tema fundamental, debido a que la población quiere saber de dónde provienen los alimentos que consume”, enfatiza Leal.
La también Coordinadora Académica de Red Alimentaria. Consultor Experto en Sustentabilidad y Desperdicio de Alimentos, destaca que estas demandas del consumidor pueden convertirse en una ventana de oportunidad para las empresas.
Por ejemplo, un estudio reciente de Sprout Social descubrió que:
- 73% de los compradores adquiriría productos que garantizaran una transparencia total, aunque el precio se elevara.
- Mientras que el 85 % tiene más probabilidades de darle una segunda oportunidad a una empresa después de una mala experiencia si tiene una historia de ser transparente.
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Conciencia ambiental, bienestar y avance tecnológico en la industria alimentaria
Aunque la transición alimentaria aún se encuentra en sus primeras etapas, el cambio demográfico masivo, los avances en la biología, química y física de la producción alimentaria, así como el aumento de enfermedades, han impulsado el desarrollo de las tecnologías AgriTech y FoodTech.
Estas nuevas tecnologías impactarán en la oferta de alimentos funcionales, nutracéuticos y alimentos médicos para una población que busca fortalecer su salud, especialmente tras la experiencia del Covid-19.
“En los próximos años aumentará la demanda de todos aquellos productos que puedan fortalecer la salud y el sistema inmunológico, esta demanda estará relacionada con esta pandemia y obviamente también crecerá la demanda de productos relacionados con el cuidado del planeta”, apunta Leal.
En ese sentido, la experta considera que la pandemia ha empujado a una gran parte de consumidores indiferentes hacia el segmento del bienestar. Estos consumidores también ponen más atención en cómo se producen los alimentos y cuál es el efecto que tiene su producción en el medio ambiente. Por ello:
- Hay una gran demanda de alimentos con ingredientes orgánicos o cultivados con prácticas sostenibles.
- Los consumidores prestan más atención a mensajes de sustentabilidad en el empaque de alimentos envasados.
- También prefieren marcas que ofrecen información amplia sobre sus cadenas de suministro y acciones implementadas para hacer frente a las problemáticas ambientales y la reducción de carbono.
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Mayor seguridad alimentaria para alcanzar sistemas saludables y sustentables
El Covid-19 generó aumentos severos y generalizados en la inseguridad alimentaria global. Sin embargo, incluso antes de la irrupción del Covid-19, el hambre aguda y crónica representaba un riesgo creciente en distintas partes del mundo debido a conflictos bélicos, condiciones socioeconómicas, peligros naturales, el cambio climático y las plagas.
Estas circunstancias amenazan los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030 y se han convertido en una preocupación constante para los consumidores, interesados cada vez más en el crecimiento de los precios de alimentos y el acceso a los mismos.
“La ha aumentado la cantidad de millones de personas bajo línea de pobreza. Si observamos los informes del Estado de la Inseguridad Alimentaria a nivel global, previo a la pandemia, se estiman que hay casi 200 millones de personas en estado de pobreza. Este número, naturalmente aumentó con el Covid-19”, destaca Leal.
“Una recomendación para alinear a la industria alimentaria con las inquietudes del consumidor es tomar en cuenta la base de la pirámide. En términos económicos, es mucho más barato costear alimentos chatarra altos en sodio, azúcares y grases”, añade.
“Sin embargo, eso no está en línea con las demandas de salud y sostenibilidad de los nuevos consumidores. Es bueno que la industria tenga en cuenta a este segmento poblacional desprotegido, y al mismo tiempo pueda desarrollar productos que estén fortificados, que tengan nutrientes esenciales y un costo adecuado”, enfatiza.